HUARIQUES DEL PERIODISMO PERUANO Un fin de semana - TopicsExpress



          

HUARIQUES DEL PERIODISMO PERUANO Un fin de semana cualquiera.- Después del trajín de la chamba y dejar todo listo en la redacción, golpe de 8 y media de la noche, para calentar motores, caíamos primero en el "Rachi" en Quilca. Unas chelas bien heladas y a saborear el librillo bien sazonado con ají colorado y cocido a la flama, como se hacía antes. El fuego iluminaba el ambiente y el olor inundaba todo con esa rica fragancia que da el flambeado. Listo. La noche comienza y se hace linda. Ahora a cruzar al frente no mas; al "Queirolo". Un buen vino o quizás un cuba libre. Aquí, mientras bebías y fumabas a raudales, podías degustar unos piqueitos con patitas de cerdo o un buen sandwiche de jamón del país. Otros colegas periodistas estaban en lo mismo, festejando en lugares distintos. El "Cordano" en Desamparados, a la espalda del Palacio donde no faltaban los choritos a la chalaca o el escabeche. El emblemático "Superba" de San Isidro, en Petit Thouars, al ladito del Cine. Qué grandes y amenas tertulias se desarrollaban allí. "El Monarca" en Guzmán Blanco que se amanecía y era una gran alternativa de los auténticos bohemios cuando ya todo estaba cerrado. "El Juancito" en Barranco. Que buenos chilcanos se bebían allí. No olvidemos el piano bar " Munich" en el sótano de la cuadra 10 del jirón de la Unión, donde se libaban los mejores chops y se desgustaban las mejores salchichas. El olor del licor, el humo del tabaco y a veces del aserrín, muchos periodistas los guardamos bajo la piel. Buenos tiempos. Recuerdo que se formaban una especie de cofradías. De acuerdo al Medio en que se trabajaba, se escogía el huarique pero la mayoría prefería los points del Centro de Lima. Recuerdo también a coloridos personajes que rondaban estos lugares demostrando sus artes. Podían ser cantantes criollos, vernaculares, dibujantes de caricaturas o simples vendedores de baratijas. Como olvidar a "Cucharita" que hacía equilibrio con sus vasos colmados de cerveza mientras hacia sonar un par de cucharas en las manos. También se introducía cigarros encendidos en la boca. Colosal, criollo y dotado de un gran humor. Alguna vez dijo que que no le gustaba el trago ja ja ja ja. Como no recordar a aquel pintoresco personaje que, pulcramente vestido y con mostachos y corbata michi, vendía chicharones de soya. Y quien no tiene una historia personal con "Veguita" el vendedor de libros antiguos. Culto, bohemio y autentico sobre todo. Tampoco olvidamos a los poetas que declamaban con una gran limpieza versos de los mejores poetas en el bar Queirolo. Bellas noches realmente, rociadas no solo de licor sino de música, entretenimiento y cultura . Era una autentica bohemia.Siempre nos gustaron los huariques, pero eso sí, los muy especiales. Así eran los fines de semana. Era la bohemia natural que vivíamos los periodistas de otras épocas. Esos huariques eran lugares muy tradicionales de nuestra gran Lima. Nuestra conversa se basaba en temas de cultura general, historia y actualidad política. No eran tertulias anodinas sobre fútbol o farándula simplemente. Cultivábamos la bohemia intelectual. Eran otras épocas . Asi transcurrían nuestras noches de fin de semana, para departir con los amigos y hacer los planes para mas tarde. Después, si había tiempo, vendría una que otra "reunión social" con las amiguitas porque así tenía que ser. Épocas vividas que no te lo quitará nadie. Son recuerdos imborrables.
Posted on: Sat, 05 Oct 2013 13:42:46 +0000

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