El miedo y los accidentes...¿Cómo se relacionan? La función - TopicsExpress



          

El miedo y los accidentes...¿Cómo se relacionan? La función del miedo Todas las personas sienten miedo alguna vez en su vida. Quizá los miedos más tempranos son ante todo aquello que pone en peligro nuestra sensación de seguridad, como la oscuridad, el estar solos, el sentirnos abandonados, etc. Sentimos miedo hacia todo aquello que creemos que representa una amenaza para nuestra vida. Conforme vamos creciendo, algunos miedos permanecen, otros desaparecen y también surgen nuevos. El miedo es la reacción física y psicológica a la consciencia de un peligro, sea real o imaginario. Está regido por el sistema nervioso autónomo simpático. La principal función del sistema nervioso simpático es participar en situaciones de emergencia o momentos críticos como el estrés, el miedo, circunstancias que pongan en peligro la integridad del cuerpo humano. Por ello en estas situaciones las fibras nerviosas simpáticas inervan una gran parte de órganos con el fin aumentar su actividad a excepción del aparato digestivo, en donde por el contrario se disminuye el peristaltismo y la secreción de diferentes glándulas digestivas. Todos estos cambios producidos preparan al cuerpo para la actividad muscular intensa (la lucha o huida). En consecuencia aumenta la frecuencia cardíaca, aumenta la tensión arterial (por constricción de los vasos sanguíneos) y se dilatan los vasos sanguíneos musculares para favorecer un mayor aporte de oxigeno a los mismos. En si este proceso requiere de un gasto de energía aumentando el proceso de catabolismo. Engloba tres dimensiones -Biológicas: predisposiciones genéticas -Psicológicas: las predisposiciones biológicas se atenúan o propician según: o la educación, o acontecimientos de la vida o modelos del entorno -Social: condicionado por la cultura y la sociedad. Según Rush W. Dozier en su libro "Fear Itself", hay al menos tres sistemas en el cerebro humano para reaccionar ante el miedo y procesarlo: 1) El primero es el sistema primitivo del miedo. Todo animal cuando se siente frente a un peligro, toma una de dos acciones: huir o pelear. Esta es una reacción que es la base de todas nuestras reacciones ante el miedo y ha estado presente por millones de años en muchas especies. Este sistema primitivo opera fuera del control de la conciencia y de la razón. Nuestro cuerpo detecta el peligro de manera automática, aún sin que nosotros estemos conscientes de ello, y reacciona automáticamente. El sistema de miedo primitivo percibe todo en cuestión de “amenazante”, o “no amenazante”, y si el peligro que percibe es suficientemente alto, desencadena una respuesta de miedo masiva. El sistema primitivo procesa la información que proviene del exterior y crea una imagen que representa lo que está percibiendo. Mucho antes de que nosotros nos demos cuenta de lo que sucede, el sistema primitivo decide si lo que percibe del exterior es algo que representa peligro. Si decide que si hay peligro, se dispara la respuesta de huir o pelear. Mientras eso sucede, el cerebro continúa recibiendo más información del exterior, y va detallando esa imagen inicial. Con base en esta información más detallada, el sistema primitivo evalúa si su reacción inicial fue correcta, o si todo resultó ser una falsa alarma. 2) El segundo sistema de miedo llamado sistema de miedo racional es más lento y elaborado. Este sistema analiza a profundidad toda la información que recibe del sistema primitivo y el cerebro. Evalúa racionalmente la naturaleza de un miedo específico, y toma en cuenta diferentes posibilidades y opciones, incluyendo otro tipo de respuestas más complejas que las respuestas básicas de huir o pelear. Por ejemplo puede intentar engañar en lugar de huir, o en lugar de pelear puede intentar negociar. Este sistema es el que planea, contemplando todas las posibilidades y escenarios que debemos considerar conscientemente para evitar amenazas presentes o futuras. El sistema primitivo del miedo comienza a funcionar alrededor de un décimo de segundo después de la primera percepción de peligro, antes de que nos demos cuenta de lo que pasa. El sistema racional del miedo entra en acción una fracción de segundo más tarde, después de que la información del exterior es procesada y se vuelve información consciente para nosotros. 3) El tercer sistema de miedo es la conciencia misma. La conciencia, es la que toma las decisiones. Hace de mediador entre el sistema primitivo y el racional, entre los conflictos que se generan entre la emoción y la razón. Analiza las opciones que presenta el sistema racional, y decide cuál de éstas debe escoger. Incluso tiene la capacidad de detener la respuesta primitiva de huir o pelear, pero esto no es nada sencillo. El sistema primitivo es muy poderoso, y de él surgen nuestras fobias, las cuales son extremadamente difíciles de eliminar conscientemente. Si el sistema primitivo activa una respuesta de miedo ante las alturas, se activa ante toda altura, no importa si la persona está parada en la orilla de una barranca, o en el mirador de un edificio alto con barandales y protección suficiente. Para el sistema primitivo las alturas son alturas y dispara la misma señal de alarma ante uno que ante el otro. De aquí surge la fascinación por los juegos en parques de diversiones, por ejemplo, en donde el sistema primitivo del miedo se activa ante el “peligro” de caer, de ser atacado y de sentirse vulnerable, mientras que aunque la conciencia sabe que en realidad no existe tal peligro, las emociones que se viven son muy intensas. Por lo visto, se puede apreciar que el miedo es una emoción muy compleja pero indispensable para la supervivencia. Es una especie de guardián que siempre está alerta mientras nosotros realizamos todo tipo de actividades, y que cuando percibe una amenaza, no solamente nos lo hace saber, sino que prepara automáticamente a todo el organismo para que pueda dar la mejor respuesta posible y así incrementar las posibilidades de superar la amenaza. Pero ante la realidad debemos plantearnos la posibilidad cierta que tal vez el miedo nos haga tomar decisiones inadecuadas, sobre todo cuando no hemos sido adecuadamente preparados para enfrentar determinadas situaciones, como por ejemplo atropellar a una persona y particularmente en un contexto caótico, violento y anárquico como es el tránsito. Lo cierto es que ese miedo que parece que nos estaría protegiendo de todo aquello que percibimos como peligroso, nos condiciona ante lo que sentimos que no somos capaces de superar, ya sea enfrentar a un león o tal vez enfrentar a la justicia cuando hemos cometido un delito. Fuente consultada: "Fear Itself" del autor Rush W. Dozier.
Posted on: Mon, 09 Sep 2013 05:00:27 +0000

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