Personas que no pertenecen a la comunidad universitaria pretenden controlar los espacios públicos de la institución, en contra incluso de estudiantes y profesores en activo. Siempre nos ha quedado claro el negocio de Centurión, una empresa privada propiedad de Servando Sepúlveda, exsecretario de Seguridad Ciudadana del municipio de Guadalajara en la administración de Aristóteles Sandoval y amigo de Raúl Padilla (bit.ly/1eRB2Md). Centurión recibe millones de pesos al año del presupuesto universitario por sus "servicios" de seguridad. Así Padilla tenía comprada prácticamente a la policía municipal. Sepúlveda dejó la dirección de la policía tapatía en medio de escándalos de corrupción (bit.ly/HXAGQH), pero su empresa sigue siendo favorecida por el cacique universitario. Los miembros de la comunidad universitaria tenemos que tolerar a los esbirros de Centurión, que se sostiene, como decimos, gracias a los recursos públicos que la universidad le canaliza. Todo por un compadrazgo mafioso entre el dueño de facto de la UdeG y el cuestionado dueño de la empresa de seguridad. Así estamos.
Posted on: Sun, 29 Sep 2013 17:47:57 +0000
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