Neco sabía hacia donde ir exactamente, había estado tantas veces - TopicsExpress



          

Neco sabía hacia donde ir exactamente, había estado tantas veces ahí arriba en el Olimpo, aunque después del accidente de Zeus y la cabra, lo cual les llevo a los Dream-Hunter a ser castigados a una eternidad sin sentimientos, no había pisado mucho el Monte Olimpo. Zeus estaba en su trono observando a sus presos cuando lo sintió. La risa brotó de la garganta del rey de los dioses olímpicos con un deje de sorpresa histérica. -No me lo creo…- Zeus se levantó de su asiento y miró a Zoe que tenía la cabeza contra el suelo y estaba tumbada en posición fetal.- Zoe cariño, ven aquí. Con un chasquido de dedos las cadenas de la chica desaparecieron, ella miró a X y se abrazó a él. -No…- lloriqueó ella. Zeus se acercó a ella, Xhion se plantó entre los dos con un simple gesto de moverse a un lado para quedar delante de ella. La mirada del rastreador le advirtió a Zeus que no se acercara. El dios sonrió. Unas cadenas sonaron detrás de él, se dio medio la vuelta para ver que Peter intentaba liberarse sin éxito, lo miraba también con rabia, los dos hombres protegiendo a esa simple chiquilla, que patético pensó él. -Tu padre ha venido, tengo la esperanza de que sea para liberarte. Las puertas se abrieron y entró Neco, vestido con una camiseta de manga corta oscura y unos vaqueros, su vista fue de un lado a otro, en un lugar Peter el rastreador de Nao y al otro extremo Xhion, no veía a Zoe y la angustia se hizo demasiado dolorosa en su pecho. Zeus estaba frente a Xhion y tenía una mano extendida, el rastreador no se había parado a ver su entrada, en cambio enfrentaba a Zeus que también lo miraba directamente, de detrás de X salió Zoe, el hombre no parecía contento con que ella saliera de detrás suyo, más bien parecía que se le llevaba el demonio, Peter soltó un juramento. Ahora Zeus le dio la bienvenida con una sonrisa de victoria total. -Bienvenido D’Alerian. Él no le contestó solo observó a su hija que le miraba con terror en sus ojos, unos ojos iguales a los suyos -¿Estás bien cariño? -Papa…- susurró ella…- ¿Por qué has venido? -Porque un buen padre siempre hace estas cosas por un hijo…- le contestó el dios sin darle tiempo a Neco para explicarse ante su hija.- ¿Verdad D’Alerian? El Dream-Hunter tomó aire y le hablo todo lo pausado que el temor por su hija y el odio hacia el dios le permitieron. -Exacto, si no fuera por ella no vendría aquí.- dio unos pasos más adelante y el dios apretó mas la mano en el fino y blanco brazo de Zoe.- Zeus… vengo a mediar contigo sobre las reliquias. -Ya me he dado cuenta que no las llevas encima.- Cuando él iba a contestar fue interrumpido.- ¿Qué es lo que ese estúpido de Dagda no ha entendido? Que poco le importáis, lo creáis o no… sois peones al igual que mis rastreadores y castigadores lo son. -Ellos solamente quieren mediar, hablar… -No hay más que hablar, les di la oportunidad de arreglar esto por las buenas. Ahora me encargaré de que a la próxima no me hagan esperar más de la cuenta. Convertiré a Xhion en castigador para que vuestra portadora cinco se pase la eternidad llorando a su amor perdido, aunque creo que esa puta está acostumbrada a llorar por hombres.- Xhion se revolvió en su sitio ante la mención de Issis y el insulto hacia ella.- Mataré a esta niña y luego te devolveré a tu estado, al que deberías de tener. -¡No! Yo he venido. Suelta a mi hija ella no tiene nada que ver con esto.- Neco se estiró de la camisa sin saber cómo hacerle entender al dios.- ¡Estoy aquí, ¿No me ves?! Ya me tienes pero libera a Zoe, luego ya seguirás mediando o lo que sea con los demás pero a ella suéltala ¡Por lo que más quieras! Zeus levanto la barbilla y apretó más a la chica que comenzó a moverse y a llorar. -No papá, mamá moriría…- Zoe estiró intentando zafarse del agarré de Zeus.- no lo hagas por favor… -No tienes fin Zeus.- le dijo Xhion con repulsión. -¡Se está entregando! ¡¡Era lo que querías!!- le dijo Peter desde su puesto. Él estaba tan acostumbrado a ese aspecto de Zeus… -Arrodíllate como siervo mío que eres.- le dijo sonriendo. -¡¡No!!- Zoe le enfrentó.- ¡¡Mi padre no tiene por qué arrodillarse ante una mierda como tú!!- Zeus soltó a la chica y le dio un guantazo con el reverso de la mano. Ella cayó al suelo con el pelo revuelto y la mirada hacia abajo, viéndose a sí misma reflejada en el mármol blanco, le sangraba el labio. -¡Maldito seas!