“Estoy con ustedes todos los días” “¡Miren!, estoy con - TopicsExpress



          

“Estoy con ustedes todos los días” “¡Miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas.” (MAT. 28:20) BUSQUE LAS RESPUESTAS: ¿Cómo llegamos a la conclusión de que desde el siglo primero hasta nuestros días siempre ha habido cristianos ungidos en la Tierra? ¿Qué inspección realizó Jesús a partir de 1914? ¿Qué aspectos de la ilustración del trigo y la mala hierba aún están por cumplirse? UNA de las parábolas de Jesús sobre el Reino trata de un hombre que siembra trigo en su campo y de un enemigo que siembra mala hierba entre las semillas de trigo. La mala hierba pronto supera al trigo, pero el hombre ordena a sus esclavos que “dejen que ambos crezcan juntos hasta la siega”. Entonces, durante la época de la cosecha, se recoge el trigo y se quema la mala hierba. ¿Qué significa todo esto? Jesús lo explicó (lea Mateo 13:24-30, 37-43). Analicemos qué revela la parábola (vea la tabla “El trigo y la mala hierba”). 2 Lo que sucede en las tierras del hombre simboliza cómo y cuándo Jesús recogería de entre la humanidad el trigo, es decir, los cristianos ungidos que gobernarán con él en su Reino. La siembra comenzó en el Pentecostés del año 33. La recolección del trigo se completará cuando los ungidos que aún vivan en la Tierra al final de este sistema de cosas, quienes ya habrán recibido su sello definitivo, vayan al cielo (Mat. 24:31; Rev. 7:1-4). Tal como un mirador en lo alto de una montaña nos ofrece una vista panorámica de los alrededores, así la parábola nos da una visión general de sucesos que ocurrirían durante unos dos mil años. Desde esa posición ventajosa, ¿qué acontecimientos relacionados con el Reino podemos ver? La parábola de Jesús describe un tiempo de siembra, uno de crecimiento y otro de cosecha. Este artículo se centrará en la época de la cosecha, o siega.* BAJO LA PROTECCIÓN DE JESÚS 3 A principios del siglo segundo “apareció [...] la mala hierba” en el “campo” de la humanidad con la llegada de los cristianos falsos (Mat. 13:26). Ya para el siglo cuarto, estos supuestos cristianos superaban por mucho la cantidad de cristianos ungidos. Recordemos que, en la parábola, los esclavos le preguntaron al amo si podían arrancar la mala hierba (Mat. 13:28).* ¿Qué les contestó él? 4 Refiriéndose al trigo y a la mala hierba, el Amo, Jesús, dijo: “Dejen que ambos crezcan juntos hasta la siega”. Esta orden revela que, desde el siglo primero hasta nuestros días, siempre ha habido en la Tierra cristianos ungidos semejantes a trigo. Este hecho queda confirmado por lo que Jesús les dijo más tarde a sus discípulos: “Estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas” (Mat. 28:20). De modo que los cristianos ungidos contarían con la protección espiritual de Jesús todos los días hasta que llegara el tiempo del fin. Ahora bien, puesto que estaban rodeados de cristianos semejantes a mala hierba, no sabemos con certeza quiénes compusieron el trigo simbólico durante aquel extenso período. Sin embargo, algunas décadas antes de la temporada de la cosecha, el trigo comenzó a distinguirse. ¿Qué sucedió? UN MENSAJERO DESPEJA EL CAMINO 5 Siglos antes de que Jesús relatara la parábola del trigo y la mala hierba, Jehová inspiró al profeta Malaquías para que predijera una serie de sucesos que también se reflejan en esa parábola (lea Malaquías 3:1-4). Juan el Bautista fue el “mensajero” que despejó el camino (Mat. 11:10, 11). Cuando llegó, en el año 29, se avecinaba un tiempo de juicio para la nación de Israel. Jesús fue el segundo mensajero, “el mensajero del pacto”. En dos ocasiones limpió de prácticas inmundas el templo de Jerusalén: la primera al comienzo de su ministerio y la segunda al final (Mat. 21:12, 13; Juan 2:14-17). Por lo tanto, su labor de inspección y limpieza abarcó un espacio de tiempo. 6 ¿Cuál fue el cumplimiento mayor de la profecía de Malaquías? En las décadas anteriores a 1914, Charles Russell y sus compañeros llevaron a cabo una labor similar a la de Juan el Bautista. Su crucial tarea consistió en recuperar las verdades expuestas en las Escrituras. Aquellos Estudiantes de la Biblia esclarecieron el verdadero significado del sacrificio redentor de Cristo, desenmascararon la mentira del infierno y proclamaron el cercano fin de los tiempos de los gentiles. Sin embargo, había numerosos grupos religiosos que también afirmaban ser cristianos. ¿Cuál demostraría ser el trigo simbólico? Para zanjar esta cuestión, Jesús comenzó a inspeccionar el templo espiritual en 1914. Dicha obra de inspección y limpieza abarcó un espacio de tiempo: desde 1914 hasta principios de 1919.