“Bolívar, el Hombre de las Dificultades” se distribuirá el próximo 16 de agosto en 45 salas, una cifra considerable para Venezuela. La asistencia de Maduro a su estreno de la Cinemateca Nacional, convertirá al lanzamiento del film en casi una medición de rating para el presidente, así como cuando Chávez apadrinaba una película y su asistencia subía o tumbaba la taquilla de una cinta, por rebote. Hugo solo tuvo un éxito de recaudación indirecta, allá por el año 2000 con la proyección de “Manuela Saenz”. Al ser recomendada por él, dicen los entendidos, el film tuvo una corrida importante en salas. Pero luego todo fue una bancarrota para él. Su toque de midas terminó, sucumbiendo a una vida corta. Cual campaña de gobernadores y alcaldes, el Teniente Coronel alzó las manos de Chalbaud en varias ocasiones dentro y fuera del Teresa Carreño. Así devinieron las quiebras de “El Caracazo” y “Zamora”, cuyos índices de audiencia alcanzaron número rojos. El Comandante también le apostó a la versión de la Villa de “Miranda”, respuesta políticamente correcta a la interpretación de Diego Rísquez. Tampoco se acumuló una cifra de recepción de ingresos, digna del recuerdo colectivo. Siguiendo la tradición intervencionista de su mentor, Maduro hizo una pausa en su agenda para participar de la primera exhibición pública de “Bolívar, el Hombre de las Dificultades” en la Cinemateca, llenándola de elogios tras su visionado. Ello demuestra el grado de confusión imperante entre la política y la cultura, asumidas como puntas de lanza de una gestión. Por ende, el tiempo dirá si la estrategia valió la pena o resultó contraproducente. Las urnas de la boletería emitirán un mensaje, al nivel de un referéndum, quizás. Para cerrar, dos cosas llaman mi atención en el diseño de los afiches de la pieza. Primero, el bigote agresivo del rostro del protagonista, acompañado del eslogan “Rendirse nunca será una opción”. Frase de clara inspiración Hollywoodense, como de trailer ochentoso. Asunto ya parodiado y deconstruido por los falsos avances de Robert Rodríguez. Con respecto al mostacho, me pregunto si es un guiño a Maduro, el hombre de las dificultades. En segunda instancia, despunta la imagen del villano interpretado por Jorge Reyes(alias el Polaco), flanqueado por una consigna: “la Conspiración está en marcha”. ¿Otra alusión al contexto contemporáneo, según el enfoque de la revolución? Voluntaria o involuntariamente, el asunto traduce la predilección del proceso por buscar chivos expiatorios y anunciar teorías de complot, supuestamente dirigidas por manos extranjeras. Caso del fiasco de Tim Tracy, por ejemplo. La mentalidad paranoica de Maduro consigue entonces una pantalla de identificación. Ahora solo queda verla para despejar todas las dudas.
Posted on: Sun, 11 Aug 2013 13:07:32 +0000
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