#Actividad2URP #Equipo1 El dolor. ¿Cómo describirlo? - TopicsExpress



          

#Actividad2URP #Equipo1 El dolor. ¿Cómo describirlo? Bueno, sería algo como cuando te dan una puñalada en el alma. Una tras otra. No te deja respirar. Sientes que tu mundo se acaba. Hasta qué… ¡flash! Momento decisivo. Tienes dos opciones: o flotas, o te hundes. Por un momento me pareció mucho mejor la segunda opción: hundirme. El camino más fácil ¿por qué? Pues así tu sufrimiento se acaba. No más dolo...r. No más cosas por las que preocuparte. Sólo paz y obscuridad. Eso pensé durante un buen tiempo, hasta que apareció mi pequeño faro de luz, que, hasta la fecha, sigo sin saber quien fue. Pero ahí esta. Todavía presente. Es como mi Virgilio, guiándome a través del infierno. Sólo que en vez de Dante soy Madge. Y mi objetivo no es Beatriz, sino… ciertamente no lo se. No puede ser Gale. El esta muerto para mi. Creo… Antes de narrar mi historia, quiero recalcar que esto no es una historia de amor. Esa le pertenece a Katniss y Gale. Tampoco es una historia de amor no correspondido. Bueno, en general lo es, pero lo que narraré no se centrará en eso. Durante los septuagésimos cuartos Juegos del Hambre Gale y yo nos volvimos muy unidos. Salíamos juntos a cazar, (lo que no se me daba muy bien), me enseñaba como hacer trampas (lo que tampoco se me daba muy bien), íbamos al quemador juntos (razón por la que me hice amiga de muchos vendedores ahí) y… robaba a mi padre. Yo robaba a mi padre. Tomaba parte de nuestra alacena, pan, queso, fruta, semillas, etc… Y Gale y yo los íbamos a regalar al Quemador. También llevaba algunos de mis vestidos y de mi madre y los regalaba. Si, Gale me beso algunas beses. Pero estoy segura de que eso no significo nada para el. Tonta de mi, que cuando Katniss regreso y Gale había recibido todos esos latigazos, volví a robar a mi padre y le lleve morfina. Gale nunca se enteró de eso. Nunca. Y Katniss no volvió a hablar conmigo, ya que regreso a los Juegos. Pero aún sin Katniss, Gale siguió ignorándome. Sumida en mi depresión, me encerré en mi casa. No salí. No fui a la escuela. No hablé con nadie. De todos modos, nadie pareció percatarse de mi ausencia. Eso me dolió aún más. Todas esas veces que me arriesgue a ser castigada por robo. Todas esas veces que le daba una puñalada por la espalda a mi propia familia por robarles cosas, sólo para darle comida o ropa a mi distrito. Todas esas veces no significaron nada para nadie. En mi depresión, tome el cuchillo más afilado de la casa y corte levemente mi muñeca, probando. Me gustó. Cuando iba a hacerme otro corte un sonido en la ventana hizo que me sobresaltara. Tres pequeños golpecitos. Escondí el cuchillo y entre abrí la cortina. Me asome para ver quien había sido, pero no había nadie, sólo una pequeña nota. Abrí mi ventana y la tomé, la pequeña nota decía: «Se fuerte, Madge» Me la quede mirando por un largo rato. No era de Gale, sin duda. Su escritura era muy diferente y yo ya no le importaba. Mire mi muñeca y la enjuague, la cubrí con un listón blanco, tome el cuchillo y salí al jardín. Cavé y cavé hasta que mis dedos dolieron, metí el cuchillo en el agujero y lo tapé. Mejor si no volvía a verlo nunca más. Los días pasaron, y las notas seguían llegando, 10am en punto todos los días. Tan es así que las esperaba ansiosa. El día en que bombardearon el distrito, seguía leyendo la última nota, decía «huye» así, sin más. Por supuesto, no le dice caso. Error fatal. Las bombas empezaron a caer. Mis casa temblaba con cada estallido y una a una las ventanas se venían abajo. Me refugie en mi habitación y me hice bolita aún lado de mi cama, con todas las notas que había recibido hace semanas abrazadas contra mi pecho. Sin comprender aún todavía, empece a sollozar silenciosamente. Mi casa se llenó de humo. Vi como todo a mi alrededor se incendiaba, rodeando de llamas y dejándome sin escapatoria. De repente, todo se volvió negro, perdí casi el conocimiento. Casi. Sentí como unos brazos me envolvían y me llevaban lejos. Empece a respirar aire. Aire, no humo. Abrí mis ojos y encontré las ramas de los árboles moviéndose al ritmo del viento. Los sinsajos cantaban y revoloteaban felizmente. Ajenos al sufrimiento de todo Panem. Hasta ahora me he mantenido al margen, pero siempre me he preguntado ¿quien fue el de las notas? ¿Cómo supo del bombardeo? ¿Quien me saco de ahí durante el bombardeo? Preguntas de las que nunca sabré la respuesta. Porque no tengo a nadie quien me las de. Porque me he quedado sin nadie. Sin amigos. Sin familia. Nadie. Sola.
Posted on: Sun, 24 Nov 2013 06:55:21 +0000

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