“En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero” Lc 16, 1-13 XXV Domingo Ordinario Max Verduzco S.I. Conversación imaginativa con los discípulos de Jesús En esta conversación, Jesús, ¿Les dio lecciones de economía? En cierta manera sí, porque la economía es la recta administración de los bienes; no solo para este mundo sino para la vida en su totalidad. Nos habló y recordó varios principios. ¿Cuáles? Primero: Que todos somos administradores de los bienes, no dueños absolutos; no podemos disponer de todo sin dar cuentas. Lo ejemplificó con el dueño que mandó llamar a su administrador, porque lo habían acusado de haber malgastado sus bienes. Segundo: Que la vida tiene una dimensión más amplia: no está limitada a nuestra estancia terrena, sino que se prologa después de la muerte. Las acciones que se realizan aquí y también tienen sus consecuencias allá. ¿Qué les dijo Jesús del dinero? Primero le dio un calificativo moral: “El dinero, tan lleno de injusticias”. No sólo por las injusticias que se cometen con él, sino por la injusta distribución del mismo. Unos, desde pequeños, reciben mucho sin trabajar y otros, muy poco por su trabajo. También nos dijo que el dinero, no sólo es “facilitador” del cambio, para comprar y vender artículos materiales en este mundo, sino para “Ganarse amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo”. ¿Les habló de la función social del dinero? Si, el dinero no sólo es para satisfacer mis necesidades personales y familiares, sino para remediar los males de otros individuos y de la sociedad. Para ello debemos aprender a desprendernos de lo que poseemos, para dárselo al otro, para que remedie sus necesidades básicas. Invita al desprendimiento y nos promete que esas buenas acciones tendrán su recompensa: Te ganas amigos, que cuando te mueras, te recibirán en el cielo. Ellos hablarán bien de ti y en el cielo te recompensarán tus buenas acciones. Entonces ¿Ayudar al necesitado es una buena inversión? En la lógica de Jesús sí. Es una inversión a futuro, a largo plazo. No te reditúa en esta vida sino en la vida futura. Es apostar que la Palabra de Jesús es verdadera, y que recompensará a los que, confiando en El, se desprenden de los bienes para ayudar a los que pasan dificultades materiales o culturales. ¿Qué les pareció la sentencia final: No pueden ustedes servir a Dios y al dinero? Fuerte y clara. Explica más lo que nos dijo antes: “Ningún criado puede servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo”. Servir a Dios o al dinero implica dos lógicas y dos lealtades diferentes. Si sirves a Dios, el dinero es un medio, pues pones tu confianza y lealtad en Dios Si sirves al dinero, lo conviertes en un fin: tenderás a cuidarlo, defenderlo, atesorarlo porque sólo con él consigues lo que deseas. Sólo miras el mundo en que ahora vives. Me quedé pensando: la lógica y las enseñanzas de Jesús son diferentes a las mundanas. Nos recuerda que sólo somos administradores y no dueños absolutos. Reafirma la continuidad de la vida presente con la futura. Enfatiza la función social del dinero pues es un medio para conseguir amigos e intercesores que nos reciban en el cielo. Pido al Señor nos ayude a ser buenos administradores de los bienes que nos ha confiado. Que nos conceda no hacerlo el objetivo único de la vida, sino usarlo “Tanto cuanto” sea necesario para satisfacer las necesidades propias y las de los demás y así llegar al cielo donde nos esperen muchos amigos beneficiados por nuestra generosidad. Que así sea.
Posted on: Sun, 22 Sep 2013 03:44:49 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015