En verdad necesitamos mas moisés y menos aarones . una buena - TopicsExpress



          

En verdad necesitamos mas moisés y menos aarones . una buena reflexion :¿VERDADERA ADORACIÓN? Apenas habían pasado algunas semanas de la proclamación de los Diez Mandamientos, cuando el pueblo de Israel se enfrentó a una de las crisis espirituales más grandes de su peregrinaje. La presencia de Dios en el monte Sinaí los impresionó tanto que "dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos" (Ex.20:19). Y como un acto de intercesión Moisés ascendió a la montaña y recibió de Dios diversas instrucciones sobre aspectos relacionados con su vida y su entorno. Los capítulos 21 al 24 de Éxodo son una relación de todas las leyes adicionales de convivencia social que Dios le indicó a Moisés. En el capítulo 24 Dios invita Aarón y a sus hijos, a setenta varones del pueblo, además de Hur y Josué, para subir al monte y estar cerca de la presencia de Dios. Sin duda que fue un momento solemne para ellos y después, solo Moisés y Josué subirían hasta la cima de la montaña. "Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros; y he aquí Aarón y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos" (24:14). A partir de ese momento y durante todo el tiempo que Moisés estuvo en la montaña Aarón y Hur estuvieron al frente del pueblo. Mientras que Moisés recibía instrucciones precisas sobre el santuario y sus servicios, algo terrible se estaba gestando al pie de la montaña. La ausencia del líder empezó a levantar sospechas entre el pueblo, especialmente entre la muchedumbre mixta que desconocía al verdadero Dios y cuya influencia era cada vez más fuerte entre los israelitas. Día tras día la presión aumentaba hasta que llegaron al punto de exigirle a Aarón que les hiciera un "dios". Cuando Dios les pronunció su Ley, nunca hubo una manifestación visible de Él, además el segundo mandamiento indicaba claramente: "No te harás imagen, ni ninguna semejanza" de ningún objeto de la creación. Pero ahora el pueblo se acercó y exigió: "Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido" (32:1). "Aarón temió por su propia seguridad; y en vez de ponerse noblemente de parte del honor de Dios, cedió a las demandas de la multitud. Su primer acto fue ordenar que el pueblo quitara todos sus aretes de oro y se los trajera" (PP 289). Que triste espectáculo dio Aarón. No solo cedía a la presión de la multitud, sino que él mismo, tomando las joyas del pueblo "le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición" (32:4). "El buey Apis era considerado como una deidad proveniente de Osiris y Phtah. Se le seleccionaba tomando en consideración ciertas cualidades y una vez declarado como sagrado se le trataba como a un dios. Se construía una casa para él y allí se le consultaba" (Nuevo Diccionario de la Biblia. Edit. Unilit). Si formar un becerro para que el pueblo lo adorara era algo abominable, suponer que a través de él se podía adorar a Dios era algo peor. "Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová" (32:5-6). "Con vileza, Aarón permitió este insulto a Jehová...El anuncio fue proclamado por medio de trompetas de compañía en compañía por todo el campamento. “Al día siguiente madrugaron, ofrecieron holocaustos y presentaron ofrendas de paz. Luego se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse”. Con el pretexto de celebrar una “fiesta a Jehová”, se entregaron a la glotonería y la orgía licenciosa" (PP 289). Cuando Dios, en su omnipresencia, supo lo que estaba pasando le dijo a Moisés que bajara, ya que el pueblo se estaba corrompiendo. Sintiendo un temor reverente por estar tan cerca de Dios, Moisés bajó trayendo consigo las dos tablas de piedra. "Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas" (32:16). Sin duda que era un valioso tesoro para él y para el pueblo. Conforme se iba acercando al pie de la montaña, los gritos de alegría y de fiesta se escuchaban cada vez más fuerte. En cuanto estuvo a la distancia suficiente para ver lo que estaba ocurriendo, fue lleno de una indignación tal que levantando con fuerza las tablas las arrojó con ira quebrándolas al pie de la montaña. Aarón corrió a su encuentro justificando sus hechos en la presión del pueblo y sus argumentos llegaron a sonar infantiles a los oídos de Moisés; "...me lo dieron, y lo eché en el fuego, y salió este becerro" (32:24). Allí, con la firmeza que lo caracterizaba, Moisés hizo la pregunta más importante que el pueblo pudo escuchar: "¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo" (32;26) Y a la pregunta, seguiría la orden de tomar sus espadas y matar a quienes habían participado en tan grave pecado; ese día caerían como tres mil hombres. Con cuanta frecuencia repetimos esta idolatría al ofrecerle a Dios lo que Él no ha pedido. "¡Cuán a menudo, en nuestros propios días, se disfraza el amor al placer bajo la “apariencia de piedad”! Una religión que permita a los hombres, mientras observan los ritos del culto, dedicarse a la satisfacción del egoísmo o la sensualidad, es tan agradable a las multitudes actuales como lo fue en los días de Israel" (PP 289). Si tan solo Aarón hubiera tenido el valor para detener la ola de pecado e idolatría que se acercaba. Si se hubiera mantenido fiel a Dios se habría evitado una matanza y se habría conducido al pueblo a la verdadera adoración. "De todos los pecados que Dios castigará, ninguno es más grave ante sus ojos que el de aquellos que animan a otros a cometer el mal" (PP 293). Esta mañana quiero dejarte dos importantes lecciones tomadas de esta historia. Primera. Se requiere firmeza para mantenerse de parte de lo correcto aun cuando a tu alrededor haya una presión muy grande en contra. Segunda. No podemos engañarnos creyendo que adoramos a Dios usando elementos ajenos a su santidad. Algunos como la música, las frases que usamos, la literatura, etc. que no tienen que ver con adoración al verdadero Dios, a menudo las usamos como si fueran "fiesta a Jehová", cuando realmente no lo son. Que Dios te de sabiduría para ofrecerle una verdadera adoración. Ptr. Joel Espinosa Almazán
Posted on: Tue, 02 Jul 2013 03:56:43 +0000

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