Historia Real De Fantasmas (LA QUE MAS ME ASUSTO) En el año 2001 fui a trabajar a Veracruz, por lo que necesitaba una casa para rentar, un primo mÃo se ofreció amablemente a prestarme su casa sin pagarle renta, sólo tenÃa que pagar el mantenimiento de ésta. La casa era nueva de interés social, el fraccionamiento por igual, era nuevo, sólo una pequeña parte de las casas estaba habitada, pero la que yo habitarÃa estaba entre una fila de casas desocupadas sólo la casa de atrás estaba habitada… era de dos pisos, me instalé, no tenÃa muebles, sólo una cama, unos walkman conectados a unas bocinas de computadora, un ventilador, y abajo en la sala comedor y cocina sólo habÃa un librero vacÃo, por lo que yo sólo llegaba a dormir después de mi jornada de trabajo… con el paso de los dÃas antes de bañarme prendÃa los walkman para escuchar la radio en FM mientras me duchaba, de pronto se apagaba, y a los pocos segundos se prendÃa pero en otra estación de AM… los primeros dÃas no le dà importancia pero sà me extrañaba el cómo sucedÃa porque el aparatito necesitaba de un botón de presión para cambiar de una estación a otra, forzosamente se necesitaba que alguien lo cambiara. Pronto comenzaron a pasar más cosas, cuando no tenÃa ganas de comer en la calle, compraba algo y me sentaba en la escalera de la casa y ahà cenaba tranquilamente… pero comenzaba a sentir muchos escalofrÃos del lado derecho casi siempre, se me erizaba la piel… pocos dÃas después, un dÃa por la tarde a la hora de la comida, me fui a dormir a la casa porque me sentÃa muy cansada, eran cerca de las 2:30 pm. Cuando ya estando dormida comencé a escuchar a un niño brincando descalzo, como si brincara sobre las escaleras de concreto, se escuchaba tan claramente que yo sentÃa que iban hacia la recámara de arriba donde yo dormÃa y pensaba que en cualquier momento alguien abrirÃa la puerta, pero no, subÃan y bajaban la escalera brincando y se escuchaban las plantas de los pies de ese alguien… por lo que dije: qué raro!… pero si no vive nadie a los lados, e intenté sacar conclusiones y la casa de atrás que estaba habitada no podrÃa escucharse tan claramente porque sólo las unÃa el patio de lavado asà que si alguien estarÃa brincando las escaleras tendrÃa que hacerlo tan fuerte como para oÃrse justo en mi casa. Pronto comencé a sospechar que hubiera algún fantasma y lo que hice una noche al llegar fue que empecé a gritar enojada y a decir cosas como: Ya sé que hay alguien en esta casa! Y de una vez les digo que ésta es mi casa, y a nadie se le ocurra molestarme porque lo voy a mandar a la &%$·/(%$. Pocos dÃas después le comenté a un amigo lo que sucedÃa y un buen dÃa fuimos mi amigo y otra amiga a la casa a desayunar, igualmente nos sentamos en la escalera, pasados los dÃas él volvió a ir a mi casa, ésta vez en la noche, cerca de las 8:00 PM sentados en la escalera platicando, me dice: cierra la puerta (ya que estaba abierta la puerta de la calle por el calor), y le dije no! Hace mucho calor!, a los pocos minutos volvió a decir: cierra la puerta! Y volvà a negarme, subà al baño, y al bajar la puerta estaba cerrada. Todo tranquilo, nada pasó, pero luego con los dÃas volviendo al tema mi amigo y yo platicábamos cuando él me dijo: Yo no querÃa decirte pero… hay alguien en tu casa y yo dije: Qué??? Dijo: si, no quise preocuparte pero… la primera vez que fui a tu casa vi a alguien sentado en una esquina de tu casa como si estuviera regañado, de momento no le creÃ, me reà pero le seguà preguntando; y tú como lo sabes? Y él dijo; he visto fantasmas desde los 14 años, y no querrás saber lo que yo veo… Le pregunté cosas, me informó del cómo se comportan los muertos etc, y siguió diciéndome, también hay un niño como de 3 años, pero cuando estábamos en la noche platicando y te dije que cerraras la puerta otro hombre se metió, estaba parado ahÃ, te dije que cerraras y no lo hiciste, asà que entró, me saludó y ahà están los 