37 Sabiduría “La vida premia al valiente, al paciente y al - TopicsExpress



          

37 Sabiduría “La vida premia al valiente, al paciente y al que da sin esperar y se olvida de aquellos que no intentaron por temor a fracasar Dos meses han transcurrido ya, Adam recibía otro dibujo de Adela y su vientre ya más prominente, la idea de imaginar cómo sería su sobrino lo reconfortaba. De pronto hace una pausa y Natasha viene a su mente, ella también espera un bebe, no es suyo pero será madre, mira la ventana y un deseo enorme de verla lo invade. Abre la puerta y sale a la calle, empieza a caminar, estaba decidido, avanzaba las cuadras esquivando a las personas hasta que llega a la mansión Wright, enorme e imponente. En la entrada había un hombre vestida con un traje totalmente negro y un rostro de no andar de muy buenas pulgas. - Vengo a ver a la señorita Natasha Wright - El hombre vuelve su mirada a Adam - ¿Quién es usted? - - Soy Adam Rizco, soy su amigo - El hombre da una media sonrisa de aquella que se dibujan cuando se descubre alguien está diciendo una mentira - la señora Wright se encuentra de viaje - el acento del hombre le resultó algo diferente a Adam pero no le tomo importancia, además Natasha parecía no estar. - ¿Sabe cuando estará de regreso? – - No. - ¿Se encuentra el señor Leonard? - No. El hombre da media vuelta e ingresa a la propiedad lentamente del alcance de Adam que parecía poco convencido de las respuestas del hombre. Desde la ventana de su cuarto Natasha veía los intentos infructuosos de Adam por verla, intentaba no llorar mientras acariciaba suavemente su vientre (Sofía) decía a voz baja. Adam miraba desde afuera como su supiera Natasha estaba ahí, sus miradas sí encontraban aunque no lo sabían y el amor resucitó por ese segundo, Adam se retira dando una patada al piso. - Me acaban de decir que vino a buscarte tú perro faldero. Creo que sí se vuelve una molestia tendré que hacer algo al respecto, pero si me entero sales corriendo a decirle algo no dudare en hacerlo - era Romanov que había entrado sin ser avisar a la habitación. - El no hará nada, yo no hare nada y usted no hará nada - - Dennis Rostov el guardia que puse en la entrada le dijo estabas de viaje, sí se vuelve a aparecer por aquí no dudara en darle un paseo - Natasha guarda silencio y su corazón se encoje por las palabras de Romanov. La idea de estar lejos de Adam la destruía pero de verlo muerto acababa con todo lo que le daba sentido a su vida. Las personas entran a tú vida se van físicamente pero vivirán eternamente en nuestro pensamiento. Natasha lentamente está muriendo desde adentro. A veces lo que verdaderamente somos depende de un factor ya sea alguien o sea un sentimiento, pero eso nos hace sentir vivos. Una vez creí había perdido el rumbo, pero contigo se siempre me espera un lugar mejor al final del día”. Así Adam terminaba de escribir un poco mientras terminaba su café acompañado de unas crepas. Una sombra abarcó el libro que Natasha le había obsequiado, al levantar su mirada vio una silueta que le resultó familiar, era aquel hombre extraño que lo acoso aquella tarde. Su mirada era sombría, su cabello era de un color gris plateado, su rostro estaba demacrado y su ropa y zapatos estaban muy desgastados además de ser la misma que usaba aquel día cuando lo siguió hasta el hotel y ya olía un poco mal. - Por fin nos conocemos – - ¿Disculpe? - Adam con un gesto de desconcierto. - Oh que descortés soy, no me he presentado ni pedido autorización para acompañarlo en la mesa señor Rizco - Tomando una de las sillas de la otra mesa el hombre - creo ahora sí podremos tener una conversación - El hombre le parecía conocido pero no lograba relacionar sus rasgos con los de nadie, lo más llamativo era que compartían el mismo color de ojos. - Deja