—¿Y entonces? —pregunté, casi en un susurro. —Ella volvió, pero nada había cambiado —respondió, soltando un sonoro suspiro—. Era más fuerte que nosotros, no podíamos hacer nada, pero entonces pas… Entonces se vio obligado a callarse cuando un vendaval lo impactó de forma casi violenta. Y, lo vi apoyado contra las piedras y elevado unos centímetros del suelo. Aquella extraña ráfaga no era más que él, tomandolo por el cuello de la camiseta negra que traía puesta. Mi amigo lo miró desafiante, alzando una ceja, como si todo estuviera bien. Sin embargo, los otros ojos oscuros llameaban con intensidad, su respiración era entrecortada y su mandíbula estaba tensa, mientras le miraba con furia. Mi corazón empezó a latir con una incontrolable violencia. —¿Cuántas veces debo repetírtelo? —siseó, con voz ronca—. Aléjate de ella. —Deberías renovar el discursito —respondió socarronamente, logrando sólo que él lo alzara más por el cuello de la camiseta. A pesar de contextura física, que no era tan grande como la de mi amigo, él parecía tener mucha más fuerza. —Si te lo repito, es porque parece que no comprendes —gruñó de mala manera, mirándolo intensamente. —Déjate de palabrerías —retó nuevamente, sin abandonar aquella sonrisa sarcástica. —Sabes que si no te rompo la cara es porque ella está aquí —pronunció lentamente, con voz amenazante. —Oh, sí, siempre todo un caballero —replicó burlón. Pero él alzó su puño rápidamente, impulsándolo hacia atrás, y yo dejé escapar un grito ahogado involuntario. Sin embargo, su mano sólo golpeo contra las rocas, con fiereza, justo al costado del rostro de mi amigo. Sin quitar los ojos de su objetivo, él lo apretó contra las frías rocas y lo dejó caer. Mientras mi amigo aún poseía aquella sonrisa socarrona, mientras él le daba la espalda. —Mantente alejado de ella —gruñó, para luego empezar a caminar entre la oscura playa... Y yo solo seguía estática en mi lugar sin acabar de procesar lo que había pasado...
Posted on: Thu, 04 Jul 2013 05:58:53 +0000
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