3, el hombre que está en la esquina sentado está ahà porque lo regañaste, incluso te puedo decir qué ropa traen.. Yo no podÃa creerlo! Y sólo le dije: ¿y ahora cómo los voy a sacar de ahÃ? Y me dijo que no podrÃa sacarlos, que ellos viven ahà porque creen que ésa es su casa, algunas veces no saben que están muertos y siguen viviendo su vida como si estuvieran vivos por lo que cuando terminamos la conversación y yo tuve que irme a la casa me fui con todo el miedo del mundo, llegué y volvà a gritarles que ésa era mi casa y que les prohibÃa molestarme… Pasaron los dÃas, sentÃa miedo a la hora de dormir pero lo soporté, la casa se sentÃa frÃa pero curiosamente sólo en la planta baja, tal vez puedan imaginarse el calor de Veracruz, y la planta alta estaba caliente pero cuando bajaba se sentÃa claramente el frÃo que invadÃa el cuerpo. Una noche, al irme a dormir, faltaba poco para la media noche, y yo ya estaba dormida, cuando de pronto comencé a escuchar los brincos nuevamente, otra vez se escuchaba muy claro cómo un niño saltaba descalzo incansablemente, ésta vez justo en la recámara, justo alrededor de mi cama, por lo que el ruido me despertó, yo estaba boca arriba asà que sólo abrà los ojos sin moverme para confirmar si en ese momento no estaba soñando, o era real lo que se sentÃa… Asà que esperé unos dos minutos estando inmóvil y los brincos se seguÃan escuchando, de pronto grité enojada! Y le dije con groserÃas que dejara de molestarme! Y en ese instante todo fue silencio… como si me hubiese escuchado… y me quedé pasmada! Y dije: Dios! Realmente hay alguien aquÃ! Intenté quedarme dormida y cuando lo habÃa logrado “eso†volvió! y los brincos seguÃan! Volvà a hacerlo! Volvà a gritar enojada y diciendo groserÃas! Muchas groserÃas! Ya que mi amigo me habÃa dicho que diciéndoles eso ellos se apaciguan, asà que la primera vez funcionó, se quedó quieto lo que sea que estuviera ahÃ… pero la segunda vez que grité, volvió a callarse! Y supe que esa cosa me oÃa! Y a la vez me obedecÃa! De nuevo me llené de pánico pero ya no pude dormir pero a los 5 minutos volvió! Brincaba y brincaba, podÃan escucharse claramente las plantas de los pies saltando y saltando, asà que ya no se callaba, seguÃa y seguÃa y lo que hice fue prender la luz, poner música pero ni asÃ, eso se seguÃa escuchando! Al dÃa siguiente le conté a mi primo lo sucedido esa noche, ya lo habÃa puesto al tanto, pero ese dÃa le dije: “tus fantasmas no me dejaron dormir… fuimos ese mismo dÃa por agua bendita a la iglesia, la eché haciendo oración por toda la casa desde adentro hacia afuera hasta la calle y nunca más volvieron a escucharse cosas, yo dejé la casa al poco tiempo y mi primo me contó que llevó unas canicas para ver si en algún momento cambiaban de lugar, si era asà es porque ahà seguÃan pero no, nada pasó más, al menos no he vuelto a saber. Poco tiempo después supe que ese fraccionamiento está construido sobre pantanos, donde hacÃa muchos años llevaban a uno que otro muerto ahà para que desapareciera. Las cuevas de Isla de Pascua “Era nuestra cuarta expedición a Rapa Nui. En cada una habÃamos cartografiado la isla y las cavernas, sorprendiéndonos con una serie de hallazgos. Pero encontrar en una isla tan pequeña, tan distante, un sistema de galerÃas naturales de más de seis kilómetros, fue algo asombrosoâ€. Quien habla es Jabier Les, presidente de la Sociedad de Ciencias Espeleológicas Alfonso Antxia, la entidad española que lideró un estudio tan sorprendente como revelador: el descubrimiento en detalles de los secretos de las cuevas de Isla de Pascua, el lugar donde se refugiaban los nativos en sus guerras internas y antes de la llegada de los occidentales. Hasta hace una década, las galerÃas subterráneas -las accesibles- suscitaban el interés de operadores turÃsticos en Rapa Nui y afloraban historias sobre isleños que aún dormitan en sus escondites, emulando la vida de sus antepasados. Pero Les y su