IDA Y VUELTA El sonido de un móvil les devolvió al presente - Es el mío - aseveró Teresa-. ¡¡Ah, hola, mami!! Te iba a llamar ahora, que si, de verdad. Pues aquí estoy, charlando con la abuela. Sí, muy bien. ¿Vosotros? Hoy hemos comido fuera, he probado la morcilla de aquí. ¡¡Qué rica!!. Ya, ya sé que te encanta, la abuela me lo ha recordado. Sí, esta tarde, una vueltecilla por ver el ambiente, sola… mamá hija… que me va a pasar.. ¿Te paso con la abuela? Teresa aprovechó para entrar en su cuarto, sospechando que lo de su madre no iba a quedar en un momento y que posiblemente algunas de las recomendaciones que intuiría por las respuestas de su abuela le iban a resultar de más. Se recostó en la cama, repasando los pasajes y las emociones del día y un par de bostezos casi consecutivos, le hicieron notar que estaba muerta de cansancio. Aurora no tardó en asomar por la puesta, se acercó y se sentó a los pies de la cama. - Ya ha terminado el repaso? - Ya… estarás cansada, no? - Uf, reventaita - Bueno pues entonces… - Espera no te vayas- con unos elocuentes golpecitos, invitó a su abuela a que se sentara más cerca de ella- ¿Tienes más cosas que contarme? - Pues claro, no voy a tener… - Ya, pero digo, gordas, como la de antes Aurora respondió de primeras con un profundo suspiro - Así, que igual te sorprendan un poco…Pues, a ver …soy escritora - ¿Cómo?- Teresa no pudo evitar incorporarse y sentarse en la cama - Verás, te explico… hace 7 años escribí un libro, tuvo mucho éxito, se vendió mucho, gané una pasta Los ojos de Teresa se iban a salir se sus órbitas - Lo escribí con un pseudónimo porque no tenía nada claro que fuera a seguir escribiendo y no quería verme presa de mis propias expectativas - Con qué pseudónimo - Ysia - Qué chulo… y el libro? - Las 7 Fábulas - No me suena, pero claro hace siete años tenía yo 8, y tampoco es que esté yo muy al tanto… - Se vendió sobre todo en Hispanoamérica, aunque aquí también funcionó bien, sabes lo mejor de todo? - Si no me lo dices… - Que lo publicó una editorial pequeña y desconocida: Afín ediciones y que a su editora, que hoy en día es de mis íntimas, le vino de miedo - Ya, me imagino… y llevas siete años sin volver a escribir - Sí, y no sólo eso, el caso es que hasta hoy había creído que no volvería a escribir ninguna novela más - ¿Hasta hoy? Pero que pasa hoy, qué día es?’ Qué posición tienen los astros? Qué coño pasa? - Teresa, no te pegan esas expresiones - Uf, pues te vas a tener que acostumbrar, como dice mi madre entre col y col una lechuga y a veces me sale la vena cani. Pero bueno, a lo que vamos… - Pero tú no estabas ya para dormirte? - Me parece que por el camino que vamos la noche va a ser muy larga - La novela anterior la escribí, después de un sueño que tuve - Un sueño? - Sí, pero eso te lo cuento otro día, porque si no, no acabamos nunca y yo sí quiero irme pronto a la cama - Bueno, esta tarde… qué ha pasado esta tarde…? - Algo en mi interior, no sé si procedente de esta vida o de una anterior - Entonces tú crees? - No, no voy a hablar de eso ahora, escúchame por favor, si no esto va a ser la historia interminable. Algo, no sé qué coño, que yo también me pongo mal hablada de cuando en cuando, me orientó hacia un viejo baúl en el que me encontré el primer billete de tren de ida y vuelta que tomé en mi vida - Uf, qué curioso!!… - El caso es que fue tenerlo entre mis dedos e irrumpir una tremenda determinación de que aquello era como una señal y que a partir de hoy tomará forma mi segunda novela - Así, sin más… qué máquina, abuela!! - Llamé a Carolina, mi amiga editora y si quieres quedamos mañana con ella - ¿Quedamos? - Sí, claro, quedamos. Tú vas a ser mi principal documentalista en esta historia - Anda ya, si yo no sé ni lo que es eso - Mejor.., tú, déjate llevar… - Cuidado, eh, que al último que me dijo eso mismo, se llevó una guantá Las risas de por medio suavizaron la intensidad del momento - Entonces, quedamos mañana? - Vale - Bueno, pues ahora a descansar - No sé si podré con tantas emociones… - Oye y… No la dejó terminar - Un chimo muy guapo, con una sonrisa y una voz preciosa - Cómo sabías que..? - Te leo las cartas abuela, o a lo mejor es que eres muy previsible - ¿Previsible, yo? - No te piques… de todas formas en mi función de documentalista o de lo que sea, ya me encargaré que no lo seas, no? - Niña pero tú de dónde has salido - Te cuento lo de la semillita…? - Madre mía..!! Me voy - Un besico, abuela- la sonrisa era un poco prestada, aunque a saber si por un ángel o por el mismísimo demonio La abuela se acercó y para vengarse le dio los típicos besos gordos y sonoros de las vecinicas del pueblo, cuando era una niña - ¿Mañana…? - Mañana más, abuela
Posted on: Fri, 16 Aug 2013 04:05:48 +0000
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