PRIMER GRAN PREGUNTA: ¿QUÉ ES EL SER? ¿Qué es el Ser? Es la - TopicsExpress



          

PRIMER GRAN PREGUNTA: ¿QUÉ ES EL SER? ¿Qué es el Ser? Es la pregunta fundamental que se debe hacer el hombre para encontrar su propio sentido según Heidegger, pero en realidad fue la que produjo el mayor extravío de la mente a lo largo de la historia de la filosofía. Desde ya aclaro que no afirmo la inexistencia del Ser. Es más, la pregunta no es irrelevante pero no la considero prioritaria. Lo desacertado es la respuesta que se esgrimió hasta ahora. Además sostengo, que es mucho más importante preguntar sobre la existencia misma que preguntar sobre el Ser. El problema no es el ocultamiento del Ser sino la ignorancia de la existencia. ¡El Ser no es lo que dicen! El Ser de todas las cosas no es el acaecer que dona la verdad metafísica a todos los entes del Universo a través de un llamado y una palabra primordial. He ahí la inmadurez de la filosofía. ¡El Ser no tiene que ver con la metafísica sino con la física de la existencia! El Ser no es la existencia fundamental, pues la existencia fundamental por ser infinita no tiene límites y por ende no tiene forma, ergo no tiene identidad definida . Según Heidegger, el Ser no es un ente, ni siquiera es el mayor de todos. Se trata de algo que contiene la existencia de todos los entes posibles y es mayor a la suma de todos ellos. La intención clara de Heidegger era hallar el significado del Ser fuera de la ontología, es decir significarlo solo en la metafísica. Desde mi perspectiva el Ser de cada cosa es la identidad formal y diferencial de la cosa, su configuración esencial y contingente en el espacio tiempo , u en otras dimensiones . Es para cada nivel, la superficialidad conformacional y suficientemente persistente, más no eterna, que nos permite definir lo que es la cosa. Es decir que al afirmar que el Ser es la forma esencial con la cual identificamos algo dentro del lenguaje, reconocemos que es mutable en el tiempo y que sus límites son borrosos, ya que la identificación depende de lo que es sensible para nosotros en el objeto. Condición que se puede modificar temporalmente. Es además una construcción lingüística realizada en función de la relación utilitaria que a su vez responde a necesidades de nuestro instinto de conservación. Esta conformación esencial es básicamente funcional, como lo sostuvo Heidegger, o sea que identificamos algo en primer lugar por su función en referencia a la utilidad que le damos. La conformación estructural es una consecuencia de la función que cumple . Con lo dicho, estamos infiriendo que lo que llamamos Ser de cada cosa exige una forma más o menos definida, sin embargo la totalidad de la existencia carece absolutamente de la misma. Por lo tanto el termino Ser, para su uso correcto, se debería aplicar solo a los entes limitados, en cierto sentido con tendencia a ser finitos en su percepción, y no a la existencia fundamental total que es ilimitada y por lo tanto amorfa. Con este enunciado vamos más allá que Aristóteles, ya que en esta afirmación, la forma no solo gobierna a la materia sino que es la materia misma. Por ende la realidad consiste en una serie infinita de formas de otras formas, donde unas sirven de substrato material de otras indefinidamente. También nos aleja de la idea de Jean Paúl Sartre, la que afirma de que hay un Ser del Fenómeno y un Fenómeno del Ser, llegando a que este último es un no-Ser, una ausencia. En todo caso Sartre llegó a la insustancialidad material del Ser que no es sinónimo de la Nada. Queda siempre para cada nivel su esencia fundamental que es la esencia formal o forma esencial. El Ser como totalidad aparece como el resultado de la racionalización de la interrelación entre todos los entes y sus propiedades, por lo tanto el fenómeno del Ser se reduce a la conformación de la interconexión de todos los seres, y en todo caso sería una forma de Inter -relación, lo que podríamos decir una fuerza vinculante en analogía con la física. El Tao para los orientales. En consecuencia, en tanto es forma identificatoria de la existencia se transforma en pura exterioridad para un nivel dado y en interioridad en un nivel más profundo, y en supra -exterioridad en un nivel exterior. El Ser