Los Illuminati Parte 14 Gestación del Nuevo Orden - TopicsExpress



          

Los Illuminati Parte 14 Gestación del Nuevo Orden Mundial "Guste o no, tendremos un Gobierno Mundial. La única cuestión es si será por concesión o por imposición" Declaración de James P. Warburg. Ya el ya finado Karol Wojtyla, es decir, Juan Pablo II habló de ello, cuando postulaba acerca de traer las soluciones a los problemas de este mundo: La construcción de un NUEVO ORDEN INTERNACIONAL. El lo dijo así: “La enseñanza social de la Iglesia ofrece orientaciones para…el desarrollo de instituciones políticas…para una economía al servicio del hombre, para un Nuevo Orden Internacional… hacia la creación". Como menos no podía ser, su sucesor, el actual papa romano Benedicto XVI, recientemente ha pronunciado el mismo discurso. Joseph Ratzinger, alias Benedicto XVI, también ha pedido la construcción de un NUEVO ORDEN MUNDIAL, exhortando hoy a la humanidad a comprometerse en la edificación del mismo. Sólo si la humanidad está unida, dijo, podrá afrontar "tantas amenazas actuales", entre las que mencionó el terrorismo, la pobreza, la proliferación de armas, las epidemias y la degradación del medio ambiente. El que se sienta en el trono del Vaticano, enseña a la humanidad entera, a que deposite su confianza en la misma humanidad, diciendo que la solución está en el establecimiento de un Nuevo Orden Mundial. Nosotros como creación de YAHWEH, sabemos que la solución al problema de la humanidad, esto es, la desvinculación con nuestro Creador, no está en el hombre, ya que el hombre es una criatura caída, y que sólo YAHWEH por medio de Yahshúa puede salvar al hombre y el hombre debe dejar esa vieja naturaleza y en consecuencia obedecer la Toráh. ¿En qué consiste realmente ese “Nuevo Orden Mundial”, el cual Ratzinger exhorta hay que levantar para salvar la humanidad? ¿Son sólo palabras, o existe un plan meticulosamente trazado y bien estudiado detrás de ellas? Para ir entendiendo mejor todo esto, nos será necesario remontarnos un poco en la historia, y entre otras, en la historia de los Estados Unidos de América. Indagando en la historia El 4 de julio de 1776, los delegados de los trece Estados de Nueva Inglaterra proclamaban la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América. De los trece firmantes del Acta de Independencia, nueve eran francmasones, a saber: (Ellery, Franklin, Hancock, Hewes, Hooper, Paine, Stockton, Walton y Whipple). La influencia de la francmasonería se haría patente desde el principio en todos los ámbitos del naciente estado norteamericano, modelando sus componentes ideológicos y políticos e inspirando buena parte de su simbología. Inmediatamente después de proclamar la Declaración de Independencia, el Congreso reunido en Filadelfia adoptó una resolución encargando a John Adams, Benjamín Franklin y Thomas Jefferson la confección del sello oficial del nuevo Estado. Finalmente fue aprobado el diseño definitivo propuesto por el secretario del Congreso, Charles Thomson, maestre de una logia masónica de Filadelfia dirigida por Benjamín Franklin. El reverso de dicho sello no es, sino una trascripción de la simbología iluminista. En su parte central figura una pirámide truncada de trece escalones, el último de los cuales contiene una fecha escrita en caracteres romanos: MDCCLXXVI, esto es, 1776. Coronando la cima de la pirámide aparece un triángulo radiante con un ojo en su interior. Tal ideograma era el símbolo de los Illuminati, y el que figuró en las portadas de los textos jacobinos más radicales durante la Revolución Francesa. El reverso del Gran Sello (The Great Seal) incluye también dos leyendas, una en su parte superior, circundando el triángulo, que reza "Annuit Coeptis", y otra en su parte inferior, que circunda la base de la pirámide y dice "Novus Ordo Seclorum". [El Nuevo Orden Mundial; “La Fundación de la República Norteamericana”; por Martín Lozano.] 