Y siguiendo con la linea del llorón de Ali Baba Saca....... Tony Saca y la realidad 9 de Noviembre de 2013 a la(s) 6:0 - Federico Hernández Aguilar Como no podía ser de otra manera, las “estrategias” que se utilizaron para apuntalar la candidatura de Tony Saca ahora juegan fatalmente en su contra. Se inflaron tanto sus números y se hizo crecer tan artificialmente su imagen de caudillo invicto, que su declive en los sondeos de opinión parece tan irrefrenable como estrepitoso. En realidad no existe tal caída, entre otras cosas porque jamás hubo tal ascenso. Tony Saca nunca tuvo oportunidades reales de ser el fenómeno histórico en que necesitaba convertirse para viabilizar una opción tercerista en El Salvador. Su popularidad fue siempre relativa, los sectores políticos que podía aglutinar eran (y siguen siendo) impresentables, la ambigüedad de su ideario es clamorosa y, para colmo, los datos del comportamiento de los salvadoreños en elecciones presidenciales no ofrecen ningún respaldo antropológico a su reelección. Nada había, ni antes ni ahora, que permitiera alimentar esperanzas alrededor del regreso de Saca al poder. El exmandatario, sin embargo, prefirió escuchar a los aduladores en lugar de ver la realidad. Ambición y sensatez solo guardan equilibrio en quien sabe reconocer sus propios límites. Saca demostró, al decidirse por la aventura electoral, cuánto daño causa a un líder el amor propio. Desoyó a quienes de buena fe le aconsejaron proteger su capital político –que, repito, tampoco era enorme– y se embarcó en un proyecto destinado al fracaso. Una vez oficializada su aspiración, eso sí, la única posibilidad que tenía Saca para jugar un papel medianamente decoroso en la campaña era tratar de ganar, por cualquier medio posible, la guerra de las percepciones. Y en ese empeño se gastó buena parte de los colosales recursos exhibidos por UNIDAD en la actual contienda, holgura económica que ninguna opción electoral tercerista en el país había tenido antes. No solo Tony Saca, hay que decirlo, apostó mal. Muy reconocidas trayectorias profesionales –particularmente de periodistas, comunicadores y casas encuestadoras– fueron arriesgadas con tal de fortalecer al candidato de UNIDAD en la opinión pública. Tesis como las del “triple empate” y el “desgaste irremediable de las extremas”, o la novela de los titiriteros del “G-20”, fueron piezas que se movieron en ese tablero mediático. ¿Podía cuajar este bien aceitado mecanismo de espejismos, manipulaciones y teorías conspirativas, al punto de otorgarle a UNIDAD por esa vía el apoyo que jamás tuvo en el ánimo de los electores? No, por supuesto. Una confusión inicial puede dar paso a ciertas tendencias de respaldo electoral, pero es imposible sostenerlas si la oferta política se fundamenta únicamente en la imagen de una persona. Como he tenido ocasión de comentar desde el año pasado, en estas mismas páginas de opinión, necesitaba demasiadas explicaciones una candidatura como la de Tony Saca para fortalecerse y prosperar. La más reciente medición de LPG Datos confirma lo que cualquier análisis objetivo permitía vislumbrar desde hace meses, mucho antes que el expresidente oficializara sus deseos de reengancharse. Llegará el día en que hablemos de por qué el fracaso electoral de UNIDAD es una magnífica noticia para la democracia salvadoreña, pero eso será después del próximo 2 de febrero. Lo que toca hoy es advertir sobre los caminos que podría seguir Tony Saca, anunciada como está su derrota. ¿Queda algo para él en los comicios de 2014? Sí y no. Aunque esté descartada la victoria, es lógico que el exmandatario pretenda robustecer su opción partidaria con miras a las elecciones de 2015, y allí sí, con el balance de fuerzas legislativas en su mano, las grandes decisiones políticas no podrán tomarse sin él, esté quien esté a la cabeza del gobierno. Nada mal para un candidato perdedor.
Posted on: Sat, 09 Nov 2013 18:57:18 +0000
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