debido a su dinámica es devenir porque continuamente se trans-forma, y mientras muta de una forma a otra es Ser en tránsito. El Ser es un ser al modo de Heráclito, en tanto la existencia fundamental es al modo de Parménides. No hay Ser absoluto – final, pero es absoluto sin ser final cuando se lo refiere a un nivel dado. Como el Ser es la forma de la relación identificadora de la existencia, por ser forma es descriptible, o sea que puede ser representado a través de una construcción lingüística, aunque no en un estadio completo ni definitivo. Entonces admite una primera traducción inteligible del Ser, la cual es la descripción de la apariencia. Esta deviene de la sensación visual- sonora - olorosa- táctil – gustativa. Por lo general es poco probable que resulte falsa en el nivel de la interpretación de los sentidos a menos que enunciemos lo que no sentimos. Existe una segunda traducción o segunda racionalización, cuya interpretación es más susceptible de ser errónea ya que es más compleja y utiliza juicios previos. De aquí surge el concepto como identidad literaria- inteligible. Esta concepción elimina gran parte de las contradicciones en la filosofía, pero nos limita a aceptar lo provisoriedad de todo conocimiento hasta el infinito. Inclusive deja abierta la posibilidad de realidades inimaginables a la conocida, en niveles tan alejados como ajenos a nuestra realidad inmediata. También se hace inevitable la existencia de infinitos universos separados por las formas predominantes de sus interacciones, aunque pueden mezclarse en bajos niveles .de intensidad. Entonces la realidad de los fenómenos apunta a que el “Ser” lejos de ser un fundamento del tipo sustancia –final-esencia- sostén de la forma, se constituye en una substancia –esencial-intermedia- formal- transitoria. El Ser se deviene en la configuración propia que da la identidad a cada cosa, es un software que termina siendo hardware para niveles más externos de la realidad. Para demostrarlo daré algunos ejemplos. Una manzana es un ente porque se puede predicar que es, pero constitutivamente una manzana tiene las mismas sustancias orgánicas e inorgánicas que comparte con todos los demás seres vivos, inclusive nosotros. Estas sustancias son los hidratos de carbono, ácidos nucleicos, proteínas, lípidos, agua, gases, sales y minerales. ¿Qué la hace ser manzana y no otra cosa? Simplemente la distribución y configuración de su estructura física y química. Porque a nivel químico contiene todas las sustancias orgánicas e inorgánicas que millones de otros entes biológicos. Pero los genes, que no son más que mensajes en código químico para fabricar determinadas proteínas, en determinadas proporciones, ubicadas en determinadas distribuciones, son una forma de distribuir en formas diferentes las mismas bases nitrogenadas de todos los seres vivos. O sea que la diferencia está en la configuración particular que adoptan las bases nitrogenadas, o sea su secuencia para ser manzana y no naranja. En definitiva el Ser no es algo que “da la existencia a las cosas”, sino el Ser de cada cosa es su forma propia según su género y su individualidad dentro del género al que pertenece. Llegamos así a esta idea de la forma esencial , es decir la forma que identifica cada cosa, sin embargo la idea de que hay un substrato de material esencial desaparece porque el material del que está formado es común a infinidad de seres distintos. La esencia de un ente es su forma esencial y no una sustancia material esencial. Lo que debe analizarse con profundidad no es por lo tanto el Ser sino el existir, o sea más que Metafísica u Ontología se debería practicar la Existenciologia, que sería la disciplina más auténtica para estudiar la realidad. Por lo tanto analizando el anémico y confuso estado actual de la filosofía me pregunto: ¿Qué han hecho los “filósofos” por la filosofía hasta hoy día? Mencionamos que en el principio de la civilización racional, los presocráticos han tratado de entender de qué se trataba la existencia. Exploraban la realidad que les rodeaba y trataban de entender racionalmente los fenómenos. Luego al querer comprender esa realidad como un todo debieron relacionar las cosas, entonces se percataron de que toda relación se basa en una