Somos funcionarios públicos. Lo somos por propia elección. Firmamos un contrato vinculante con la administración y por tanto con la sociedad. Dicho contrato, vinculante y voluntario, nos exige desarrollar nuestras funciones docentes y educativas con buena fe, lealtad, diligencia e imparcialidad. Como todos los funcionarios públicos, por cierto (Ley 7/2007). Y lo somos dentro de un marco democrático. Ni fascista ni totalitario. Democrático. Imperfecto, posiblemente, pero democrático. Así que hablemos claro: ni la desobediencia ni la insumisión ni paralizar la vida de los centros son métodos lícitos de lucha, sea cual sea la causa defendida. Es más, me parece una táctica deshonesta y algo barriobajera. Son mucho más honrados los que dimiten por coherencia personal que los que, viviendo del sistema, lo boicotean desde dentro. No sé yo quienes son los totalitaristas en esta historia....
Posted on: Tue, 05 Nov 2013 16:06:52 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015