equipo de espeleólogos (exploradores de cavernas), en conjunto con expertos italianos y arqueólogos chilenos, recorrieron los lugares más recónditos del sistema de cuevas, confirmando que es el mayor complejo de cuevas de lava del paÃs y el número 11 en superficie de todo el mundo. “Ha sido una revelación, sabÃamos que existÃan estas cuevas, están ahà hace siglos, pero no se habÃa tomado en cuenta la variedad, cantidad y singularidadâ€, señala el administrador de Conaf del Parque Nacional de Rapa Nui, Enrique Tucki. Jabier Les cuenta que las expediciones, iniciadas en 2005, se abocaron al estudio del sector de Roiho (al norte de Hanga Roa), donde se hallaron 45 cuevas con evidencias arqueológicas. Allà encontraron una treintena de osamentas humanas, puntas de flecha, lanzas, hachas, utensilios y petroglifos. En esos sitios -cuentan los expertos- se refugiaron los pascuenses en el siglo XVI, cuando su cultura estuvo al borde del colapso, por la grave degradación medioambiental y las duras guerras tribales desatadas por la sobreviviencia. “Los usos más conocidos son en los perÃodos de guerras de tribus, cuando se transforman en cámaras secretas donde se protegÃan y también como sitio para recolectar agua y realizar cultivos agrÃcolasâ€, dice el arqueólogo de la U. de Chile Claudio Cristino, que estuvo en la expedición. Según Cristino, habÃa 20 mil personas en un medioambiente frágil que, al verse sobrecargado y agravado por hambrunas y sequÃas, gatilló la crisis social que los llevarÃa al borde del colapso, al fin de la era de los moai y al inicio del culto al Hombre Pájaro, poco antes de la colonización occidental. Mi padrastro (LARGA PERO LA MAS TERRORIFICA) Sentado en un viejo sillón de mi casa escucho con los ojos cerrados una vieja canción de piano que escribà junto a mi ya difunto padre. Aun no lo puedo creer, el hombre que me recogió de aquel orfanato ha muerto, aun no sé cómo murió. En ese momento mi mar de pensamientos fue interrumpido por una voz que me fue un poco familiar. ‘No, tu si sabes cómo morÃ’, dijo la voz misteriosa. Yo repliqué: ‘claro, espero llegar a mi casa pronto’. La voz misteriosa dijo: ‘no, aun no es tu casa, sigue siendo la mÃa hasta que lean mi testamento’. En ese momento un escalofrió inexplicable se adueño de mi cuerpo abrà los ojos y enfrente de mi estaba mi padrastro. El dijo: ‘¿sorprendido de volverme a ver?’, yo dije con una sonrisa sarcástica: ‘no, tu tan solo eres el dolor que siento por la pérdida de mi querido padre’. El padrastro sonrió y dijo: ‘o tal vez tu locura proyectada en uno de tus más profundos miedos’. yo pregunte: ‘¿miedos? Yo no te tenÃa miedo padre, yo te admiraba, yo te querÃa’. Y mi padrastro se desapareció en la obscuridad de un rincón. Suspiré y volvà a cerrar los ojos para concentrarme y escuchar esa hermosa melodÃa del viejo y olvidado piano. De repente alguien tocó la puerta, baje rápido para ver quién era y vi a Lorena, una vieja amiga de mi padrastro. Ella se encargaba de preparar los difuntos para el funeral, mi padre siempre le dijo a Lorena que el dÃa que muriera querÃa que ella misma lo preparara para verse espectacular en su entierro. Lorena me sonrió y me dijo: ‘ya está todo listo para el funeral de tu padre’. Yo respondÃ: ‘muchas gracias por ayudarme con todo esto Lorena’. Ella respondió: ‘no hay de que, esto que estoy haciendo es lo que siempre quiso tu padre, bueno nos vamos para preparar todo antes de que los familiares lleguen’. Replique: ‘claro nomas deja apagar el estéreo’, era de mala educación dejar a Lorena afuera asà que la invite a pasar, ella parecÃa muy sorprendida por la gran casa de mi padre, ya cuando llegamos al segundo piso apague el estéreo y mi padre apareció al lado mÃo y dijo: ‘acaso no te dije que nunca trajeras a nadie cuando yo no estuviera’, yo respondÃ: ‘pues estas aquà no se por qué te quejas’, Lorena un poco confundida me preguntó: ‘con quien hablas’ yo respondÃ: ‘con nadie’, Lorena me que habÃa escuchado esa canción, es muy bonita y preguntó cómo se llamaba. Yo respondÃ: ‘no tiene nombre la escribà junto con mi padre’. Lorena me sonrió y dijo: ‘tú has de tener muchos recuerdos hermosos de tu padre’, yo respondÃ: ‘si tengo bastantes, de pronto mi padrastro se apareció al lado mÃo otra vez y me dijo al oÃdo: ‘y tan solo por eso me mataste’. No lo pude creer mi padre o mi locura no sé que era él o esa cosa, pero me estaba culpando de la muerte de mi padre. En el funeral todos lloraban por mi padre excepto yo, no sabÃa por qué no lloraba por la pérdida de mi padre era mucho, pero al parecer tenÃa muchas fuerzas para retener las lagrimas. Me senté y suspire mirando como otros que conocÃan poco a mi padre lloraban desconsoladamente. De repente mi padre apareció sentado al lado mÃo y dijo: ‘vaya cuanta hipocresÃa hay en este pequeño cuarto’, yo le dije un poco enojado: ‘por lo menos ten un poco de respeto hacia las personas que vinieron a verte’, él se rio y me respondió: ‘no vinieron a verme a mà solo vinieron a ver a quien le dejé toda mi herencia, la gente a veces llega hacer muy hipócrita cuando hay algo valioso de por medio’. Entonces me llegó el recuerdo de lo que me dijo cuando estaba en casa con Lorena y le pregunte: ‘por qué dices que yo te mate’, el sonrió y me dijo: ‘no te hagas el tonto, yo sé, recuerda esa discusión y después no se empezó a oÃr cucu cucu y me encajaste el cuchillo en el pecho. Asustado le respondÃ: ‘no claro que no, yo no fui’. El se rio y me dijo: ‘nunca vas a escapar de mÃ, yo soy tus miedos, soy tu locura yo soy tu padrastro’. no pude más y grite con todas mis fuerzas: ¡Basta!, todos en el funeral me miraron como si estuviera loco, de inmediato me fui del funeral y corrà hacia mi casa, me encerré y me puse en un rincón y no sabÃa qué hacer, no sabÃa que pensar, como pude matar a mi propio padre, me puse a llorar yo querÃa a mi padre y de repente el pareció frente a mà y me dijo: ‘no, tú me odiabas me lo hiciste saber el dÃa que llegaste borracho’, yo sorprendido le pregunte: ‘como no entiendo llegue borracho por favor dime qué fue lo que paso’, el me dijo: ‘llegaste borracho me dijiste que me odiabas que siempre tenias que hacer lo que yo decÃa yo le respondà : ‘porque era cierto’, el me reclamo: ‘no yo siempre te di la opción, pero tú por miedo a lastimarme siempre hacÃas lo que yo querÃa’. Yo respondÃ: ‘es cierto ya lo recuerdo todo se salió de control y tome el cuchillo… Lo siento padre’, de repente una lagrima de sangre se notaba en la mejilla de mi padre y me dijo: ‘no me duele que me hallas matado, es mas estoy orgulloso de que por primera vez tú hagas algo por tu propia cuenta’, yo pregunte: ‘entonces ¿por qué lloras?’ y él respondió: ‘me duele que tú me odies’, de repente me dolió el pecho y yo también llore y le dije: ‘no, no es cierto, yo no te odio, yo te agradezco por todo lo que hiciste por mi y tan solo quiero pedirte perdón’, el sonrió, ‘no hay nada que perdonar’. Mi padrastro bajó las escaleras abrió la puerta y cerró, dÃas después fui arrestado, confesé mi crimen y fui sentenciado a 20 años de prisión me parecieron justos, un años después decidà reunirme con mi padrastro Pobre niño Hace algunos meses mi mamá me contó una historia que le sucedió cuando era una adolescente. Resulta que estaba en la secundaria y tenÃa un compañero de aula que era muy lindo, su madre era maestra de una escuela primaria y su papá era chofer de la guagua (autobús) de transporte escolar. Ambos eran personas decentes y muy queridas en el vecindario. Una tarde el muchacho iba en su bicicleta camino a casa cuando un hombre le pidió que lo adelantara. Con mucho gusto él se brindó a hacerlo y el hombre se montó. Cuando habÃan recorrido un tramo el señor se sacó una jeringuilla del bolsillo del pantalón y le inyectó una sustancia para dormirlo. Por un tiempo no se supo nada del niño, hasta que lo