La expansión eléctrica en el Parque Barbas-Bremen Por: Felipe Chica Jiménez, Dom, 2013-09-01 14:06 Barbas-Bremen es un rico ecosistema a escasos 40 minutos de Pereira. Alberga monos aulladores, pequeños y medianos mamíferos, especias forestales en peligro de extinción como el comino crespo; aves amenazadas como la pava caucana (penelope perspicax) y otras aves migratorias que hacen su parada para alimentarse y reposar de un largo viaje. Es uno de los pulmones que renueva el aire que respiramos en el centro occidente del país y reservorio hídrico que compromete las quebradas Cestillales, Boquí, el Manzano y los mismos ríos Quindío, Barbas, Roble y Consota que nutren de agua más de 15 veredas locales. A finales del año pasado, los habitantes del eje cafetero recibieron la noticia del proyecto eléctrico UPME 02-2009 adjudicado a la Empresa de Energía de Bogotá, que pretende instalar 83 torres de alta tensión y otras obras de infraestructura asociadas en 165 predios muchos de ellos ubicados sobre el bosque andino húmedo del antiguo Parque Regional Natural Barbas-Bremen. Antiguo porque en el acuerdo 017 de 2011 de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda, Carder, pasó de Parque a “Distrito de Conservación de Suelos Barbas-Bremen”. Figura que no restringe desarrollos de gran infraestructura ni otros usos de gran impacto entre ellos la minería (ver decreto 2372 de 2010, artículo 16). Recategorizar un Parque Regional Natural implica soportar dicha decisión sobre estudios y diagnósticos ambientales que den cuenta de su relevancia ecológica. En el caso de Barbas-Bremen al parecer faltan dichos estudios, mientras la argumentación legal emitida por Carder a través del acuerdo citado se escuda en la interpretación no muy clara de lo que es “uso sostenible”. Lo que sí parece evidente es la viabilidad técnica y financiera de la expansión eléctrica en Risaralda y Quindío. Armenia, Pereira y sus poblados orbitantes ya se encuentran en el Sistema Interconectado Nacional SIN, mientras regiones como Caquetá, Casanare, Meta y Putumayo no lo están (Ver Plan Indicativo de Expansión y Cobertura del Servicio de Energía Eléctrica). Esto significa que de alguna manera el departamento del Quindío no presenta déficit de energía eléctrica como otros territorios, y abre las pregunta de que tanto se justifica un proyecto de esta envergadura y a quiénes beneficia realmente la expansión eléctrica hacia ésta región. ¿Tendrá relación con la locomotora minera? El complejo Campo Rubiales, con una demanda mensual de cerca de 92 GWh /mes hacia el oriente, es considerado un actor clave. El ministro de minas y energía dijo en su momento: “con este proyecto se puede garantizar la demanda de energía eléctrica (...) para sectores estratégicos en el desarrollo futuro de la región, entre otros la industria". La sigla de Upme, ente financiador del proyecto, significa Unidad para la Planeación Minero Energética. Instituciones como la misma Corporación Autónoma Regional del Quindío, ambientalistas y las mismas comunidades afectadas señalan el extractivismo minero de multinacionales como el "verdadero planificador" del territorio y autor del proyecto. La comunidad afectada directa e indirectamente por el proyecto sabe que no se trata de exponer argumentos en contra del desarrollo nacional, pero sí de alzar la voz a nombre de la biodiversidad, el agua, el paisaje y la soberanía. En tiempos de crisis ambiental y cambio climático, el desarrollo no puede seguir pasando sobre los ecosistemas, ni las autoridades ambientales deben seguir siendo instrumentos dóciles del mismo. Y Barbas Bremen no es el único caso. ¿Tiene que ver la recategorización del Carder de los Parque Regional la Nona y las Marcadas (cuestionada por el Instituto Humboldt) con la posibilidad de futuros proyectos de gran impacto?
Posted on: Mon, 16 Sep 2013 03:21:23 +0000
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