El hombre ha nacido para alcanzar la vida, pero todo depende de - TopicsExpress



          

El hombre ha nacido para alcanzar la vida, pero todo depende de él. Puede desperdiciarla. Puede seguir respirando, puede seguir comiendo, puede seguir envejeciendo, puede seguir caminando rumbo a la sepultura; pero esto no es vida. Esto es una muerte gradual desde la cuna hasta la tumba, morir gradualmente durante setenta años. Y como millones de personas a tu alrededor están muriendo esta muerte gradual, lenta, tú también empiezas a imitarles. Los niños aprenden todo de aquellos que están a su alrededor; y estamos rodeados de muertos. De modo que primero debemos comprender lo que quiero decir por "Vida". No tiene que ser solamente envejecer. Ha de ser crecer. Y estas son dos cosas diferentes. Cualquier animal es capaz de envejecer; crecer es la prerrogativa de los seres humanos. Sólo unos pocos reclaman el derecho. Crecer significa sumergirse en cada momento más profundamente hacia el principio de la vida, significa alejarse cada vez más de la muerte, no ir hacia la muerte. Cuanto más ahondas en la vida, más comprendes la inmortalidad de tu interior, te alejas de la muerte. Llega un momento en que puedes ver que la muerte no es otra cosa que un cambio de ropa, un cambio de casa, un cambio de formas. Nada muere, nada puede morir. La muerte es la ilusión más grande que existe. Para crecer simplemente observa un árbol. A medida que el árbol crece hacía arriba sus raíces se estiran hacia abajo, más hondo. Hay un equilibrio. Cuanto más se eleva el árbol, más profundo penetran las raíces. No puedes tener un árbol de cuarenta y cinco metros de altura con raíces pequeñas; no podrían sostener a un árbol tan enorme. En la vida, "crecer" significa crecer en profundidad dentro de ti; es allí donde están tus raíces. Para mí, el primer fundamento de la vida es meditación. Todo lo demás es secundario. Y la niñez es la mejor época. A medida que te haces mayor, te vas acercando a la muerte y se hace cada vez más y más difícil entrar en la meditación. Meditación significa entrar en tu inmortalidad, entrar en tu eternidad, entrar en tu divinidad. Y el niño es la persona mejor calificada porque todavía no está agobiado por los conocimientos, agobiado por la religión, por la educación y todo tipo de basura. Es inocente. Pero desafortunadamente su inocencia es condenada como ignorancia. Ignorancia e inocencia tienen una similitud, pero no son lo mismo. La ignorancia es también un estado de no saber, igual que la inocencia. Pero también hay una gran diferencia y hasta ahora la Humanidad entera la ha ignorado. La inocencia no es erudita; pero tampoco tiene el deseo de serlo. Está absolutamente satisfecha, realizada. Un niño pequeño no tiene ambiciones, no tiene deseos. ¡Está tan absorto en el momento! Un pájaro volando captura su atención por completo; una simple mariposa con sus preciosos colores y él está encantado; el arco iris en el cielo y no puede concebir que pueda haber algo más significativo, más rico que este arco iris. Y la noche llena de estrellas, estrellas más allá de las estrellas... La inocencia es rica, es plena, es pura. La ignorancia es pobre, es un mendigo: quiere esto, quiere aquello, quiere ser erudita, quiere ser respetable, quiere ser rica, quiere ser poderosa. La ignorancia se mueve en el camino del deseo. La inocencia es un estado sin deseos. Pero como ambas carecen de conocimiento, seguimos confundidos con respecto a su naturaleza. Hemos dado por sentado que son una misma cosa. El primer paso en el arte de vivir será crear una línea divisoria entre la ignorancia y la inocencia. La inocencia debe ser apoyada, protegida, porque el niño ha traído con él el más grande de los tesoros, el tesoro que los sabios encuentran después de un arduo esfuerzo. Los sabios han dicho que se han vuelto niños otra vez, que han renacido. A los niños se los colma de conocimientos. Su simplicidad tiene que ser de algún modo extirpada, porque la simplicidad no le ayudará en este mundo competitivo. Su simplicidad le hará parecer ante los ojos de los demás como un simplón; su inocencia será explotada de todas las formas posibles. Con miedo a la sociedad, con miedo al mundo que nosotros mismos hemos creado, tratamos de volver al niño, astuto, listo, culto, para que esté en la categoría de los poderosos, no en la de los oprimidos, la de aquellos que no tienen poder. Y una vez que el niño empieza a crecer en la dirección equivocada, se sigue moviendo de esa forma; durante toda su vida se moverá en esa dirección. Cuando comprendas que has desperdiciado la vida, lo primero que debes recuperar es la inocencia. Deja de lado tus conocimientos, olvida tus sagradas escrituras, olvida tus religiones, tus teologías, tus filosofías. Vuelve a nacer, vuélvete inocente; eso está en tus manos. Limpia tu mente de todo lo que no has conocido por ti mismo, de todo lo que es prestado, de todo lo que ha llegado por tradición, por conveniencia, de todo lo que te ha sido dado por los demás, por los padres, por los profesores, por las universidades. Despójate de ello. Sé de nuevo simple; sé de nuevo un niño. Y este milagro es posible a través de la meditación. (Bhagwan Shree Rajneesh)
Posted on: Tue, 02 Jul 2013 10:21:43 +0000

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