de mirarme así. Parece estuvieras viendo una criatura extraña. Tengo noticias sobre tú hermano - - ¿Que noticias? ¿Qué tiene que ver usted con mi hermano? - El ceño de Adam de frunce. - Bueno primero ordenare un café. Este tipo de conversaciones dan un poco de sed. Señor Rizco, lo sé porque conocí muy bien a su hermano - - ¿Era? - Adam exaltado. El hombre asiente - imagino su hermano tenía la costumbre de ausentarse por cierto periodo de la casa - el hombre hace una pausa para dar un sorbo a su café - su hermano era un afamado asesino - la sangre desaparece del rostro de Adam e iguala el color del mantel blanco de la mesa en que estaban. - ¿Como sabe usted eso? - Las palabras salen con dificultad pero salen. - Yo trabajaba con él. Era de los mejores en su trabajo, pero se topo con alguien que disparaba más rápido. Imagino le dirás a Ana y Adela - - ¿Como sabe sus nombres? - Adam no podía contener su asombro. - Eso es fácil de contestar, pero debes prometer mantener la calma luego de que te lo diga - Adam asiente de nuevo - Adam yo soy.... Se escucha un silbato y la palabra ¡Ladrón! ¡Ladrón! Acercándose cada vez más. - Esta conversación no ha terminado - el hombre guiña un ojo y a cómo puede salta la baranda para emprender la huida. _______*______ ¿El amor que no está es aquel que existió y se extraña? O Es aquel que no llegó y por eso nunca se aprendió. Esa es la última línea que Adam logra escribir antes de irse a la cama. ______________#____________ Voy avanzando hasta encontrarme con tres caminos, uno un bosque oscuro, otro parece un paisaje árido en donde el agua parece ser una leyenda y el último me llevaría al lugar más verde y fértil que mis ojos hayan observado jamás. Pareciera una decisión sencilla pero me invade la incertidumbre, una vez leí en un libro que muchas personas amaban las rosas, pero sin embargo las juzgaban por sus espinas, entonces que ser bello no era su detalle más llamativo. Así que mucha gente en mi lugar erigiría el tercer camino, más bello y más verde. Pero, ¿Donde quedan esas espinas que puede ocultar? ¿Las ignoramos y tomamos el riesgo? O ¿Damos el chance a los demás caminos que no hemos experimentado pero que por parecer más difíciles no nos gustaría visitar? - ¿Tienes miedo Adam? - Se escucha una voz que sólo en sueños había aparecido. - ¿Ana? - Adam busca con la mirada pero no hay nadie. - ¿Por qué dudas tanto Adam? La felicidad siempre ha estado frente a tus ojos - - Tengo miedo de equivocarme, siento he llegado muy lejos para echar todo a perder - - Los errores son los mejores maestros de los vivos, sin ellos no llegaríamos a alcanzar la madurez para no errar - la mujer aparece y toma de los hombros a Adam desde atrás. No está fría y además su vestido ya no está sucio ni desgastado, se ve hermosa muy cerca de como se veía en vida. Adam alza su mirada a para sorpresa suya habían tres personas en cada camino, Natasha en el campo fértil, Ariel en el campo árido y un anciano en el más oscuro. - ¿Quieres te lo expliqué? - - Por favor - el joven asiente. - Cada uno representa una decisión en tú vida, Ariel bella, no lo dudo pero carga una cruz terrible en su espalda. La carga a medias porque nunca dio ese pasó para vivir sin ella, sus labios dieron los besos más sencillos que pudiste sentir alguna vez. Mírala y recuerda todo aquello que una vez se dijeron bajo el fresno. Hermosas promesas de adolescentes que creen en el amor, tan fuertes por su juventud pero tan ingenuos por su inexperiencia. No estuvo del todo mal pero debes ver más allá del error para hacer a un lado al rencor. - Mira a Natasha, con su determinación y su amor que puede alimentar a dos con ello. Recuerda todo lo que representa para ti. Y pregúntate sí quieres vivir sin ella. Puedo invitarte a pensar pero no a elegir ni ver