BURÓ DE POLÍTICA ANTICRIMEN...... En los últimos tiempos, un - TopicsExpress



          

BURÓ DE POLÍTICA ANTICRIMEN...... En los últimos tiempos, un grupo selecto de electores opositores ha volcado su atención casi exclusiva a los errores tácticos de la oposición. Esta postura muchas veces ha sido acompañada por versiones flotantes sugiriendo la existencia de pactos tenebrosos detrás de las cortinas entre los líderes opositores y el gobierno ilegitimo sin que se haya presentado alguna evidencia directa de esta dinámica nefasta. Sin embargo, en sus narrativas públicas de quejas, tal segmento de críticos desafortunadamente ha tratado como como asuntos colaterales a 1) los desmanes hirientes que el gobierno ilegal ha cometido en su manejo descalabrado del sistema económico en perjuicio de la calidad de vida de los venezolanos y 2) a las innumerables artimañas destructivas del oficialismo en su afán desbocado de mantenerse en el poder a toda costa. Este apetito de sujetar el poder a como dé lugar ha sido irrevocablemente explícito y documentado por la evidencia disponible mostrando la práctica metódica de la corrupción, la violencia política, la coacción y el fraude electoral. A este cuadro se le suma otras acciones igualmente abominables y antidemocráticas en violación a los derechos humanos como el mantenimiento de prisioneros de conciencia en el régimen carcelario, el maltrato a los estudiantes en manifestaciones de desobediencia civil y la “cacería de brujas” que el régimen actual ha montado para suprimir a ciertos miembros de la oposición cuya actuación política es ejecutada en el ámbito público. Como un elemento adicional a esta colección de desfachateces, y al percatarse de que se ha metido en camisas de once varas, la estructura gubernativa ha desarrollado una cruzada estridente para desviar la atención del descalabro que ha manufacturado en el país al pregonar su meta elusiva de erradicar la CORRUPCIÓN. Esto es realmente asombroso, quizás al nivel del insulto, debido a que el seudo gobierno monopoliza casi la totalidad de los contextos en los cuales la corrupción acontece como también el capital que se mueve en esos predios. Tal observación es sin incluir que en su círculo inmediato de integrantes se encuentran personajes demostrando un nivel de corrupción sin precedentes en la historia del país y por razones obvias hace caso omiso de esta situación repugnante, criminal y en contra del interés público. Es importante considerar que el tonelaje de la crítica que se dispara frecuentemente hacia la oposición se deriva también de un número indeterminado de infiltrados del oficialismo en las redes sociales usurpando identidades de opositores con el fin de desilusionar a los electores que votaron por el bando opositor en pasado 14 de abril. Este “baile tramposo de disfraces” acontece con regularidad quizás con la esperanza por parte de los disfrazados de poder legitimar y al mismo tiempo revigorizar de alguna forma a una entidad gubernativa irregular en crisis y al punto de derrumbarse. El truco necesario para contrarrestar a esta estampida de ilusos oficialistas y sus trampas es mantener el foco sobre la meta esencial de efectuar el cambio. Esto se pudiera materializarse vía la agrupación de las prioridades de la oposición y ordenarlas diligentemente de acuerdo al concepto de la importancia para poder continuar el trabajo de resistencia. Este trabajo nunca se debe detener a pesar de la existencia de opositores legítimos descontentos con las fallas tácticas de la unidad democrática y la presencia de un conglomerado de farsantes y neófitos criticando al liderazgo de la oposición bajo identidades ficticias. En relación a los opositores que demuestran una actitud cáustica en contra de la fuerza política que han apoyado con su voto en las elecciones anteriores, las sugerencias del día son no dejarse ofuscar por el descontento que se pueda sentir sobre las supuestas fallas del liderazgo opositor y no permitir que la llama de la luche se apague. Según lo dicho, naturalmente que es necesario a) apuntar y batallar el problema documentado del fraude electoral que aconteció el 14 de abril del año en curso, b) librar de impurezas al proceso electoral, c) atacar sin tregua al organismo corrupto encargado de las elecciones y d) calibrar cuidadosamente el beneficio o las posibles deficiencias sobre “la propuesta” que la oposición ha articulado con el fin de cristalizar el voto masivo en las elecciones venideras del 8 de diciembre. Todas estas consideraciones y sus acciones respectivas pueden existir en las mentes de los votantes simultáneamente. Paralelamente