naturaleza compartida. Solo lo semejante en cuanto semejante se relaciona, aún para ser opuestos deben tener un substrato subyacente de semejanza porque de lo contrario no se los podría comparar. En consecuencia buscaron un principio constitutivo y de origen de todas las cosas, el Arjé y posteriormente el Ser. Para los primeros presocráticos el objeto de estudio era la existencia, mientras que para los últimos presocráticos, el objeto de estudio paso a ser el Ser. De deducir el Ser a partir de la existencia se paso a deducir la existencia a través del Ser. Esta inversión del sentido fue la razón del fracaso de la filosofía. Buscar una razón ontológica final de todos los entes en un ser metafísico se transformó en la mayor quimera filosófica de la historia. Aunque el error no solo se limitó a la inversión del sentido en la fundamentación sino también a una falacia esencial que es concluir en la singularidad del Ser. Cuando Parménides realiza la siguiente deducción como teorema lógico sobre las características del Ser, deduce que el Ser existe en cuanto es por lo tanto la existencia es su nota esencial. Por ende fuera del Ser estaría el No Ser que tendría la nota esencial de la no existencia y no se puede decir que algo existe por no existir. Esto le sirvió para demostrar que la nada es un absurdo y que el Ser no admite a nada fuera de él por lo tanto hay un solo Ser. La falla consiste en hablar desde el principio del Ser. Impuso desde el vamos la singularidad del Ser y su monopolio de la existencia. Si reemplazamos en el enunciado el articulo “el” por su plural, “los”, se diría “los Seres existen en tanto son, por lo tanto la existencia es la nota esencial de los mismos. Por ende fuera de los Seres estarían los no Seres, que tendrían la nota esencial de la no existencia y no se puede decir que existen por no existir”. Hasta allí se sigue demostrando el absurdo de la nada pero ya no la unicidad del Ser. En todo caso, el Ser es la serie infinita de los niveles de la existencia, porque esa totalidad es única e inmodificable ya que contiene todas las posibilidades de existencia. Si así fuera, el Ser sería lo que sostiene el Taoísmo, el recipiente de todas las formas que no tiene ninguna forma definida por tener todas las formas en su seno. A esta altura, en el avance del conocimiento de la humanidad creo que se puede resolver la pregunta clave. ¿Quién precede a quien entre el Ser y la existencia como fundamento? Su respuesta indubitable para mi es que efectivamente el Ser debería ser visto como sustantivo y como una condición consecuente de la existencia. Lo contrario no es más que una invención humana. Actualmente, la manera de explicar la existencia fundado en el Ser se agotó y condujo a un fondo ficticio. Pero gracias a las ciencias se puede atacar el problema desde otro lugar, no por el Ser sino por el fenómeno mismo. Se hace necesario un nuevo planteo y se debe buscar unificar la visión del filósofo con la del conocimiento científico. El mundo de Parménides no es nuestro mundo, contamos con más información. Por lo tanto a él se le podría disculpar, pero a nosotros ya no. “El Ser de cada cosa” no debe quedar más que como una denominación de la existencia cuando le reconocemos una forma definida, cuando inteligimos una identidad. La realidad de uno no es, existe y en cuanto existe con una forma, es. Por lo tanto se puede concluir que la pregunta más importante de la filosofía ya no es que es el Ser, sino qué es y cómo es la existencia. ¿QUÉ ES ENTONCES EXISTIR? Ex-istir es salirse de sí mismo, es el salir de uno al mundo exterior para percibir y ser percibido. Existir es manifestarse, salir al mundo exterior y relacionarse con todo objeto. Cuando la exterioridad de un objeto, o sea su apariencia, se irradia al medio y modifica a un sujeto cognoscente se produce el conocimiento. No se puede existir si no se existe en el mundo y con el mundo, o sea solo se existe en relación con el mundo. Por lo tanto el conocimiento siempre se hace sobre lo que sale al exterior desde el ente, el existente, y por ende se conoce no lo que es en sí, sino sobre lo que sale de sí. Lo que es para los demás. Como no es posible conocer lo que “es en sí sino lo que es para los demás”, la verdad es interpretar