[...]La extracción social era determinante. No podía decirse que - TopicsExpress



          

[...]La extracción social era determinante. No podía decirse que hubiera obreros progres. Un metalúrgico de la Perkins o de la Pegasso, un campesino o un minero era simplemente rojo o nada. Tampoco en la universidad los estudiantes excesivamente comprometidos y concienciados encajaban en el diseño, porque en el boceto del progre había un elemento de frivolidad y erotismo porrero que ahuyentaba a los exiliados o militantes clandestinos, que se tomaban la lucha política en serio. De hecho un comunista que tuviera una amante era expulsado del partido. Los progres tenían una ideología de izquierdas, aunque también los había liberales furiosos, que en el fondo creían que era más explosivo el cóctel Manhattan, wiski con vermú rojo, que el cóctel Molotov y pensaban que el triunfo de la revolución social también consistía en llevarse a una de aquellas chicas de cara lavada a Oliver y después a la cama. Algunos troskoeróticos se fundieron con el hipismo, ensayaron la comuna y probaron el intercambio de pareja. Este hedonismo era también una frontera. No lograron la ruptura política, pero hicieron suya la ruptura en el placer. La derecha los zahirió hasta el escarnio, pero a esa generación de progres, muchos de ellos hijos de vencedores en la guerra, le debe este país la libertad y la democracia. Venían de las tinieblas, fueron los primeros en viajar, en estudiar masters en Harvard y al principio ocuparon puestos de subdirectores generales técnicos en la administración del estado estando todavía los franquistas en el aparato y luego se incorporaron a las filas de UCD y del socialismo, ocuparon las instituciones y terminaron por trasformar el país. Finalmente los sueños de aquella generación se fueron al diablo. [...]Estos jóvenes de hoy no han conocido la oscuridad, pero están machacados, tienen el horizonte cerrado, la derecha les ha comido la moral, la huida por cualquier gatera al extranjero es la alternativa al paro, se mueven entre la tentación de la violencia y el desánimo, rodean el Congreso de los Diputados, se enfrentan a los desahucios, pueden quemar contenedores después de una manifestación apaleada, pero los más lúcidos saben que más allá del cóctel Molotov no hay nada y solo esperan un líder, un proyecto, una frase, una imagen, que cohesione esta pasión colectiva y trasforme su cólera en algo determinante para cambiar el mundo o su vida.
Posted on: Sun, 25 Aug 2013 22:43:53 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015