HACE tiempo que Amnistía Internacional pidió al Gobierno israelí que entregara los mapas detallados con las coordenadas precisas de las zonas del sur de Líbano en que sus fuerzas arrojaron las bombas de racimo en los meses de julio y agosto de 2006, provocando graves estragos en la población civil de ese país. Estas bombas de racimo también han sido recientemente utilizadas en el Sahara Occidental, problema del que gran parte de la población no está concienciada. Para más información sobre esta cuestión y otras relacionadas con el Sahara: International Association of Jurists for Western Sahara. iajuws.org Una bomba de racimo o bomba cluster es una bomba que se abre dejando caer cientos de submuniciones o bombetas de alto poder explosivo que, esparcidas, pueden quedar enterradas sin explotar siendo peligrosas tiempo después de terminada la guerra, especialmente a los niños por sus formas llamativas, como pelotitas de tenis o latas de refrescos. Varios países han usado este tipo de arma en conflictos diferentes a pesar de causar problemas muy serios bajo el derecho humanitario internacional. Rusia las usa en Chechenia, Estados Unidos utilizó estas bombas en Afganistán, Kosovo, Laos e Irak, entre otros. En Irak se estima que entre los Estados Unidos y el Reino Unido ya se han lanzado cerca de un millón. Una campaña internacional, la Coalición contra las Bombas de Racimo, fue establecida en 2003 para parar el uso, la producción, la transferencia y el almacenamiento de estas armas. Hoy en día, más de 160 ONG de todo el mundo se están dedicando a la educación, la investigación y la presión a diferentes gobiernos para cambiar sus políticas acerca de estas armas. Insisto: el actual ministro de Defensa español, el señor Pedro Morenés, fue hasta días antes de ser nominado ministro, consejero de la firma armamentística Instalaza, que tiene intereses directos en la fabricación de estas bombas. Y, más concretamente, Instalaza ha reclamado al Gobierno español 40 millones de euros en concepto de desagravio por la prohibición de la fabricación de bombas de racimo en España a raíz de la firma, junto a otros países, del Tratado de Dublín. Además de este sórdido historial empresarial, el señor Morenés, el menos mediático del gfabinete Rajoy, cuando fue nombrado ministro de Defensa, era presidente ejecutivo en España de MBDA, empresa fabricante de misiles. El Ministerio de Defensa tenía contratos en vigor con MBDA. Será necesario para el bien común seguir la pista de este hombre, y de paso, preguntarse: ¿Va a rescindir el Ministerio de Defensa la compra de misiles de corto alcance IRIS-T con la empresa MBDA? Pues estos misiles no cumplen los requisitos para los que fueron adquiridos en la época en la que Pedro Morenés trabajaba para la citada empresa. ¿Es cierto? ¿Qué comisiones cobró el ministro por esta venta? Sin embargo, el responder con acierto o no a tales cuestiones es una nimiedad comparada con la envergadura de las consecuencias del desembarco del Partido Popular en el gobierno Nota final: Morenés ocultó al Congreso que estuvo vinculado al fabricante de bombas de racimo hasta 2011. Y conviene saber que el dictador libio Muamar Gadafi usó las bombas fabricadas por Instalaza contra la población libia. Esta empresa española le tenía entre sus clientes y Gadafi compró sus bombas de racimo hasta solo tres meses antes de la prohibición del Gobierno de Zapatero. Puestos a preguntar, ¿qué clase de sociedad es esta que, por vía democrática, se ha puesto masivamente en manos de semejantes verdugos?
Posted on: Sun, 28 Jul 2013 21:11:08 +0000
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