Uno nunca ha sido un gran partidario de los USA. No lo fue cuando - TopicsExpress



          

Uno nunca ha sido un gran partidario de los USA. No lo fue cuando le dió "normalidad internacional" al régimen fascista del dictador de mi país, Francisco Franco, ni lo fue cuando se implicó durante años en la guerra de Vietnam, ni en su implicación evidente en el golpe de estado en Chile contra el presidente Allende y las subsiguientes dictaduras militares en el cono sur. Se le entibió un tanto su aversión cuando en los años ochenta su hermana, ciudadana estadounidense, cuando se produjo el intento de golpe de estado en España el 23 de febrero de 1981 (y sabiéndolo en peligro físico en caso de prosperar el golpe),le sugirió que, aun respetando su criterio, se dirigiera sin dilación a la representación diplomática de los USA que tuviera más cercana y solicitara asilo político, argumentando además ese vínculo familiar tan cercano con una ciudadana de allá. Desde entonces, aun descreyendo en las bondades intrínsecas de ese país como líder mundial, ...empezó a mirarlo de otra forma. Ahora es cuando mi amigo Diego Martínez está pensando "ya está Jordi otra vez con una de sus historias", y por supuesto tiene razón; pero uno tiene el vicio de no callar, y cuando encuentra algo que cree que puede ser útil para los ciudadanos de su actual lugar de residencia no se lo calla. Esta vez va de series de televisión. Verán, en los USA se producen montones de series de televisión, la mayoría totalmente deleznables, pero de tanto en tanto encuentra alguna que por una parte le ilustra y por otra le inspira. En ese caso se encuentran las series "Ley y orden" (que nadie progresista se asuste por el título, puesto que constituye un magnífico reflejo del sistema judicial garantista en USA) y "El ala oeste" en la que se narran los entresijos y complejidades de un gobierno que respeta la división de poderes, toda ella. La contemplación de los politiqueos del ala ejecutiva del gobierno USA en el contexto que he descrito antes, resulta desgarradora si se compara aunque sólo sea minimamente con los usos y costumbres de los gobiernos argentinos, especialmente los peronistas y, ahondando más aun, con los del gobierno de la nena y sus mamporreros aplaudidores. Se la recomiendo a todos aquellos que quieran tener una pálida idea de como es un gobierno realmente democrático. No se trata de que sean unos santos, ni mucho menos ( y eso en la serie aparece con toda claridad); simplemente la comparación con lo que se vive acá resulta tan sanguinaria que hiere.
Posted on: Sun, 22 Sep 2013 19:12:38 +0000

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