- gritó Xhion estirando hacia delante de sus grilletes, Peter gruñía mientras intentaba soltarse también. D’Alerian aguantó las ganas de correr hacia Zeus y agarrarlo del pescuezo, ¿De qué serviría? Dio varios pasos al frente quedando al final de las escaleras que había a los pies del trono, su hija y Zeus estaban sobre ellas. Neco se dejó caer al suelo sin dejar de mirar a Zeus, su cara demostraba que ese era un gran sacrificio. Puso las manos hacia arriba. -He venido para entregarme, solo, sin dar aviso a nadie de que venía a esto. Creen que estoy aquí hablando, y lo único que pido es lo que tú prometiste, la libertad de mi hija. ¿Qué más tengo que hacer? Zoe no quería eso, no quería verlo y aun así levantó la vista del suelo para ver como su padre estaba de una manera en la que sabía que no quería estar, de rodillas, entregando su vida por la de ella, porque aunque no lo mataran le quitarían sus sentimientos y eso sería como estar muerto. Ella negó con la cabeza y le susurró un NO entre lagrimas. Neco la miró y sonrió pronunciando con los labios un: Te quiero hija. -Acércate. Neco tragó saliva y se levantó, dudo de si el dios no le diría que se acercara a gatas, pero no, no le hizo esa orden. D’Alerian en toda su estatura y con su vitalidad seria y regia subió los escalones sin dejar de mirar al dios. Sentía como Peter y Xhion le miraban con atención. Zeus agarró a Zoe y la obligó a ponerse de pie mientras lloraba. -No llores mas, detesto la debilidad, maldita sea.- Neco apretó tanto la mandíbula y estaba tan alterado, manteniéndose callado ante el trato del dios a su hija que una vena se le hinchó en el cuello.- Detente ahí. ¡Que la hija le quite el brazalete! ¡Que lo mate ella! Zeus de nuevo escuchó esa voz en su cabeza y sonaba extasiada. Aunque la idea le gustaba. Sonrió perverso y lanzo a Zoe contra Neco. La chica se abrazó a su padre llorando. D’Alerian enterró el rostro en el cabello de su hija mientras la abrazaba también. Sus otros dos prisioneros soltaron varios improperios y él realmente se estaba agotando aunque no podía negar que disfrutaba con aquello. -Las próximas, os aseguro que serán la princesa y la cinco, así que callaros. No le hicieron caso continuaron intentando soltarse.- Quítale el brazalete a tu padre pequeña. Zoe se dio la vuelta y miró al dios con sorpresa. Neco también lo hizo mientras negaba con la cabeza. -Yo mismo lo haré. -Hazlo y no servirá de nada, no quiero que te lo quites tú, quiero que lo haga ella y no hay mas ¿Quieres que salga con vida de aquí? Pues déjale a ella quitártelo. Zoe se volvió a su padre de nuevo. -No voy a hacerlo, no puedo. -Lo harás.- Neco agarró el rostro de su hija y le sonrió.- Estas viva mi niña.- se quedaron mirándose unos segundos.- tienes mis ojos pero la mirada es la de tu madre.- tragó saliva.- nunca salgas en mitad de la noche a por ropa de diseñadores… me gusta Altair para ti, aunque si no sales con nadie en doscientos años mejor, cuida de tu madre. -No papá… -Quítame el brazalete.- Zoe siguió llorando ¿Cómo iba a poder hacerle eso a él?- Cuidaré tus sueños, estoy seguro, aunque no sienta nada por ti, lo haré, lo sé. Zoe puso un puchero y subió la mano por el brazo de su padre hacia la muñeca que estaba tan cerca de su rostro. Ella le miró a los ojos. -Te cuidaré siempre.- Zoe tragó saliva.- Xhion, Peter, cuidar de ella por favor, que salga de aquí, Zeus ha dado su palabra de dios. -Tranquilo así será.- le dijo X. -Lo que me queda de vida ese será mi objetivo.- le prometió Peter. Zoe desabrochó el brazalete mientras él le decía. -Dile a tu madre que fue mi sueño hecho realidad y que la amo como jamás pensé sentir. La realidad superó mi sueño. Zeus estiró hacia atrás a Zoe. Ella solamente se dejó llevar mientras miraba a su padre, no parecía haber cambiado, continuaba mirando hacia abajo, donde segundos antes podía verla a ella. -¿Papá…? -Shhh ya no responde a eso.- Zeus la tenía por los hombros y movía los dedos sobre su piel.- D’Alerian.- él levantó la vista. -Dime Zeus. No había nada en su mirada, no había amor, nada. Zoe puso un puchero ante aquello. -¡Papá…! D’Alerian la miró arrugando el entrecejo como si no la conociera ni entendiera nada. El dios empujó a Zoe hacia un lado. -Vuelve a tu lugar. Zoe bajo corriendo las escaleras echándose a los brazos de Xhion que apenas si le dio tiempo a subirlos para poder pasarlos sobre la cabeza de la chica. -Ssshhh…- le decía el egipcio mientras miraba con odio a Zeus. Peter observó la escena desde el otro punto y negó mirando a Xhion que ahora le miraba a él también. No podían hacer nada. Maldita mala suerte. -Quédate aquí D’Alerian, bienvenido de nuevo. Neco se movió y se detuvo al lado del trono de Zeus quedando de pie mirando hacia la puerta del templo. -Zeus, dijiste que la liberarías sana y salva. El dios comenzó a reír ante ese apunte de Peter. -Lo sé, pero no especifique cuando.- dijo mientras se sentaba con una sonrisa de suficiencia en los labios. Los dos rastreadores se quedaron en silencio, detestando cada segundo que pasaba teniendo a Zoe allí. Habían prometido que la cuidarían y que volvería sana y salva, pero no contaban con esa letra pequeña. -_WAAA T----T ESTE MOMENTO HACE QUE ME DE ALGO AL CORAZÓN_-
Posted on: Tue, 10 Sep 2013 10:31:21 +0000

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