Ministerio Católico De Evangelización Kerygma ¿SE PUEDE ORAR POR LOS MUERTOS? Las sectas protestantes, enseñan que no hay orar por los muertos; pues, según ellos los muertos no tienen conciencia de nada en absoluto, por lo tanto de nada les sirve nuestra oración. Para los católicos no es así; pues, nosotros tenemos un concepto diferente acerca del hombre y de su destino después de la muerte. Según la enseñanza de la Iglesia; la muerte es la separación del alma y del cuerpo; muere el cuerpo pero no el alma. Por lo tanto, hay una parte de hombre que sigue consciente después de la muerte; pues, cuando Jesús habló del destino del hombre después de la muerte, habló de seres conscientes con la capacidad de razonar. Veamos el siguiente texto. Pues bien, murió el pobre y fue llevado por los ángeles al cielo junto a Abrahán. También murió el rico y lo sepultaron. Estando en el infierno, en medio de los tormentos, el rico levantó los ojos y vio a lo lejos a Abrahán y a Lázaro con él en su regazo. Entonces gritó: Padre Abrahán, ten piedad de mí, y manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me atormentan estas llamas. Abrahán le respondió: Hijo, recuerda que tú tuviste tus bienes durante la vida, mientras que Lázaro recibió males. Ahora él encuentra aquí consuelo y tú, en cambio, tormentos. Además, entre ustedes y nosotros hay un abismo tremendo, de tal manera que loas que quieran cruzar desde aquí hasta ustedes no puedan hacerlo, y tampoco lo pueden hacer del lado de ustedes al nuestro. El otro replicó: Entonces te ruego, padre Abrahán, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, a mis cinco hermanos: que vaya a darles su testimonio para que no venga ellos también a parar a este lugar de tormento. Abrahán le contestó: Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen. El rico insistió: No lo harán, padre Abrahán; pero si alguno de entre los muertos fuera a donde ellos, se arrepentirían. Abrahán le replicó: Si no escuchan a Moisés y a los profetas, aunque resucite uno de entre los muertos, no se convencerán. (Lucas 16, 22-31) En este texto, Jesús demuestra que los muertos son seres conscientes, tanto que el rico intercedió por sus hermanos. Además, el Señor no es un Dios de muertos, sino de vivos (Mateo 22, 32). Ahora, veamos cuál es el destino del alma después de la muerte. Inmediatamente después de la muerte el alma comparecerá ante Dios para el juicio particular (Hebreos 9, 27), y es ahí donde recibirá su sentencia. Las almas que no tienen ninguna deuda con la justicia divina, van directamente al Cielo, a reunirse con el Señor y comienzan una vida de gozo indescriptible. Las almas de los que mueren en pecado mortal sin arrepentirse, van directamente al Infierno, donde estarán separados de Dios por la eternidad. Las almas de los que mueren en estado de gracia no perfectos, van al Purgatorio. Allá Dios, en su infinita misericordia, purificará sus almas, y una vez limpios, podrán entrar en el Cielo; pues, en la gloria de Dios no entra nada manchado (Ap 21, 27), y sin santidad perfecta nadie puede ver a Dios (Hebreos 12, 14) Los católicos oramos precisamente por las almas que están purificándose en el purgatorio, para que el Señor en su infinita misericordia les conceda la Bienaventuranza eterna. Orar por los muertos, no es algo nuevo que haya inventado la Iglesia, mas bien a sido un gesto que ha que acompañado a todos lo que creen en la vida futura y en la resurrección de los muertos. Veamos lo que dice la Biblia. Luego efectúo una colecta que le permitió mandar a Jerusalén unas dos mil monedas de plata para que se ofreciese allí un sacrificio por el pecado. Era un gesto muy bello y muy noble, motivado por el convencimiento de la resurrección. Porque si no hubiera creído que los que habían caído resucitarían, habría sido inútil y ridículo orar por los muertos. Pero él presumía que una hermosa recompensa espera a los creyentes que se acuestan en la muerte, de ahí que su inquietud fuera santa y de acuerdo con la fe. Mandó pues ofrecer ese sacrificio de expiación por los muertos para que quedaran libres de sus pecados. (2Macabeos 12, 43-45) Los protestantes, querrán decir que este texto no es autentico; pues, ellos consideran los libros de Macabeos como apócrifos, es decir, falsos. Yo pregunto a los protestantes: ¿Quién les dijo a ustedes que los libros de Macabeos son apócrifos? ¿Qué pruebas tienen para demostrarlo? ¿Sabes, quién aprobó los 66 libros que ustedes consideran como palabra de Dios? Todas las sectas ignoran que los libros de la Biblia fueron aprobados por la Iglesia Católica, bajo el pontificado del Papa San Damasco alrededor del año 382. La Iglesia que aprobó los 66 libros de tu Biblia, es la misma que aprobó los libros de Macabeos, ¿Crees tú que se equivocó la Iglesia? ¿Cuándo se equivocó, cuando aprobó los 66 libros o cuando aprobó los libros de Macabeos? San Pablo también oró por un hermano muerto, para que el Señor tuviera compasión de él. El Señor le conceda hallar la misericordia del Señor aquel día; tú conoces mejor que yo todos los servicios que prestó en Efeso. (2Timoteo 1, 18) Ni los Macabeos ni San Pablo, consideraron inútil orar por los muertos; pues, todos ellos creían en la vida futura y en la resurrección de los muertos.
Posted on: Fri, 23 Aug 2013 04:08:28 +0000
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