C. La doctrina del pecado heredado4 ¿Cómo nos afecta el pecado - TopicsExpress



          

C. La doctrina del pecado heredado4 ¿Cómo nos afecta el pecado de Adán? La Biblia enseña que heredamos de Adán el pecado de dos maneras. 1. Culpa heredada: Se nos considera culpables debido al pecado de Adán. Pablo explica los efectos del pecado de Adán de la siguiente manera: «Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron» (Ro 5:12). El contexto muestra que Pablo no está hablando de los pecados que la gente comete todos los días de la vida, porque el párrafo entero (Ro 5:12-21) se refiere a la comparación entre Adán y Cristo. Cuando Pablo dice: «así [gr. joutos, “así, de esta manera, de este modo”, o sea, mediante el pecado de Adán] la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron», está diciendo que a través del pecado de Adán «todos los hombres pecaron». Este concepto —de que «todos pecaron» quiere decir que para Dios todos pecamos cuando Adán desobedeció— queda indicado en los siguientes dos versículos, en donde Pablo dice: «Antes de promulgarse la ley, ya existía el pecado en el mundo. Es cierto que el pecado no se toma en cuenta cuando no hay ley; sin embargo, desde Adán hasta Moisés la muerte reinó, incluso sobre los que no pecaron quebrantando un mandato, como lo hizo Adán, quien es figura de aquel que había de venir» (Ro 5:13-14). Aquí Pablo destaca que desde el tiempo de Adán hasta el tiempo de Moisés la gente no tenía las leyes de Dios por escrito. Aunque sus pecados «no se tomaron en cuenta» (como infracciones de la ley), las personas aún asímurieron. El hecho de que murieron es buena prueba de que Dios los consideró culpables sobre la base del pecado de Adán. La idea de que Dios nos considera culpables debido al pecado de Adán se reitera en Romanos 5:18-19: «Por tanto, así como una sola transgresión causó la condenación de todos, también un solo acto de justicia produjo la justificación que da vida a todos. Porque así como por la desobediencia de uno solo muchos fueron constituidos pecadores, también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos justos». Aquí Pablo dice explícitamente que mediante la transgresión de un hombre «muchos fueron constituidos [gr. katestadsesan, aoristo indicativo que denota una completa acción en el pasado] pecadores». Cuando Adán pecó, Dios consideró pecadores a todos los que descenderían de Adán. Aunque todavía no existíamos, Dios, mirando al futuro y sabiendo que existiríamos, empezó a considerarnos culpables como Adán. Esto también encaja con la afirmación de Pablo de que «cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros» (Ro 5:8). Por supuesto, algunos de nosotros ni siquiera existíamos cuando Cristo murió. Pero Dios, de todos modos, nos consideró pecadores en necesidad de salvación. La conclusión que se debe sacar de estos versículos es que todos los miembros de la raza humana estuvieron representados en Adán en el momento de la prueba en el huerto del Edén. Como representante nuestro, Adán pecó, y Dios nos consideró culpables como Adán. (Un término técnico que a veces se usa en conexión a esto es imputar, que quiere decir «determinar que pertenece a alguien, y por consiguiente atribuirlo a esa persona ».) Dios determinó que la culpa de Adán era nuestra también, y puesto que Dios es el Juez supremo del universo, y puesto que sus pensamientos siempre son verdad, la culpa de Adán es nuestra. Dios correctamente nos imputó la culpa de Adán. A veces a la doctrina del pecado heredado de Adán se le llama doctrina del «pecado original». Como ya expliqué antes,5 no he usado esta expresión. Si se usa ese término, hay que recordar que el pecado del que se habla no se refiere al primer pecado de Adán, sino a la culpa y a la tendencia a pecar con que nacemos. Es «original» en que viene de Adán, y también es original en que la tenemos desde el principio de nuestra existencia como personas, pero de todos modos es a nuestro pecado, no al de Adán, a lo que se refiere. Paralela a la frase «pecado original» está la frase «culpa original». Esto es ese aspecto del El pecado 5pecado heredado de Adán que hemos estado considerando antes, es decir, la idea de que heredamos de Adán la culpa. En vez de llamarla «culpa original», la he llamado «culpa heredada». Cuando nos vemos por primera vez ante la idea de que se nos ha considerado culpables debido al pecado de Adán, nuestra tendencia es protestar porque nos parece injusto. Nosotros no decidimos pecar, ¿verdad? Entonces, ¿cómo se nos puede considerar culpables? ¿Es justo que Dios actúe de esta manera? En respuesta, tres cosas se pueden decir. Primero, todo el que protesta que esto es injusto también ha cometido voluntariamente muchos de los pecados por los que Dios también nos considera culpables. Estos constituirán la base primordial del veredicto en el día final, porque Dios «pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras» (Ro 2:6), y «el que hace el mal pagará por su propia maldad» (Col 3:25). Segundo, algunos han argumentado: «Si hubiéramos estado en el lugar de Adán, también hubiéramos pecados como él lo hizo, y nuestra rebelión subsiguiente contra Dios lo demuestra». Pienso que esto es probablemente cierto, pero no parece una argumentación concluyente, porque presupone demasiado lo que hubiera sucedido o no hubiera sucedido. Tal incógnita tal vez no ayude mucho a reducir el sentido de injusticia de algunos. Tercero, la respuesta más persuasiva a la objeción es destacar que si pensamos que es injusto que Adán nos represente, deberíamos pensar también que es injusto que Cristo nos represente y que Dios nos acredite a nosotros su justicia. Porque el procedimiento que Dios usó fue exactamente el mismo, y esto es exactamente lo que Pablo señala en Romanos 5:12-21: «Así como por la desobediencia de uno solo muchos fueron constituidos pecadores, también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos justos» (Ro 5:19). Adán, nuestro primer representante, pecó, y Dios nos contó como culpables. Pero Cristo, representante de todos los que creen en él, obedeció perfectamente a Dios, y Dios nos contó como justos. Esa es lamanera en que Dios estableció que actuara la raza humana. Dios considera a la raza humana como un todo orgánico, una unidad, representada por Adán como su cabeza. Y Dios también considera a la nueva raza de creyentes, a los que han sido redimidos por Cristo, como un todo orgánico, con Cristo como representante y cabeza de su pueblo. No todos los teólogos evangélicos, sin embargo, concuerdan en que se nos considera culpables debido al pecado de Adán. Algunos, especialmente los teólogos arminianos, piensan que eso sería injusto de parte de Dios y no creen lo que se enseña en Romanos 5.6 No obstante, evangélicos de toda persuasión concuerdan en que recibimos una disposición de pecado o tendencia a pecar como herencia de Adán, tema que ahora pasamos a considerar.
Posted on: Tue, 06 Aug 2013 15:37:21 +0000

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