dieron por perdido. Como su padre era chofer, logró movilizar un grupo de guaguas que iban y venÃan cargadas de personas del pueblo que andaban en busca de su hijo. Recorrieron gran parte de la provincia pero no hallaron rastro alguno del chico. Finalmente decidieron ir a ver a un palero (persona que practica la religión de santos y muertos) y este hombre le dijo que el niño estaba de cara al sol. Fueron a buscar en el oriente, por donde sale el sol y dieron con el niño. Estaba sentado con las piernas cruzadas en la hierba en un campo, le habÃan inyectado formol (lÃquido que le inyectan a los muertos para endurecerlos antes de enterrar) y le sacaron el corazón. Los pájaros le estaban terminando de comer los ojos. Cuando comenzaron a hacer las investigaciones descubrieron que el hombre que el niño llevó en su bicicleta era un brujero que habÃa sido contratado por una enfermera y su marido que era prófugo de la justicia. La intención era que el brujero hiciera un trabajo para que la policÃa no buscara más a su marido. El brujero lo que necesitaba era un corazón joven para el trabajo. La enfermera colaboró sacando las inyecciones y los elementos para operar del hospital. Luego la policÃa hizo un levantamiento hospital por hospital buscando a la enfermera, pero nunca apareció. En el entierro de tuvo que sellar el cristal del ataud con fotos del niño. La mamá del niño fue internada en un hospital psiquiatrico y murió a los pocos meses. Su padre aún vive y es un alcohólico. Los fantasmas de la ruta 66 Si usted decide seguir viajando a o largo de la ruta 66, pronto se encontrará Catoosa, Oklahoma (USA), al conducir a través Catoosa, recuerde que debe permanecer en la ruta 66: si usted toma un giro equivocado y termina en la carretera 412, a unas 6 millas de Catoosa, no pocos le informarán de un incidente que muchos otros han atestiguado haber vivido. Una vez que llegue al cementerio de Timber Ridge ya no hay vuelta atrás: ahà es donde un pequeño niño nativo americano ha sido visto,... e incluso golpeado por más de un conductor. El pequeño se observa detenido a lo largo de la carretera con su bicicleta, donde un vehÃculo lo atropelló y lo mató. Fue enterrado en el cementerio mismo, en la primera fila junto a la puerta, cerca de la parte inferior de la colina. Varias personas juran que al atravesárseles, sintieron realmente cómo golpearon al niño,... y encontrar huellas de pequeñas manos ensangrentadas en los parachoques de sus coches. Otros lo han visto de rodillas a lo largo de la carretera, mientras que algunos otros incluso han asegurado haber sufrido daños en sus vehÃculos, después de golpear al niño que luego se desvanece,... Recuerde que cuando viaje a Catoosa, cerca a la ruta 66, no viaje por la carretera 412 a menos que quiera a mirar a ese niño fantasma a la cara. El Reno es otra ciudad a lo largo de la Ruta 66 que cuenta con su propia leyenda. Recorriendo por el camino que se conoce como "la Ruta de la Madre" de El Reno, y entre éste y Weatherford, usted se encontrará con el fantasma de un hombre jorobado. Lleva un abrigo marrón y un sombrero que es de "estilo bogies", cubriéndole los ojos. Le encanta aparecer en las noches de niebla o de lluvia. Algunas personas se han detenido a lo largo de la carretera a recoger a este misterioso hombre sólo para ver que él pide dejar el vehÃculo tras un corto tramo, carretera más adelante,... para luego ver pasmados cómo su imagen se mantiene como caminando frente a ti, en la misma carretera, ¡pero lo verás asà flotando por varias millas delante de TI! Dientes Abrà los ojos somnolientos, apenas podÃa distinguir que me encontraba en mi habitación. Con algo de sueño me levanté y con pasos temblorosos me dirigà al baño, eran las 6:38 de la mañana, sentà un sabor a sangre en la boca y un lÃquido que brotaba de mis encÃas; pronto, el lÃquido se tornaba mayor, tanto asà que ya no me era posible tragármelo, debido a eso, comenzó