ROBERTO TEVES Manos milagrosas Lo que para los médicos resulta a - TopicsExpress



          

ROBERTO TEVES Manos milagrosas Lo que para los médicos resulta a veces imposible, para Roberto Teves y sus prodigiosas manos es sencillo.Con sesiones diarias de masajes y esencias de hierbas medicinales, Roberto Teves ha logrado que pacientes inválidos o con graves problemas en los huesos y músculos, vuelvan a sonreír a la vida. Hace cerca de tres años, Julio Rivera Lara sufrió un tremendo accidente vehicular que, según los resultados de radiografías y resonancias magnéticas, le dañó gravemente la cadera y la columna en el llamado sacro lumbar. Se redujo veinte centímetros del metro setenta que era su estatura. Durante dos años y medio padeció de fuertes dolores que le impedían dormir y desarrollar sus actividades de empresario y se movilizaba a duras penas con un gran bastón, tenía adormecimientos y su vida transcurría entre el consumo de antibióticos y analgésicos y consultas a diversos médicos. Algunos le recomendaban intervenciones quirúrgicas mientras que otros lo desanimaban con el argumento de que tenía que resignarse a quedar postrado en una silla de ruedas, hasta que supo de las hazañas del coracoreño Roberto Teves, practicante de la medicina tradicional y considerado pionero de la digitopuntura. Con la esperanza de encontrar cura, acudió al consultorio que Teves tiene en el centro de Lima. El tratamiento empezó con terapias diarias de masajes en todo el cuerpo, en la columna, coxis, cadera, piernas y la aplicación de hierbas como manzanilla, llantén, molle y esencia de chirimoya. “Lo cierto es, y cualquiera lo puede comprobar con los exámenes previos a mi tratamiento y los actuales, que este caballero se ha recuperado en un 60 por ciento, está a punto de alcanzar su anterior talla, ya no sufre de fuertes dolores ni de adormecimientos, maneja su auto y se siente un hombre feliz. En un par de meses mas quedará perfecto”, dice con orgullo el también afamado charanguista. Por su parte, Julio Rivera testimonia que “durante más de dos años he vivido desesperado y sin saber qué hacer y felizmente encontré a Teves y se dio lo increíble, yo diría que estoy recuperado en un 70 por ciento, ya me enderecé y se calmaron mis dolores, ahora solo me molestan los tendones pero estoy seguro que también superare esto”. APRENDIZAJE Los secretos de acomodar en su lugar los huesos, los aprendió Teves de niño, en su tierra natal, observando a los abuelos de entonces, a quienes llamaban hueseros o curanderos. “Cuando llegué a Lima me dedique a comprar libros de anatomía y así fui conociendo más secretos del cuerpo humano y perfeccionándome y ahora lucho porque la medicina tradicional, que tiene dos mil 500 años en nuestro territorio, sea reconocida legalmente como sucede en México, Brasil y otros países”. Con 50 años en la actividad como curandero, decenas de pacientes agradecen a Teves haberlas curado, principalmente de desviaciones de la columna o escoliosis, hernia discal, luxaciones y torceduras. Lo que para los traumatólogos significa operación o yeso, para Teves es cuestión de masajes. Aunque sería largo enumerar la cantidad de pacientes tratados durante 50 años por Teves, recuerda entre ellos al fallecido escritor y periodista Francisco Moncloa, el también desaparecido abogado y juez José Antonio Santos Chichizola, el cantante Edwin Montoya y el concertista de guitarra Raúl García Zarate. DIVERSOS CASOS Otro caso que trae a la memoria Teves es el de Andrés Jerí López, exfuncionario de EsSalud a quien en una radiografía le descubren una hernia discal y le recomendaron una operación pero gracias a su tratamiento quedo sano. “Recuerdo, asimismo, a Ricardo Nacimiento quien vino de Venezuela con una desviación en el coxis que le impedía sentarse normalmente y en mes y medio de masajes quedó como nuevo y la propia radiografía lo corroboró”. Menciona igualmente a su paciente Fernando López, quien padecía del sacro lumbar lo que le ocasionaba fuertes dolores que le impedían sentarse y quedó rehabilitado en dos meses. A la comerciante Reneé, de 36 años “le dolían los talones terriblemente y en el hospital le decían que no le encontraban nada, y cuando la examiné descubrí que tenía los talones desviados y con una serie de masajes diarios le acomode esos huesos y ahora camina normal y sin malestares”. Denis Merino Redacción
Posted on: Sat, 22 Jun 2013 10:08:05 +0000

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