como será tú futuro al escoger cualquiera de esos caminos, sólo tú puedes hacer eso recuerda aquí donde estas puedes ser quién quieras e imaginar lo que quieras - Adam no dice palabra alguna sólo cierra sus ojos y empieza a sonar la voz de una niña que ríe. Al abrir sus ojos estaba en un campo verde en el que corría una niña de hermoso cabello dorado y grandes ojos cafés. ¡Papá! ¡Papá! Repetía al empezar a correr con destino a Adam quién extiende sus brazos para alzarla, pero cuando está a punto de hacerse con ella está pasa de largo, al volver su mirada se da cuenta sus brazos no eran el destino de la pequeña, pero ahí estaba Natasha tomada de la mano de Romanov. - ¿Es esto lo que quieras ver? O ¿Esto es lo que estas permitiendo que ocurra? - Dice Ana a espaldas de Adam que intenta acomodar todo lo que escucha en su cabeza, vuelve a cerrar los ojos y de nuevo esta al frente de los tres caminos. - ¿Que significa el anciano del tercer camino? - - Adam ese hombre eres tú - los ojos del joven salen de sus órbitas - simplemente representa a aquellas personas que nunca decidieron, que nunca reaccionaron y la vida pasó sobre ellos con la velocidad de un pestañeo. Ahí estás tú representado por el sacrificio, el decir adiós a aquello que amabas, aquello que te hacia feliz, pero que no tuviste el valor de reclamarlo y te tocó ver desde lo lejos como otros lo disfrutaban - Adam frío escuchaba las palabras de Ana, analizaba, no reaccionaba, ella tenía razón debía decidir aún estaba a tiempo las opciones existen pero debía pensar claro. - ¿Natasha? - espera la chica diga algo pero está no reacciona. - ¿Ariel? - pregunta girando su cabeza a la joven que le responde con una cálida sonrisa. Adam avanza hasta ella y que sonríe. - Te amo - dice la chica con esa voz que convencería al corazón más frío. Adam siente unas manos frías acariciándole el rostro y ella le planta un beso en los labios que él contesta con delicadeza, abre los ojos, Natasha ni se inmuta ante el hecho pero el hombre del tercer camino lloraba como sí lo que observaba le doliera. - ¿Por qué llora ese hombre? - Adam sorprendido. - No pasa nada, bésame extrañaba tanto tú contacto. Vamos no te detengas - insistía Ariel tomándolo del rostro. Adam vuelve a besarla pero cada vez sentía más real su contacto. Al abrir los ojos ya no estaba en los tres caminos, el escenario era su cama, estaba lloviendo y sentía que gotas de agua caían en su cara, no eran goteras, aclara un poco mas su vista y se percata Ariel está justo sobre él. - Extrañaba tanto tus besos. Lo que no entiendo es porque estas llorando. ¿Estás feliz? – pregunta Ariel. - No estoy feliz, ni siquiera sé como entraste - Adam toca sus ojos y efectivamente estuvo llorando recientemente. - Vine a visitarte, toque varias veces pero nadie salió, fue entonces cuando gire el pomo de la puerta y descubrí estaba abierto, pensé en esperarte y también evitar está lluvia (las gotas de agua rodaban por el cabello de Ariel), así fue entonces cuando te encontré diciendo mi nombre, te veías tan hermoso que no pude las ganas de darte un beso y tú lo contestaste - - Estaba teniendo un mal sueño, no puedes celebrar algo que no fue real. YO NO ESTABA CONCIENTE - - No te alteres sólo fue un beso (muy buen beso) así que no me acribilles con tus comentarios por favor – - Sal de mi casa – - Pero – - ¡Sal! – Ariel rompe en llanto y sale corriendo de la habitación. Al estar en la entrada se promete nunca volver a derramar una lágrima por Adam Rizco él y toda la gente que quiere va pagar por eso. - Quizá yo le pueda ayudar en eso – un hombre sale de la oscuridad mojado y haraposo, Ariel se vuelve y el silencio acompaña el encuentro pero ella sonríe.
Posted on: Thu, 14 Nov 2013 01:28:06 +0000

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