1. Échale un vistazo al billete de un dólar: En 1933, el presidente Franklin Delano Roosevelt, que era francmasón del grado 32 (de los “sabios”), y que como tal, sabía a que dios servía, ordenó que el reverso del Gran Sello norteamericano se imprimiera en la cara posterior del billete de un dólar. Por lo tanto, en el billete de un dólar americano, si uno se fija bien, ve lo siguiente: En la base de la pirámide egipcia se lee una fecha en números romanos: 1776. Debajo de la extraña pirámide, se lee en latín (¡¡¿por qué en latín?!!): “NOVUS ORDO SECLORUM”, que se traduce por: “NUEVO ORDEN DE LOS SIGLOS” o, “NUEVO ORDEN DE LOS TIEMPOS”. Como podrá apreciarse, las referencias a un “Nuevo Orden” y a una “Nueva Era”, tan recurrentes a todo lo largo de la época moderna, no son nada nuevas. Esta frase, tomada del filósofo romano Virgilio, es interpretada en su sentido más superficial como una equiparación del Estado norteamericano con la antigua Roma Imperial. Pero en la simbología iluminista (véase Illuminati), la leyenda en cuestión no se refiere a nada de eso, sino a la "Nueva Era de Acuario", que habría de suceder a la Era de Piscis o Era Cristiana. Por lo tanto, ese “Novus Ordo Seclorum” (Nuevo Orden Mundial) está estrictamente ubicado en una próxima era de negación absoluta de todo lo que implica Elohim. Otra acepción del término “NOVUS ORDO SECLORUM”, implica el carácter humanista y anti-Creador de este “Nuevo Orden”. Podríamos, por tanto, traducirlo por: “Sin Elohim, profano, secular, humanista, anti-Mesías”. Es decir: De la humanidad para la humanidad, descartando al verdadero Elohim, YAHWEH, pero declarando el levantamiento de un hombre que se atribuirá, y le atribuirán, absoluta naturaleza divina. Ese será el Anti-Mesías de las Escrituras(Revelación/Ap. 13; 19: 20); el modelo del hombre-divino que el mismo ha-satan mentirosamente inculcó a Java/Eva en Bereshit/Gén.: 4, 5. Annuit Coeptis / El ojo de Lucifer Encima de la extraña pirámide truncada y coronada por un ojo encerrado en un triángulo, puede leerse en latín: “ANNUIT COEPTIS”. La leyenda "Annuit Coeptis" se traduce como "(él) ha favorecido nuestra empresa", refiriéndose al ojo encerrado en el triángulo, que representa a una fuerza providencial, y que muchos siempre han pensado que se refería a YAHWEH. Ahora bien, se ojo encerrado en el triángulo que corona la pirámide egipcia, no es el ojo de YAHWEH; el Elohim verdadero, YAHWEH no tiene un solo ojo; la Escritura dice que Elohim tiene ojos, en plural, (Prov. 3: 4; Esdras 5: 5). Los que se mueven en el mundo de lo oculto, saben que ese es el “ojo de Horus”, el ojo de lucifer/ha-satán. El triángulo es a su vez un símbolo ocultista. El propietario de ese ojo no es sino el mismo que se hace llamar engañosamente en la masonería Gadu (el gran Arquitecto del universo), y no es otro sino el mismo ha-satán. En los últimos tres grados de la masonería, (Sabios, Elegidos y Adeptos), conocen los integrantes de los mismos a quien sirven realmente. No es al verdadero Elohim YAHWEH, sino a Lucifer. Así pues, cuando en el Sello Oficial de los Estados Unidos aparece “Annuit Coeptis”, es decir: “ él ha favorecido:”, ese “él”, refiriéndose al ojo del triángulo, no es Elohim, sino el mismísimo Lucifer. Ese mismo ojo luciferino, es sin ambages un símbolo de la masonería, así como un símbolo adoptado por la iglesia de Roma. El “ojo de Horus”, en realidad, el propio Satanás, antiguo Lucifer. Todo ello redunda en una colosal blasfemia. 2. Vayamos a la raíz y origen de todo esto: Según el Dr. Alberto Rivera, ex jesuita de alto rango, que posteriormente renunció a la órden, y que posteriormente murió envenenado, no sin antes revelar todo lo que los jesuitas hacen, y que tanto la Francmasonería como los Illuminati, así como una lista casi interminable de siglas y grupos, no son sino creaciones de los Jesuitas. Creación de los Illuminati Ignacio de Loyola, fundador de la Orden de los Jesuitas, creó también los Illuminati, poniéndola bajo la cobertura de la institución romana católica. La intención de Loyola era que los Illuminati fueran capaces de llegar a controlar la economía mundial, la banca internacional, las fuerzas militares; así como a ser maestros en toda suerte de poder de la brujería, controlando las religiones del mundo, con la finalidad de que la humanidad entera se arrodillara y sirviera al papa de Roma. Según Alberto Rivera, la Orden trabaja con los brujos a nivel mundial. No en vano la Escritura, la Palabra de YAHWEH nos dice que la