al panorama nublado con referencia a la mesa de la unidad, otros críticos han manifestado la necesidad de un reajuste de la oposición a través del surgimiento de una alternativa fuerza política que reemplace la composición de su liderazgo actual. Nadie puede decir con propiedad que el actual cuadro político nacional es fácil de descifrar o que las soluciones están al alcance de las manos de aquellos que deseen solventar la totalidad de todos estos problemas en el término de la distancia. Lo único que se puede detectar a leguas, con certeza y sin utilizar una bola de cristal es que este gobierno está desubicado o totalmente perdido. Ahora bien, lo que no es prudente bajo ningún aspecto es poner en un segundo plano las razones por la cuales la hecatombe que se observa en el país ha emergido en primer lugar. A pesar de que muchos opositores hayan recalcado los imperfecciones tácticas de la oposición (cualquiera que estas sean) insinuando que a la final tales resbalones estratégicos han favorecido al oficialismo, es de importancia suprema colocar el desastre en la nación al tope de la narrativa del descontento ciudadano como un elemento prioritario en el discurso nacional. Después de todo, esta animosidad ante la situación inaceptable del país no ha emergido de un vacío. El citado descontento se ha derivado de un contexto que ha sido diseñado expresamente para que sea “estrangulador”. Como lo es ampliamente sabido, la referida catástrofe en la nación se ha cristalizado gracias a “la cortesía” de un gobierno ilegitimo, corrupto, practicante de la violencia política, regala patria, incompetente, despilfarrador y antipopular que controla todos los aspectos y asuntos de la vida nacional. En la escala de la gravedad y lo reprochable, el manejo inepto de la esfera económica por parte del aparato gubernativo arbitrario está por encima de cualquier error táctico que el bando opositor haya cometido en el ámbito político venezolano. Este manejo insensato del sistema económico bajo los auspicios de una posición partidista recalcitrante y obtusa ha obstruido la función esencial de la esfera económica de satisfacer adecuadamente las necesidades de la población con la excepción de “los enchufados”. De hecho, uno de los tantos fenómenos graves que emergen de esta manipulación incompetente y cruel del sistema económico se refiere a la manufactura en larga escala de incentivos para que los ciudadanos seleccionen, entre otras opciones, a la CRIMINALIDAD como una avenida alterna para cubrir las referidas necesidades (las necesidades superfluas creadas por la cultura del consumismo o las de carácter esencial para la existencia). Aunque los errores tácticos de la oposición son asuntos de extrema importancia que requieren una intervención profiláctica inmediataen el evento de que estos existan, es imperativo priorizar la necesidad que los opositores comúnmente tienen de “SUBRAYAR” sin tregua y no olvidar ni por un segundo las múltiples calamidades que el presente gobierno irregular ha ocasionado impactando negativamente a cada venezolano independientemente de su posición en la estructura social. Aprovechamos este espacio para reiterar una vez más que nuestra misión profesional no incluye el apoyo a ninguna de las facciones políticas existentes en el país. Sin embargo, además del problema criminal, nuestro marco de análisis igualmente examina el ámbito político simplemente porque este se relaciona al uso del poder para formular las decisiones sobre la manera como se distribuyen los recursos que provienen de la esfera económica. Según lo dicho, el problema criminal que existe en cualquier contexto geopolítico (ej., Venezuela como país) está conectado directamente al tipo de manejo que se le dan a los recursos y a las decisiones que se hacen en los altos escalafones de la entidad que controla al país con respecto a la distribución y el uso de tales recursos. Durante más de catorce años, la estructura gubernativa que existe hoy en día en Venezuela ha tratado a la esfera económica como una piñata en una fiesta de cumpleaños. Tal trato les ha impedido a muchos venezolanos obtener los beneficios que tal entidad económica está en la función de proveer para satisfacer las necesidades perentorias de la población. De este criterio se deriva la crítica persistente que formulamos subrayando la naturaleza antipopular y criminógena (que crea crimen) de la vigente estructura arbitraria del poder que gobierna desafortunadamente a los venezolanos. COMENTARIO: De acuerdo!!
Posted on: Sat, 24 Aug 2013 10:07:56 +0000

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