las relaciones sobre las sucesivas capas o niveles de realidad en las que el ente sale. “La cosa en sí”, el intro- ente, a lo sumo puede ser visto como una relación del ente consigo mismo, en consecuencia lo que puede interesarnos del ente como seres cognoscentes es aquello que nos puede afectar, aquello que nos puede modificar, o sea el existente. El conocimiento surge como la relación entre el sujeto cognoscente y el fenómeno que se conoce; lo que no nos afecta no puede ser conocido. Por ende tampoco nos puede interesar. Tanto Kant como Hegel presuponen una verdad final subyacente a todas las apariencias posibles de la realidad, un final del camino en la búsqueda de la verdad, un conocimiento último del objeto y no modificable. Por un lado, Kant deduce que es inaccesible esta última y definitiva verdad. El llamado Noúmeno porque veía una relación material entre sujeto y objeto. El objeto, único elemento de conocimiento posible en la teoría Kantiana es una construcción mental diferida de la cosa en sí pero diferente a ella, y se interpone entre el sujeto y el noúmeno. Hegel en cambio propone que es posible llegar a esta instancia dado que supone una relación de espíritu a espíritu; donde el espíritu se revela tal cual a sí mismo a través de la historia como una evolución del autoconocimiento. En realidad solo en una existencia por niveles como propongo, ambos tendrían algo de razón pero por motivos diferentes a lo que ellos argumentan. Entonces coincido con Kant en cuanto a que es imposible llegar a una última verdad porque no existe una última verdad en una cadena infinita de verdades. Coincido tangencialmente con Hegel en que es posible evolucionar en el conocimiento subyacente a la apariencia empleando técnicas de dialécticas o multi-lécticas combinadas con estrategias y tácticas locales. Difiero en suponer que se puede llegar a una última verdad porque considero la existencia de infinitos niveles de verdad. MODOS DE EXISTENCIA Desde el punto de vista de la presencia, se presentan varios modos de existir, a saber: a) Como historia o recuerdo. Puede tratarse de un hecho pasado o un objeto que haya existido, b) Como presente (ser en actualidad): puede tratarse de un hecho actual, u objeto actual o cualidad presente, c) Como futuro o proyecto (ser en potencia o proyecto planificado), d) En modo de pensamiento (pensamiento, sueño , emoción, sentimiento, imaginación, fantasía, concepto , absurdo, percepción o enunciado imposible), e) como presencia material-formal, f) Como ausencia material-formal, g) Como exterioridad, h) Como substrato y h) Como tendencia o límite . Esto significa que cualquier cosa que se imagine, aunque sea imposible que exista por contradecir la lógica de hecho ya existe como imaginación y puede no existir materialmente. El caso sería el de las ideas platónicas, las paradojas reales (absurdos lógicos o imposibles) o los conceptos primitivos de la geometría euclidiana. Pueden existir en la realidad como conceptos, como ideas o como enunciados absurdos, pero no pueden existir como entes materiales o cosas en sí fuera del lenguaje. Desde el punto de vista fenomenológico- comunicacional se presentan los siguientes modos de existir: a) Como forma, b) Como realidad virtual, c) como información, d) como representación, y e) como realidad electromagnética. Estos tópicos se desarrollarán en próximos ítems. Desde el punto de vista lingüístico los modos de existencia son: 1) En el lenguaje como: a) verbo, b) sustantivo, c) cualidad, d) como relación y 2) fuera del lenguaje como: a) sensación innombrable e indescriptible y b) como algo que no afecta la sensibilidad hasta el presente. Desde el punto de vista sustancia- referencia los modos son: a) estructura (Ser en sí), b) forma (Ser en sí), c) propiedades (Ser en otro), d) sistema de referencia o continente (centro de imputación o coordenadas). Los enunciados absurdos se vuelven paradojas cuando se los quiere incluir dentro del rango de proposiciones. Como enunciados imposibles pueden existir, pero es un des-propósito que se pretenda habilitarlos como proposiciones ya que no se les puede hallar un sentido fijo.
Posted on: Tue, 27 Aug 2013 02:33:34 +0000

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