Albert Camus ha sobrevivido medio siglo: 50 años de su muerte - TopicsExpress



          

Albert Camus ha sobrevivido medio siglo: 50 años de su muerte Autores: Bernardo González Solano Título: Siempre!. 56.2953 (Jan. 17, 2010): p60. Tipo de documento: Article Copyright : COPYRIGHT 2010 Editorial Cruzada, S.A. DE C.V. siempre.mx Texto completo: [ILUSTRACIÓN OMITIR] Mera coincidencia. Hace 50 años, el 4 de enero de 1960, como ahora, Francia estaba bajo la nieve. Albert Camus regresaba a París en el poderoso automóvil de su editor Michael Gallimard. El vehículo era un Facel Vega de 325 caballos de fuerza. En la cajuela del auto, el Premio Nobel de Literatura colocó su infaltable portafolios con el manuscrito inacabado del Primer hombre con el que iniciaba un tercer ciclo de su creación literaria. También llevaba un boleto de tren con destino a París. Camus detestaba viajar en automóvil; decía que la peor manera de morir era en un auto. Pero, el destino ... A la altura de Petit Villeblevin, en Yonne, la carretera RN5 es sinuosa y a la orilla de una curva, un arce blanco estaba plantado como un espectro donde chocó el vehículo al dar un descontrolado viraje. En el choque murió inmediatamente Albert Camus, Gallimard moriría más tarde en un hospital; su esposa y su hija saldrían gravemente heridas pero no murieron. Albert Camus Sintes contaba 47 años de edad. Polemista, escritor, periodista ... Hace cincuenta años, murió el hombre, el polemista, el escritor, el periodista, el filósofo despreciado por muchos intelectuales de la rive gauche por sus humildes orígenes; ese mismo día hacía la gran leyenda de las letras francesas. Una de sus grandes figuras del siglo XX y de todos los tiempos. La muerte de Camus tuvo sus consecuencias, sobre todo para la respetabilidad y el crecimiento de su integridad intelectual. Las tomas han cambiado a 50 años de su fallecimiento. Sus detractores en vida han perdido el reconocimiento, no por un anatema contundente igual al que lanzaron contra el autor de El extranjero y La peste, entre otras, sino porque el merito y la verdad del argelino-francés siempre lo mantuvieron por encima de los demás. Camus estimaba que la responsabilidad del escritor era motivada por un doble deber, el rechazo a mentir sobre lo que se sabía y la resistencia a la opresión. Y a nombre de la lucha de clases, de la guerra fría, de la política montada por encima de la moral, muchos otros se han ido a pique. Albert Camus (1913-1960) sabía que su generación no podría rehacer el mundo. En su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura, el 12 de noviembre de 1957, en el que manifestó que debería habérsele otorgado a André Malraux y no a él, y reconoció que gracias a su maestro de la escuela primaria, Louis Germain, había llegado a recoger el preciado galardón de manos del rey de Suecia Gustavo Adolfo VI, anticipó los cambios y los dramas que tendrían lugar al finalizar el siglo XX. A la rotonda Cada generación --dijo-- se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe que no lo hará. Pero su tarea es más grande. Consiste en impedir que el mundo se deshaga. Heredera de una historia corrompida, en la cual se mezclan revoluciones frustradas, técnicas descontroladas, dioses muertos e ideologías extenuadas ... esta generación debió restaurar, únicamente a partir de sus negaciones, un poco de lo que hace la dignidad de vivir y de morir. Por la cercanía del quincuagésimo aniversario de la muerte del autor de Calígula, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, enfrascado en su discutida identidad nacional, hizo saber a los deudos de Camus --y a todos los franceses-- su deseo de depositar los restos mortales del Premio Nobel de Literatura 1957 en el Panteón, el templo laico más relevante del país, donde se encuentran los restos de personajes de la talla de Voltaire, Marie Curie (la ártica persona que ha recibido dos veces el Premio Nobel, uno de física y otro de química), Víctor Hugo y muchos otros. La familia de Camus se dividió. Sus dos hijos, los gemelos Jean y Catherine (nacidos en 1946, de la segunda esposa de Albert, Francine) opinaron diferente: el primero negó el permiso, la segunda estaba de acuerdo. Por el momento, Camus continuará descansando en el pequeño cementerio de Lumarin, al sur de Francia, donde el Nobel compró su residencia después de recibir el galardón sueco. Sobre la tumba sólo hay una losa de granito con la siguiente inscripción: Albert Camus/1913.1960. A diferencia de Jean-Paul Sartre, que presumía de rancios orígenes y de la biblioteca de sus antepasados, de su abuelo, que serviría de inspiración para el excelente libro Les Mots, y de haber estudiado en las más famosas instituciones, Camus venía de tierra africana, su Argelia natal, territorio al que habían emigrado su familia de colonos franceses (los renombrados pied-noir), medio ambiente que le marcó profundamente tanto en su vida como en el conjunto de su obra. Pese a todo, la barbarie de la lucha de independencia de su país natal (1954-1962) lo desgarró. Al respecto, Camus escribió: He amado esta tierra con pasión, de ella he extraído todo lo que soy y nunca he apartado de mi amistad a ninguno de los hombres que allí viven, sin importar su raza. Al morir su padre en la Primera Guerra Mundial, como poilu (nombre popular de los soldados franceses de la contienda de 1914-1918), fue educado por una madre analfabeta de origen español, Catalina Sintes, en un mísero hogar donde su tío hacía toneles para vino, pero que no le impidió