gran ramera de Revelación 17, es la “madre de las abominaciones de la tierra”. Cuando empezó a divulgarse que Loyola había fundado los Illuminati, los jesuitas hicieron que otro miembro fiel llamado Adam Weishaupt (jesuita bajo el juramento extremo e inducción), fingiera dejar la Orden Jesuita y afirmara ser el originador de los Illuminati en Baviera, el 1 de mayo de 1776. Esto fue hecho para que el mundo creyera que no existe conexión entre los Illuminati y el sistema católico romano. El 1 de mayo, llamado en inglés “May Day”, es el día en que los brujos y satanistas tienen una de sus principales festividades anuales, así como los comunistas y socialistas vindican sus demandas en enormidad de actos públicos, sabido por todos. Ahora bien, recuerden la fecha que consta en la base de la pirámide: 1776. La supuesta misma fecha del nacimiento de los nefastos Illuminati; ¿coincidencia?; no. 3. Implicaciones de un Nuevo Orden Mundial: Básicamente se estaría hablando de toda la actividad humana sobre el planeta, concretada en cinco puntos básicos: 1. Un Nuevo Orden político Mundial 2. Un Nuevo Orden económico Mundial. 3. Un Nuevo Orden legislativo Mundial. 4. Un Nuevo Orden militar Mundial. 5. Un Nuevo Orden religioso Mundial. En otras palabras, una dictadura a escala mundial… Ocupando los lugares más altos en los gobiernos internacionales, Parlamento Europeo, iglesias, y demás instituciones a nivel global, los Illuminati (recuérdese: Los Jesuitas), a través de entre otros medios, un sin fin de sociedades secretas denominadas “1000 points of light” (1000 puntos de luz), y es imposible averiguar acerca de todas ellas, están guiando al mundo globalizado hacia su “Novus Ordo Seclorum” (Nuevo Orden Mundial); y aquí tenemos a los dos últimos jefes del Vaticano anunciándolo a bombo y platillo, como la solución esencial para la supervivencia del planeta, y de la humanidad. Más concretamente, los objetivos de “la Orden”, se conocen; y son seis: 1. El establecimiento de un Nuevo Orden Económico Internacional, controlado directamente por una Junta Mundial, con dos únicas monedas: El Euro y el Dólar americano. 2. El establecimiento del que, sólo en apariencia, será un gobierno democrático único mundial; sin embargo, estará controlado absolutamente bajo “la Orden”. 3. La conquista y sujeción por medios económicos de las dos superpotencias; EEUU y Rusia. 4. El establecimiento de los Estados Unidos de Europa (Unión Europea), la que será el imperio dominante en el único gobierno mundial. 5. La introducción del dirigente supremo mundial (alias Bestia AntiMesías, Rev/Ap. 13), para presidir el único gobierno mundial. 6. El establecimiento de una sola religión mundial que coordinará todas las religiones de la tierra bajo un supremo pontífice (alias Falso Profeta, Ap. 13), paralelo al supremo dirigente político mundial. Todos estos objetivos están ya prácticamente conseguidos de hecho, salvo el entrenamiento de los dos dirigentes supremos mencionados; y esto se hará una vez que se reconstruya el Tercer Templo en Jerusalem ya que debe haber un gran conflicto para que los Estados Unidos desaparezcan como potencia en manos de Roma. La torre de Babel El primer intento humano de traer un gobierno mundial secular, lo encontramos en Bereshit/Gen 11, cuando la humanidad postdiluviana levantaba la torre de Babel. YAHWEH destruyó aquella torre y desperdigó a todos aquellos hombres por toda la tierra, confundiendo su lengua. De nuevo, y por un poco de tiempo, aparecerá el falso “Milenio” de ha-satán (Ap. 13), y que durará sólo siete años, aunque la manifestación de la maldad aparecerá a partir de la segunda mitad de esos siete años, es decir, tres años y medio, o 42 meses (Revelaciones/Ap. 13: 5) Concluyendo: Esos discursos acerca del “Nuevo Orden Mundial” pronunciados entre otros, por Juan Pablo II y recientemente, por Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), no son palabras huecas, vacías y vanas, sino que han de entenderse como un aviso preclaro de las intenciones del dios de este mundo, ha-satán respecto a lo que está por venir sobre este planeta de forma inminente.
Posted on: Thu, 25 Jul 2013 20:52:27 +0000

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