* LOS AÑOS DE INSPECCIÓN Y LIMPIEZA 7 ¿Con qué se encontró Jesús cuando comenzó su inspección? Con un pequeño grupo de entusiastas Estudiantes de la Biblia que llevaban más de treinta años dedicando sus energías y recursos a efectuar una intensa campaña de predicación.* ¡Qué alegría debieron sentir Jesús y los ángeles al ver que aquellos pocos pero resistentes tallos de trigo no habían sido asfixiados por la mala hierba de Satanás! Con todo, fue necesario “limpiar a los hijos de Leví”, es decir, a los ungidos (Mal. 3:2, 3; 1 Ped. 4:17). ¿Por qué? 8 A finales de 1914, algunos de los Estudiantes de la Biblia se decepcionaron por no haber ido al cielo. Además, durante 1915 y 1916 la oposición externa frenó la obra de predicar. Y por si fuera poco, tras la muerte de Russell, en octubre de 1916, surgieron graves desacuerdos internos. Cuatro de los siete miembros de la junta directiva de la corporación Watch Tower Bible and Tract Society se rebelaron contra la decisión de que el hermano Rutherford estuviera al frente de la organización. Intentaron causar divisiones entre los hermanos, pero en agosto de 1917 abandonaron Betel... ¡una limpieza en toda regla! Asimismo, algunos cedieron al temor al hombre. Sin embargo, los Estudiantes de la Biblia en conjunto reaccionaron bien a la labor refinadora de Jesús y estuvieron dispuestos a hacer los cambios necesarios. Debido a ello, Jesús los consideró cristianos verdaderos, trigo simbólico. En cambio, rechazó a todos los cristianos falsos: los que estaban en la congregación y los que se hallaban en las iglesias de la cristiandad (Mal. 3:5; 2 Tim. 2:19). ¿Qué ocurrió a continuación? Para averiguarlo, sigamos examinando la parábola del trigo y la mala hierba. ¿QUÉ SUCEDERÍA TRAS COMENZAR LA ÉPOCA DE LA SIEGA? 9 “La siega es una conclusión de un sistema de cosas”, dijo Jesús (Mat. 13:39). Esta época de cosecha comenzó en 1914. Veamos cinco aspectos de la profecía que tendrían que cumplirse en ese período. 10 Primero: se juntaría la mala hierba. Jesús explicó: “En la época de la siega diré a los segadores: Junten primero la mala hierba y átenla en haces”. Después de 1914, los ángeles comenzaron a “juntar” a los cristianos semejantes a mala hierba separándolos de “los hijos del reino”, o sea, de los ungidos (Mat. 13:30, 38, 41). 11 A medida que avanzaba la labor de juntar la mala hierba, la distinción entre los dos grupos se volvió cada vez más clara (Rev. 18:1, 4). Ya en 1919 se hizo evidente que Babilonia la Grande había caído en el sentido de que los cristianos verdaderos se habían liberado de ella. Pero ¿qué fue lo que en particular distinguió a los cristianos verdaderos de los falsos? La obra de predicar. Quienes dirigían a los Estudiantes de la Biblia comenzaron a recalcar la importancia de participar personalmente en la difusión del mensaje del Reino. Por ejemplo, el folleto To Whom the Work Is Entrusted (A quiénes se les confía la obra), publicado en 1919, animó a todos los cristianos ungidos a predicar de casa en casa. Decía así: “La obra parece abrumadora, pero pertenece al Señor y, con su apoyo, la llevaremos a cabo. Ustedes tienen el privilegio de participar en ella”. ¿Cómo respondieron los hermanos? Según indicó en 1922 la revista que hoy conocemos como La Atalaya, los Estudiantes de la Biblia intensificaron su actividad evangelizadora. En poco tiempo, la predicación de casa en casa se convirtió en una marca distintiva de aquellos fieles cristianos... ¡y lo ha sido hasta el día de hoy! 12 Segundo: se recogería el trigo. Jesús les ordenó a sus ángeles: “Pónganse a recoger el trigo en mi granero” (Mat. 13:30). Desde 1919, los cristianos ungidos han sido recogidos en la congregación cristiana purificada. Aquellos ungidos que aún vivan en la Tierra al final del sistema de cosas serán recogidos definitivamente cuando reciban su recompensa celestial (Dan. 7:18, 22, 27). 