estudiar. Después de militar en el Partido Comunista argelino y de colaborar en varias revistas, a los 27 años de edad se trasladó a París, donde trabajó como periodista para el diario París Soir y como lector de textos en la editorial Gallimard. Por ese tiempo conoció a la que fue su pareja más célebre, la actriz española Maña Casares (1922-1996), reconocida tanto en los escenarios teatrales como en el cinematógrafo. Por su afición al teatro existencialista fue personaje importante en el grupo de Camus y Sartre. Se exilió en Francia con motivo de la Guerra Civil Española, pues era hija de Santiago Casares Quiroga (1884-1950), ministro de Marina y de Gobernación con el gobierno de la República de 1931 a 1933. Raíces españolas Algunos biógrafos de Camus dicen que los amores de Albert y María tuvieron que ver con los orígenes hispanos de su madre. Como sea, el hecho es que el Humphrey Bogart de los intelectuales franceses --por su cabellera engominada, su gabardina con el cuello alzado y un cigarrillo siempre en la boca, como el personaje de la película Casa Blanca, con la inolvidable Ingrid Bergman-- tenía un soberbio pegue con las damas parisienses del momento, incluyendo a Simone de Beauvoir, la amante de Jean-Paul Sartre. Este fallido menage a trois también tuvo que ver con el posterior pleito entre Camus y el autor de La náusea. No todo era filosofía y enfrentamiento social. Error de Camus fue volver su enemiga a Simone de Beauvoir. Después de diez años de amistad, Camus se enzarzó en una disputa teóricamente filosófica, aunque decididamente política. Aunque ambos personajes eran pensadores comprometidos con la izquierda, Sartre defendía la violencia inherente a la revolución social, mientras que Camus entendía que el fin no justifica los medios, tal y como lo explica en La caída: Me decían que eran necesarios unos muertos para llegar a un mundo donde no se mataría, resumía Camus, filósofo que pensaba que la tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios, sino sobre las faltas de los demás. Hasta la fecha, a 50 años del deceso de Camus, el pleito Camus-Sartre o Sartre-Camus, como usted guste, todavía origina discusiones en cenáculos académicos e intelectuales. Indudablemente que Sartre y sus incondicionales trataron, con alevosía, denigrar y aniquilar al fundador de Combat. Así, en el editorial de un número especial de Le Nouvel Observateur, el director del hebdomadario, Jean Daniel, gran amigo del argelino y de los pocos supervivientes de los tiempos de la amistad entre ambos escritores, escribió: Recientemente encontré algo que parece una llave. Recuerdan ustedes la saeta de Sartre en el histórico conflicto sobre el Hombre rebelde cuando escribe: . Sin embargo, esto no es verdad. Camus había leído atentamente y admirado el Ser y la nada. Y por Hegel, si no había leído todo o si lo había leído mal, comprendió suficientemente el sentido profundo para rechazarlo. Entonces, cuando más tarde se le preguntó por qué había escogido a Kierkegaard, respondió con fuerza: por que es el anti-Hegel. En fin, Jean Daniel agrega: Para Camus como para Dostoievski la verdad no es un absoluto pero debe buscarse en la felicidad, el tormento y la contradicción. Asimismo, concede que la verdad podía no estar solamente de su lado. Las palabras del propio Jean-Paul Sartre son claras: Mi querido Camus: nuestra amistad no ha sido fácil, pero la echaré de menos. Si la das hoy por finalizada, eso indudablemente significa que tenía que llegar a su fin. Muchas cosas nos unieron, pocas nos han dividido. Pero estas pocas seguían siendo muchas. La polémica con Sartre Ronald Aronson, autor de la biografía Camus y Sartre, lo explica a pelo: Un terreno poco probable para un drama histórico esencial: unos pocos artículos densamente impresos en una revista parisiense con una circulación de poco más de 10,000 ejemplares. El número de agosto de 1952 de Le Temps Modernes se agotó de forma inmediata. Se hizo una reimpresión y se agotó de nuevo. Mientras tanto, el intercambio de ideas entre ambos se había presentado en un encarte de dos páginas en el diario que una vez había dirigido Camus, Combat. El precursor de Le Nouvel Observateur también publicó amplios fragmentos de sus cartas. La ruptura se había convertido en la conversación de París, discutida en más de una docena de artículos de periódicos y revistas. Los titulares incluían La ruptura entre Sartre y Camus se ha consumado en el Samedi-Soir y Sartre contra Camus en el Finance-Illustration ... Después de que Camus hubiera respondido a Francis Jeanson con un ataque hacia él y hacia Sartre, seguidas las respuestas violentas de éste y las interminables contestaciones de Jeanson a Camus, los dos escritores nunca se volvieron a dirigir la palabra. Eso es la historia. Ahora, aparecen muchas biografías sobre Camus, periódicos y revistas dedican números especiales a su memoria y la televisión preparó infinidad de programas y documentales sobre el Premio Nobel de Literatura 1957. El hombre rebelde sobrevive. González Solano, Bernardo Cita de fuente (MLA 7.a edición) González Solano, Bernardo. Albert Camus ha sobrevivido medio siglo: 50 años de su muerte. Siempre! 17 Jan. 2010: 60+. Informe Académico. Web. 8 Nov. 2013. Document URL go.galegroup/ps/i.do?id=GALE%7CA218814103&v=2.1&u=spl_main&it=r&p=IFME&sw=w&asid=4cc9ff7ec5e12945d87e37ef799e54d7 Número de documento de Gale: GALE|A218814103 Inicio de página
Posted on: Sat, 09 Nov 2013 01:27:39 +0000

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