La estudiantes Nina Osorio Villavicencio quien ha sido mencionada - TopicsExpress



          

La estudiantes Nina Osorio Villavicencio quien ha sido mencionada en la última sabatina presidencial y replicada en Ecuavisa por la Secom por el hecho de haber dados declaraciones contrarias a la explotación petrolera del Yasuní, ha enviado una carta al presidente de la República, Rafael Correa. En su misiva, Osorio le dice al mandatario, entre otras cosas: "Vuestra subjetividad ha intentado encasillarme en aposentos donde jamás he ingresado, desnaturalizando así el propósito real de mi intervención en Ecuavisa". Osorio reiteró que se siente decepcionada por la explotación petrolera en el Yasuní, al tiempo que el etnocidio no prescribe. Aquí el texto de la carta: Puyo, 15 de septiembre de 2013 "Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda América queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas, las campanas doblan por ti": John Donne Señor Economista Rafael Correa Delgado, Presidente Constitucional de Ecuador Quito Señor Presidente, vuestra subjetividad ha intentado encasillarme en aposentos donde jamás he ingresado, desnaturalizando así el propósito real de mi intervención en Ecuavisa. Mi intención nunca fue hacerme “famosa” en 15 minutos; mi razón de vida se proyecta a otros parámetros: desde lo inconmensurable de las raíces del conocimiento hasta un connatural acercamiento a la naturaleza y la preocupación por el desenvolvimiento de la sociedad en la que vivo. Al solicitar la entrevista, expuse a Ecuavisa que no puede el afán político de un Prefecto cuestionado por la Contraloría, lavar culpas comprometiendo la magnificencia Amazónica. También me asiste el derecho de solicitar, el cumplimiento de la palabra empeñada al pueblo amazónico en la entrevista que realicé con usted, hace 6 años. Es por esta razón que me extraña que durante la respuesta del poder, que nunca fue réplica, en Ecuavisa y el enlace ciudadano no se abordó la cuestión de fondo, que en breves rasgos lo voy a reasumir en esta misiva. Yo no he querido ofender con mis palabras, por ello le confieso señor Presidente, que la decepción soy Yo, frente a la promesa que usted hiciera a una adolescente. La respuesta de las cadenas televisivas en mi contra fueron muy bajas: “ciudadana del Puyo, conocida por su extremismo”. (Escucho “extremismo” y me atuendo nuevamente con la camiseta del Che, aquella que anduve puesta el día en que usted me dijo que Yo tenía la misma edad de Sofía, su hija, cuando me abrazó para la foto). La afirmación referida lo tomo como una reprimenda y un desajuste, como también es desajuste, insinuar que Ecuavisa “utilice a jóvenes odiadores, claramente vinculados a sectores opositores con el Gobierno, que dieron más de 15 minutos a esta chica para que hable tonterías del Presidente”. Nunca he hablado mal del Presidente, en ningún sentido y por ello, vuelvo por la palabra y remarco ante usted, parte de aquel diálogo que sostuvimos en agosto de 2007: “porque no es solo una idea la que hace surgir a la Patria, todos somos una sola fuerza, todos somos un solo puño”, le decía por aquel en entonces y lo ratifico ahora. Somos uno solo señor Presidente, en la búsqueda de un porvenir magnánimo para nuestro pueblo. Con la certeza de mi convicción, en aquel diálogo señalé que la compañía extranjera AGIP, en el año 2001: “pasó la factura al Estado por cada barril de petróleo, a catorce dólares con quince centavos, mientras que Petroecuador pasaba la factura al Estado, el mismo año y el mismo barril, a tres dólares veinticinco centavos. Eso señor Presidente, es un robo; con la diferencia que entre ambos valores podríamos lograr que toda la Provincia de Pastaza, tenga acceso a internet, ahí estaríamos ingresando a la sociedad del conocimiento, porque el internet es un vasto mundo de ideas, de pensamiento, de sabiduría, en donde nosotros vamos a educarnos y una sociedad más educada es una sociedad más libre, ¿sí o no?”. Luego le hablé de la necesidad de renegociar los contratos con Porta y Movistar en favor del Estado; mientras usted, atento y festivo no dudó en darme la oportunidad de un diálogo más cercano: “Qué edad tienes Andreita”; trece años respondí. “Tienes la edad de mi hija Sofía, y cuándo los cumpliste?”. El 15 de abril, justo el día de la Consulta, continué. “Por eso les dimos siete a uno”. Y reímos. “Ahora, me alegra que tengas tanta conciencia social, tanto compromiso, tanto espíritu revolucionario”, me dijo, tomándome por sorpresa, porque, lo confieso ahora, nunca esperé que el propio Presidente, entonces, valorara lo que es tan frecuente en nosotros, los jóvenes de hoy. Me alegré después, señor Presidente, que usted coincidió conmigo en los temas de Porta y Movistar, pero muy especialmente en el pantanoso universo de la AGIP. Usted me dijo: “Sobre AGIP sí, eso es un asalto, sepan ustedes que había empresas petroleras que para no pagarle utilidades al Estado, declaraban el costo de extracción hasta dieciséis dólares el barril cuando el costo de producción para Petroecuador es cuatro dólares. Vendrá un defensor de las petroleras a decir ¡ah! Es que no hay amortización. Pónganle lo