13 Tercero: habría llanto y crujir de dientes. ¿Qué ocurrirá después de que los ángeles aten la mala hierba en haces, o manojos? Hablando de la condición espiritual de los cristianos semejantes a mala hierba, Jesús dijo: “Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes” (Mat. 13:42). ¿Se cumple esto ahora? No. La cristiandad —que forma parte de la ramera, Babilonia la Grande— todavía afirma: “Estoy sentada como reina, y no soy viuda, y nunca veré lamento” (Rev. 18:7). Así es, la cristiandad aún se siente poderosa. De hecho, presume de estar “sentada como reina” por encima de los líderes políticos. Por el momento, los individuos representados por la mala hierba no se lamentan; todo lo contrario, se dan aires de grandeza. Pero eso está a punto de cambiar. La estrecha relación entre la cristiandad y los líderes políticos pronto llegará a su fin (Vea el párrafo 13) 14 Durante la gran tribulación, después de que todas las religiones falsas hayan sido destruidas, sus anteriores adeptos correrán en busca de refugio, pero no hallarán ningún lugar seguro donde esconderse (Luc. 23:30; Rev. 6:15-17). Entonces, al comprender que no pueden escapar de la destrucción, llorarán desesperados y sus dientes crujirán de rabia. Como predijo Jesús, en ese terrible instante “se golpearán en lamento” (Mat. 24:30; Rev. 1:7).* 15 Cuarto: la mala hierba sería arrojada al horno. ¿Qué les sucederá a los manojos de mala hierba? Los ángeles “los arrojarán en el horno de fuego” (Mat. 13:42). Esto significa que serán destruidos por completo. Así pues, los anteriores adeptos de las religiones falsas serán aniquilados durante la fase final de la gran tribulación, el Armagedón (Mal. 4:1). 16 Quinto: los justos resplandecerían brillantemente. Jesús concluyó su profecía diciendo: “En aquel tiempo los justos resplandecerán tan brillantemente como el sol en el reino de su Padre” (Mat. 13:43). ¿Cuándo y dónde será esto? Lo que Jesús predijo aún está por venir. Se cumplirá en el futuro y en el cielo, no ahora en la Tierra.* ¿Cómo llegamos a esta conclusión? Veamos dos razones. 17 En primer lugar, analicemos cuándo se cumplirían las palabras de Jesús. Él dijo: “En aquel tiempo los justos resplandecerán”. La expresión “en aquel tiempo” obviamente se refiere al suceso que Jesús acababa de mencionar, a saber, que se arrojaría la mala hierba en el horno de fuego. Esto sucederá en la parte final de la gran tribulación. Por lo tanto, también será en ese tiempo futuro cuando los ungidos “resplandecerán brillantemente”. En segundo lugar, veamos dónde ocurrirá. Jesús especificó que los justos “resplandecerán [...] en el reino”. ¿Qué quiere decir esto? Que todos los ungidos fieles que aún queden en la Tierra después de que haya pasado la primera fase de la gran tribulación ya habrán recibido su sello final. Entonces, como indicó Jesús en su profecía sobre la gran tribulación, serán reunidos en el cielo (Mat. 24:31). Allí es donde resplandecerán “en el reino de su Padre” y donde, poco después de la batalla de Armagedón, formarán parte de la gozosa novia de Jesús en “las bodas del Cordero” (Rev. 19:6-9). CÓMO NOS BENEFICIAMOS 18 ¿Cómo nos beneficia personalmente la vista panorámica que nos brinda esta parábola? Veamos tres maneras. Primero, profundiza nuestra comprensión. La parábola nos muestra una razón de peso por la que Jehová permite la maldad: él “toleró [...] vasos de ira” para reunir a los “vasos de misericordia”, es decir, al trigo simbólico (Rom. 9:22-24).* Segundo, fortalece nuestra confianza. A medida que se acerca el fin, nuestros enemigos intensificarán su lucha contra nosotros, “pero no prevalecerán” (lea Jeremías 1:19). Tal como Jehová ha protegido al trigo a lo largo de los siglos, así también estará con nosotros mediante Jesús y los ángeles “todos los días” por venir (Mat. 28:20). 19 Tercero, la parábola nos permite identificar al trigo simbólico. ¿Por qué es esto esencial? Porque solo si sabemos quiénes son los cristianos semejantes a trigo, podremos contestar la pregunta que Jesús planteó en su extensa profecía sobre los últimos días: “¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto?” (Mat. 24:45). Los siguientes dos artículos darán respuesta a esta pregunta.
Posted on: Mon, 02 Sep 2013 08:16:37 +0000

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