a emerger por mi boca, el piso de cerámicos blancos ahora tomaba un color carmÃn, entonces realicé que el lÃquido era sangre, fue asà como levanté la cabeza para poder observar la herida de la que salÃan litros de sangre, al verme en el espejo, me horroricé de forma extraordinaria. Aquello que me causaba un estupor tremendo era que, al abrir la boca para ver la herida, noté que mis dientes se encontraban completamente podridos y desordenados, de modo que, los molares ahora estaban en el lugar de los caninos, y los incisivos dispersados alrededor de toda mi boca; jamás habÃa visto cosa parecida. Finalmente, cuando parecÃa que la sangre dejaba de brotar, me dispuse a buscar la supuesta herida causante de la hemorragia, después de unos minutos, sin hallar vestigio alguno de cortadura o infección, sentà deseos increÃbles de vomitar. Para esto, todo mi baño se encontraba cubierto de color rojo, mis vómitos solo eran sangre y no como comúnmente sucede que se regurgita la comida digerida, pero no, solo sangre; luego de 10 minutos de vomitar, sentà que vomitaba mi lengua, luego una especie de tubo delgado emergÃa de mi boca, tenÃa conocimientos básicos de anatomÃa, asà que comprendà que vomitaba mis entrañas, luego, observé que salÃa una bolsa, el estómago, luego dos tubos, los intestinos delgado y grueso. YacÃa completamente bañado en sangre y cansado, debido a las contracciones que realizó mi cuerpo al vomitar. Contemplé mis órganos en frente de mÃ, me toqué el abdomen y sentÃa un vacÃo alucinante, solo costillas y piel, asombrosamente seguÃa con vida. Vi el reloj y marcaban las 7:30; iba a llegar tarde al trabajo, asà que me afeité, me vestà y me encaminé con destino a mi oficina. No duré mucho… El aniversario Esta historia me la contó una estudiante de catorce años en un arrebato de intimidad. El suceso lo vivieron sus padres, a los que llamaremos Angela y MartÃn (recuerdo sus nombres reales pero ya sabéis...) Aquella noche Angela y MartÃn se acostaron como de costumbre. MartÃn se durmió rápidamente pero Angela tenÃa el sueño más flojo, de modo que cuando empezaron los arañazos ella los oyó y se puso alerta. Lo primero que pensó al oir ruidos que no supo identificar debido al miedo, fue que habÃan entrado ladrones en la casa. Despertó a su marido sin abrir siquiera la luz y le pidió que escuchara y mirara a ver si habÃa entrado alguien al hogar. MartÃn se despertó, escuchó y dijo: "Son arañazos, será el perro". Si apenas hacer movimiento encendieron la luz y vieron al animal dormido a los pies de la cama. No habÃa sido él. Volvieron a apagar la luz pero esta vez se reanudaron los arañazos, y cada vez parecÃa más claro que se estaban haciendo en la puerta cerrada de la habitación. MartÃn dijo en voz baja a Angela que igual era un ratón, y que si era asÃ, lo pillarÃa, porque los ratones, al ver una luz, se quedaban inmóviles momentáneamente. Y lo hizo, pero la luz demostró que allà no habÃa ratones. Despertaron al perro, que se puso nervioso. Volvieron a hacer otra prueba y cada vez que apagaban la luz se escuchaban los rasguños sobre la madera de la puerta. MartÃn decidió abrir la luz y levantarse y, con bastante miedo, según confesarÃa, se dirigió a la puerta, la abrió y miró ceñudamente a ambos lados. Nada. Se dirigió hacia la cocina con Angela siguiendo sus pasos. Pensaban en los niños, no querÃan que se despertaran e intentaron caminar en silencio. Al llegar a la cocina Angela tuvo un pálpito. - ¿Qué dÃa es hoy, MartÃn? MartÃn le dijo la fecha exacta. - Es el aniversario de la muerte de mi madre!. -Exclamó ella. Angela encendió una vela y rezó y prometió a su madre que por aquel olvido le harÃa una misa especial para ella. El resto de la noche no se escuchó ni un rasguño más. .estas historias estan de maravilla aunque esten largas ami me gustaron a ver ustedes
Posted on: Wed, 24 Jul 2013 23:18:31 +0000
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