FIN DEL SINDICALISMO...FIN DE SU HISTORIA??? El movimiento sindical tuvo su heroico nacimiento en el continente europeo durante el S.XIX. Con el movimiento ludista en 1811 y el movimiento cartista en la década de 1840, y se constituyeron en importante fuerza social en las revoluciones europeas de 1848-50; logrando ser reconocidos por las empresas y por casi todos los gobiernos europeos, al estar UNIDOS y ORGANIZADOS. El sindicalismo, desde entonces, pasó de la prohibición y persecución en la etapa del capitalismo de la libre competencia a la de su incorporación y reconocimiento institucional por el Estado de bienestar. En América Latina, el antecedente del sindicalismo es el movimiento mutualista, que emerge sobre todo entre 1850 y 1900. En México, con su Constitución de 1917 se consiguió la legalización de la vida sindical; para los obreros se lograron varios de los postulados más avanzados de esa época: las 8 hs. de la jornada laboral, la reglamentación del trabajo de las mujeres, el descanso dominical, los salarios mínimos, condiciones de higiene…aunque costó mucha sangre, sacrificios y muerte. En Argentina, en 1945, se sancionó el decreto ley 23.852/45 que fue ratificado por la ley 12.921 que admitió el derecho sindical democrático. Durante el mandato de Juan Domingo Perón la CGT cumplió un rol trascendente, pasando en corto lapso de tiempo, de 300.000 a casi 3.000.000 de afiliados. En 1949, se realizó la reforma constitucional que incorporó por primera vez, constitucionalmente los derechos del trabajador, en el artículo 37. Todas las leyes de política social del gobierno peronista fueron realizadas con la colaboración de importantes profesionales, como José F. Figuerola, especialista en Derecho Corporativo y el abogado de los ferroviarios, Juan Atilio Bramuglia. El 16 de septiembre de 1955 termina con un golpe de estado, el gobierno de Perón, y la reforma citada perdió vigencia. En 1956, se dictó el decreto ley 9270/56 que suprimió la personería gremial, que recién volvió a reconocerse en 1958, por la ley 14.455, que sufrió las reformas de la ley 20.615 y la 22.105. Luego se sucedieron décadas de intensas luchas por reclamos de derechos y salarios. En 1989, Carlos Menem asumió la presidencia del país, que si bien respondía supuestamente a la ideología peronista, y en un principio conformó a la población en general, sobre todo por la derrota de la hiperinflación, y la paridad cambiaria, en el segundo mandato, privatizó las empresas del estado, dejando a muchos obreros fuera del mercado laboral, incrementando el trabajo en negro, además, con leyes sobre flexibilización laboral, que introdujeron en el país, las políticas neoliberales en su máxima expresión. Y todo comenzó a cambiar, a ser diferente…las conquistas empiezan a retroceder; muchos de sus dirigentes tradicionales no tuvieron la fuerza ni la decisión para oponerse a los programas de ajuste; los salarios por debajo del índice inflacionario y el desempleo han maniatado a los sindicatos como las cadenas de Prometeo; numerosos contratos colectivos han sido salvajemente modificados con la complicidad política y la impotencia de sus dirigentes...y la CGT comienza a fracturarse porque toman conciencia de lo que viene sucediendo. Por otro lado, desde el punto de vista de la teoría neoliberal, que enmascaradamente subsiste en nuestros empresarios, en las corporaciones y grupos económicos, los sindicatos impiden el buen desempeño de la productividad y obstaculizan el libre comercio, y por ello no son contemplados, a futuro, como actores sociales en esta nueva etapa de la globalización que se deviene sí mundial: es el fin de su historia (?). Y cómo lograrán esta escenario? Es la pregunta que se harán, que nos hacemos. Pues bien, no lo harán ellos ni a través de gobiernos o políticos de turno…lo haremos nosotros, los trabajadores. Cómo? Lo voy a explicar con un hecho del que fui testigo y me abrió los ojos de lo que está, nos está, sucediendo y cómo sucederá: EL martes por la mañana voy a la peluquería. Espero mi turno, me siento en el sillón y el peluquero emprende su labor. Llegan dos clientes más. Lo saludan y comienza un dialogo entre ellos. Le preguntan por la empleada, la peluquera. A lo que responde que se había ido y que ya no quería tener más empleados, son muchos los gastos que tiene…dado que cada mes y medio se va al sur a cazar jabalí o a pescar. Agregando a sus interlocutores que, está viendo con un abogado la posibilidad de contratar el servicio de alguien, de otra peluquera no ya empleada, concertando un CONTRATO DE ALQUILER, es decir, alquila el sillón de peluquera y las herramientas que utilizará. Es obvio, que el futuro inquilino del ‘sillón’ deberá ser MONOTRIBUTISTA, se hará cargo de sus aportes, de su obra social etc etc. EL PATRÓN TENDRÁ UN EMPLEADO SIN COSTO ALGUNO! El sueño cumplido. Pero esto no queda ahí, otro de los clientes que espera su turno nos refiere que, es empleado de un taller mecánico. Mejor dicho, es contratado por un taller para la realización de su obra: arreglar coches. También es monotributista. No cobra aguinaldo, no cobra vacaciones, termina el contrato no cobra despido…NO APORTA AL SINDICATO Y SU OBRA SOCIAL ES PARTICULAR. Dos ejemplos de dos trabajadores, que por el hecho de asegurarse un ingreso mensual aceptan cualquier forma de poder “emplearse”. Como explicarle del error que cometen; cómo explicarle de la sangre que derramaron los compañeros para que nosotros pudiéramos tener los derechos que a ellos se les prohibieron; cómo explicarles la NECESIDAD de la existencia del SINDICALISMO y el deber que tenemos para su supervivencia. COMO EXPLICAR QUE SOMOS FUNCIONALES A UN SISTEMA QUE SE DEVIENE EN EXPLOTADOR, EXPOLIADOR, NEGRERO E INJUSTO…El sistema inventa crisis que nos llena de miedo y el miedo nos ‘amansa’, nos disciplina…convirtiéndonos en corderos! Esta historia recién comienza…y está en nosotros darle un final feliz. LUIS E. GOTTE. SECRETARIO DEL CENTRO DE ESTUDIOS DR. RAMÓN CARRILLO. MAR DEL PLATA, JULIO DEL 2013.
Posted on: Thu, 04 Jul 2013 03:42:01 +0000
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