¿Porqué Justicia Social? Muchos se preguntan acerca de porqué habría que darles a los marginales, miserables, desocupados e inclusive sospechosos de delincuencia, planes de ayuda, dinero, comida, ropa, vivienda, programas de instrucción, etc. Muchos dan una primera leída y encuentran una injusticia. Y es lógico, ellos probablemente no reciben nada de eso. Ellos saben que deben salir cada día a trabajar, a ganarse un salario o buscarse la vida, que deben pagar un alquiler, servicios, impuestos, que deben afrontar sus propios gastos y comprar la comida con su propio dinero. ¿Quién los ayuda a ellos? Nadie. ¿Porqué entonces habría que ayudar a otros que no trabajan con el dinero público al cual ellos aportan? Porque, hay que remarcarlo... Son sus impuestos, los que ellos pagan puntualmente y con esfuerzo. Bueno, a veces. Entonces, ante ese razonamiento perfectamente lógico, el cual no es fruto de la maldad sino de un enfoque particular de la realidad, es necesario hacer un par de aclaraciones. Nadie se gana la vida en realidad. Sí, sí, ya lo sé. Usted se esfuerza cada día y hace lo mejor, y lo que tiene es el fruto de "toda una vida de trabajo", como dice el cartel. Mas no es del todo así. ¿Sabe escribir? Seguramente. Si no no estaría leyendo esto. Pues, el Estado le enseñó. Eso y la matemática, y un par de cosas más. Conocimientos que, de no tenerlos, no podría trabajar. ¿Va todos los días al sitio donde trabaja? Pues, el Estado le da una calle transitable, le brinda un transporte, le envía el agua para llegar pulcro, le provee de la energía eléctrica para que se afeite, vea cuál ropa se pone en la madrugada y tenga leche fresca en su heladera. Inclusive hasta pone un policía en la esquina para que los salteadores de caminos no arruinen su día o simplemente le quiten la vida y pertenencias antes de que pueda fichar esa mañana. ¿Puede caminar? Pues, el Estado eliminó la poliomielitis mediante la vacunación hace ya muchos años, por lo cual usted pudo crecer sano. Y aún hay un hospital cerca de su casa por si se distrae al caminar y se golpea la cabeza contra un poste. Y claro, cuando llega el horario de almuerzo usted posee cerca un sitio donde conseguir comida, en cuya sanidad e inocuidad usted confía, no porque confíe en la sinceridad del ser humano, sino porque el local posee una habilitación municipal. ¿Puede imaginar su propia vida sin contar ni haber contado jamás con esos enormes beneficios? Bueno, los negros villeros no los tuvieron. Ellos sí se las tuvieron que arreglar solitos. Por eso, muchos de ellos salen a buscar su billetera para darse los gustos. Total... ¿Qué le deben ellos a usted? ¿Cómo dice? ¿Que usted es de la clase alta, que fué a colegios privados, que sus padres pagaron todo y que no necesita al Estado? Pues, entonces estimo que tiene una casa. La mayoría de los ricos tienen por lo menos una. ¿Y cómo sabe que es suya? ¿Sobre cuál certeza usted puede mostrarla orgulloso con la seguridad de que nadie se la quitará? Pues, porque posee un título de propiedad, que es emitido por el Estado, porque existe una ley del Estado que garantiza que es intocable mientras usted se porte bien y pague sus deudas, porque paga funcionarios de registro, empleados nacionales y municipales que llevan cuentas, porque financia gastos de juzgados y salarios de Jueces que dictaminarán en su favor si alguien pretende reclamarla y porque enviará policías armados, también pagados por el Estado, a defender su integridad si un extraño intenta arrebatársela. Usted, cuanto más rico sea, tanto más necesita del Estado. Hasta imagine cuán fragil sería su existencia si el Estado desapareciera, si sobreviniera el caos y los negros de la villa, desesperados y con permiso de fuego libre, vinieran en horda con intenciones de degüello. Una imagen poco grata en la cual su título de propiedad valdría menos que el papel en el cual está escrito. ¿Comprende? Usted, amigo, disculpe la decepción, no es nada sin el Estado. Y mucho mejor para usted si el Estado actúa con justicia y racionalidad, manteniendo a las masas conformes, nutridas, esperanzadas, instruidas y calentitas cada uno en su casa. Sin pensamientos de horda. Por eso tanto usted que está orgulloso de su "vida de trabajo", tanto como usted que goza de una buena vida sin tanto trabajo, necesitan de la Justicia Social. Necesitan que haya una producción eficiente, y una buena distribución de la renta. Y necesitan que los negros vivan dignamente. Porque eso les asegura a ustedes un mejor futuro. ¿Les gustó la historia? Bueno, mañana les cuento porqué les conviene también cuidar su medio ambiente, tratar la basura, comer poco y no derrochar.
Posted on: Sat, 06 Jul 2013 11:30:54 +0000
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