que quieran, será ocho o nueve dólares, pónganle lo que quieran. Qué pasaba si se declaraba el doble, la participación para el Estado era menor, las utilidades eran menores y el impuesto a la renta era menor. Nos han asaltado, nos han saqueado”. (adjunto GRABACION DOS). Esto fue en agosto de 2007. Volvamos al futuro, como diría Steven Spielberg. Seis años después encontramos que de acuerdo a un contrato modificatorio realizado en su gobierno, la AGIP cobra treinta y cinco dólares por barril al Estado Ecuatoriano. Percibo, señor Presidente, que nuevamente usted y Yo vamos a coincidir, seis años más tarde de aquella entrevista: si 16 dólares por barril eran un asalto, mucho más ahora, cuando nuestros asertos los ha ratificado informes de la Fiscalía y la Contraloría General del Estado. Y no solamente que hay sobreprecio, sino que también existe una entrega nada clara del campo Oglan descubierto por Petroecuador y Lumbiquiti, sin licitación a la misma AGIP, y violando la normativa. Es por ello, señor Presidente que ahora, la decepción soy Yo. Soy una mujer que precisa su palabra en la búsqueda constante de la verdad y la justicia. No he odiado a nadie, nunca; son sentimientos improbables en mí. Entonces, y solo entonces, prosigo. Mi intervención en Ecuavisa, fue para explicar a los ecuatorianos que en el más ignoto recoveco del planeta, donde aún se puede escuchar el ulular de la cascada junto al gruñir del ocelote, existe toda una herencia de amor a la tierra, existen caminos que siempre conquistan el regreso, que vuelven a nacer con cada ausencia. Me sorprende por eso que al Yasuní quieran encasillarlo en una estadística, “el uno por mil”, “la puntita”. Le invitó a usted, señor Presidente, a meditar en lo profundo del silencio, en lo inconmensurable de lo eterno, en la imponente majestuosidad de árboles que solitos albergan más de 200 especies vivientes. Vamos a unirnos en la confluencia diáfana del bosque con los sueños del corazón. Mi espíritu prefiere la sinfonía de la selva a la fiesta de los taladros. Cuando escucho que un taladro en el parque Yasuní es como una hoja de papel bond en un estadio, es decir, el uno por mil, Yo me pongo a pensar en que esa hoja puede estar en el punto penal y ser el fiel para dirimir el resultado de un encuentro de fútbol; entonces, si un diestro convierte el tiro penal, ese solo punto puede ser la alegría no solo de los fanáticos presentes en el estadio, sino de todo un país, de todo un continente. El uno por mil, compañero Presidente, me da a pensar que algo es el 99.9%, ojalá no sea una persona. Con esta carta yo le invito a reincidir en la historia de los abrazos y en historias tan nobles y humanas como la del inmortal Mario Moreno Cantinflas. Cantinflas nos legó frases históricas: “Aquél que mete la pata, y reconoce su falta, da prueba de su valor, reconociendo su falta”; o esta otra, “O actuamos como caballeros, o como lo que somos”. Cuánta sabiduría en uno de los mejores comediantes del siglo XX. Cantinflas, sencillamente, fue un guerrero de los derechos humanos. Señor Presidente, Yo, Nina Andrea Osorio Villavicencio, utilicé un minuto con treinta y ocho segundos, (de los 15 de la entrevista en Ecuavisa), para expresar mi posición con respecto de la política energética dirigida por usted, fue para explicar los hechos referidos en esta carta y no como un miembro de la oposición y mucho peor como alguien utilizada por Ecuavisa para “hablar cualquier cosa contra el Presidente”. Señor Presidente, le cuento, sé cantar, reír y ahora, quiero volver a ser feliz, ( amazoniactual/ninandrea.htm ). Las palabras pronunciadas por los locutores de la SECOM lapidan, maltratan y hacen daño; lastiman en lugar de convocar, confunden y descalabran la voz del Presidente. Finalmente, me voy a permitir convocar a usted, a regresar a la palabra sabia, acudir en busca de los eruditos, para que el destino de los seres humanos que habitan el Yasuní, no esté en el voto de 105 asambleístas que ahora mismo están hablando de algo que no conocen. Es necesario recordarles que los delitos de etnocidio, no prescriben. Me uno al sacerdote Capuchino que ha estudiado más de 40 años la zona: Miguel Ángel Cabodevilla. Él dijo en una reciente entrevista, “Sí, un pare de un año y estudiar a fondo y en serio, destinando recursos a esa zona...Me suena sensato lo de parar. El movimiento en esa zona me parece tan desmesurado respecto a los pobladores, a la capacidad de compresión, de reacción y de asimilación que si se pudiera, por lo menos, no aumentarlo sería un gran logro”. Párele un año e investíguese, es mi grito a puño cerrado. Las palabras que aquí las he escrito ya forman parte de mi patrimonio, justamente por haberme dirigido a Usted, Presidente. Aspiraría que estas letras, escritas desde lo más profundo e íntimo de mi conciencia, lleguen a usted y funcionen como las imágenes de la selva y sus doce mil tonalidades del verde, que sean parte de los aromas del Yasuní y la voz de los manatíes; que no se las lleve el viento... Sinceramente, Nina Andrea Osorio Villavicencio CC 1600549602
Posted on: Fri, 20 Sep 2013 10:51:58 +0000

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