LOS LANZAZOS DE SAUL 1Sa 18:6 Aconteció que cuando volvían - TopicsExpress



          

LOS LANZAZOS DE SAUL 1Sa 18:6 Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música. 1Sa 18:7 Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles. 1Sa 18:8 Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. 1Sa 18:9 Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David. 1Sa 18:10 Aconteció al otro día, que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en medio de la casa. David tocaba con su mano como los otros días; y tenía Saúl la lanza en la mano. 1Sa 18:11 Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces. Esta historia que es parte de las sagradas escrituras, nos presenta en figura situaciones desagradables, que pueden suscitarse en la vida de un redimido. Ahora bien, es muy iluminador considerar una situación de esta naturaleza a la luz de algunas verdades; La primer verdad, es que a los que a Dios aman todas las cosas les ayudan a bien: Rom 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. La segunda verdad, es que Dios puede usar los lanzazos de Saúl para matar al Saúl que todos llevamos dentro: Salmo 66:9 -12 El es quien preservó la vida a nuestra alma, Y no permitió que nuestros pies resbalasen. Porque tú nos probaste, oh Dios; Nos ensayaste como se afina la plata. Nos metiste en la red; Pusiste sobre nuestros lomos pesada carga. Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza; Pasamos por el fuego y por el agua, Y nos sacaste a abundancia. La tercera verdad, es que Dios no fallara en hacernos ver que tal o cual situación es parte de la provisión para quebrantarnos, es decir para morir a nosotros mismos: 2Co 1:5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. La cuarta verdad, es que ningún Saúl puede alejarnos del propósito de Dios, ni mucho menos arrebatarnos aquello que Dios tiene asignado para nosotros, pues cuando Dios habré una puerta no hay Saúl que la pueda cerrar: Apocal3:7 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: La quinta verdad, es que una vez cumplido el propósito de Dios, El mismo quietara la opresión que ese Saúl representa, pues buscaras a tus enemigos y no los hallaras Dios los bendiga. Daniel Nicolas Pastore.
Posted on: Sat, 21 Sep 2013 17:06:00 +0000

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