LA JUSTICIA Y LA DISCIPLINA DE DIOS ¿Sabía usted que la justicia de Dios es por fe y la disciplina es por conocimiento? En este escrito explicamos este tema con lo que está escrito. Pablo echó a un lado el viejo pacto, la ley. La ley es el pacto que un fiel judío vive y el religioso actual cumplen para ser, según ellos, salvos. Pero la ley y los profetas veían venir la justicia de Dios que libra de culpa sin obras a todo el que cree en Jesucristo (Romanos 3: 21- 22). En M.A.I , creer es fácil, no hacemos obras, vivimos en reposo y estamos bien con Dios (Romanos 4: 6). Dios sufrió en la cruz y rechaza a todo el que añade obras buenas o malas a su justicia. Ejemplo: Como el que no rezó el rosario esta mañana, o no leyó la biblia, o el que no se hincó o no oró, o aquel que no hizo la señal de la cruz, o el que no fue a misa. Solo los criminales de ovejas enseñan eso. ¿Por qué hay policías en una ciudad?, ¿Por qué hay reglas? Por la maldad que traemos integrada en nuestro cuerpo. ¿Quién hizo a un niño pecador desde la cuna? (antes de la cruz). Fue DIOS mismo y prometió: -Yo pagaré el mal que les hice, hice un plan y los míos creerán sin una obra, los salvaré. Es mentira que la gracia no es un don inmerecido, es bien merecido. Lo merecemos, ¡Recíbalo! Dios decretó desde antes de nacer que el justo viviría por fe (Romanos 1: 17). Los prevaricadores dicen: -Si no paga un precio, el diablo se lo lleva, se pierde, va al infierno. Dios desde antes fundar el mundo eligió espíritus para creerle, pero Adán se lo quitó a la humanidad y para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, lo devolvió a los elegidos cuando Cristo murió (Romanos 9: 11). Los que viven por obras, que no conoce fe, dicen: -Tú no eres santo, yo te vi haciendo esto ayer… Ellos piensan que solo se es justo por OBRAS. Entonces Cristo murió por demás (Gálatas 2: 21). Hay que recibo ser hallados justos por fe (Filipenses 3: 9), ya que es gratis (Isaías 55: 1). Hay que confesar que JESUCRISTO MURIÓ Y ME JUSTIFICÓ, LA COMPRÓ SIN DINERO Y ME DISCIPLINÓ, ejercito mis sentidos en la paciencia, me declaro dócil entiendo que la confesión no es mayor que el decreto, sigo disciplinándome y veo al Señor (Hebreos 12: 5- 14). Amado Lector: La justicia y la disciplina de Dios le dan fruto apacible conociendo el bien y el mal. ¡Bendecido! «Ap.G.P»
Posted on: Sat, 28 Sep 2013 15:24:30 +0000
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