Miércoles 11 de septiembre Lc 6,20-26: Las bienaventuranzas: ¡Dichosos ustedes…Ay de ustedes! Las bienaventuranzas corresponden al discurso inaugural de la predicación de Jesús en el evangelio de Lucas. A diferencia del sermón del monte de Mateo (Mc 5,2ss), el discurso de Lucas ocurre en la llanura. Lucas ha construido el relato de las Bienaventuranzas sobre una comparación. Por una parte elogia y por otra parte maldice. Elogia a los pobres, a los hambrientos, a los que lloran y a los perseguidos. Maldice a los ricos, a los llenos, a los que ríen y a los poderosos. Es fácil imaginar que el contexto detrás del texto es de pobreza, hambre y persecución. Al comparar resulta extraño ver que a los pobres no se les promete ser ricos, ni a los ricos ser pobres. El Reino de Dios es la promesa para los pobres. Esto significaría que los pobres no están solos, que no han sido olvidados. Dios se encuentra de su parte, se encuentra actuando a su lado. Nuestro continente vive muchas de las situaciones descritas en las bienaventuranzas. Pobreza, hambre y exclusión hace parte de la cotidianidad de miles de comunidades. Es allí donde Jesús se encuentra actuando y es a estas personas a las que va dirigido el Reino de Dios.
Posted on: Wed, 11 Sep 2013 08:32:11 +0000
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