Se pasaba sucesivamente la manga de su vestimenta negra por el rostro, el sudor y el desordenado cabello negro azabache lo fastidiaba. Llevaba horas lanzando cuchillos, tomando los fríos y firmes mangos de las espadas, palpando el filo contra la piel desnuda de sus manos. El agotamiento lo estaba forzando, contra su voluntad, a tirarse contra el gélido suelo. Su cuerpo estaba sensible, no se había echo un iratze desde su último encuentro con unos demonios, los había logrado vencer solo pero tuvo que pagar con una gran cantidad de heridas, algunas bastante graves aunque en el fondo sabía que merecía esas heridas y las agradecía, aunque le había costado trabajo ocultar el dolor que les provocaban a Charlotte y Henry, el cual en realidad siempre estaba sumergido en su taller, y Charlotte casi nunca detectaba sis mentiras, los años lo habían convertido en un excelente actor. Jem, él era el único que se daba cuenta, solo a el le había permitido ver una pequeña parte de su real ser, Jem... Su corazón di un vuelco al recordarlo y en ese momento, cuando estaba dando una voltereta, perdió el equilibrio y cayó contra el suelo, clavándose el mando de la espada en la herida que tenía en la pierna. Sufrió de grandes espasmos de dolor, y en el suelo se quedó en silencio, ahogando gritos, y sintiendo como la herida se volvía a abrir. Se incorporó con esfuerzo y saco su estela, se hizo una runa de energía y para el dolor y se cubrió con un pedazo de tela la herida. Siguió durante unas horas mas en la sala de entrenamiento hasta que los músculos empezaron a fallarle y se fue a dar una ducha. Al salir, con el cuerpo congelado, tomo unas prendas y salió a caminar. Se internó en la oscuridad y en las sombras de las calles, caminó sin destino, sin esperanza, todo le había sido arrancado y jamás podría soñar, no, no podía permitirse amar, llorar, estaba destinado a ser un ser vacío. El frío le calaba los huesos, y con la manos hundidas en los bolsillos de su abrigo, bajo hacia el Támesis. Se recostó a sus orillas, haciendo una mueca mientras el intenso dolor le recorría la espalda, se quedó quieto casi sin respirar, esperando que el dolor fuera suficiente para que las pesadillas lo dejaran en paz al menos durante una noche, esperando que el cansancio fuera suficiente, pero en el fondo sabía que nada era suficiente. Sus pómulos resaltaban más que en circunstancias anteriores, no había comido hace días. Cerró los ojos, sintiendo el olor a humedad, a noche, a oscuridad y el ruido de las aguas, todo a la vez era tan solitario, tan desolador, pero a la vez pacífico. Por un momento su mente quedo en blanco y se sumergió en un sueño profundo, pasaron diversas imágenes por sus parpados, algunas sobrecogedoras y a medida que seguía sumergido, iban siendo cada vez mas desgarradoras. Su cuerpo estaba frío, había perdido bastante sangre, pero no era capaz de salir de sus sueños, no podía luchar, estaba rendido... Will solía pensar que la muera era simple, y así lo es, pero esperaba poder descansar, esperaba.... ¿esperar..? No, deseaba que fuera tranquila, poder cerrar los ojos y descansar del dolor sol una vez más y ahora se daba cuenta que eso no era posible, sus secretos lo atormentarían hasta la muerte y más allá....
Posted on: Sat, 14 Sep 2013 04:13:54 +0000