Contempló el cielo y su mirada se entristeció, era la hora décima, la hora que el anciano en su agonía pronosticó, en segundos de observación, pasó por su longeva mente los recuerdos de un pasado que jamás olvidó. Alegrías, decepciones, tristezas, engaños, sonrisas, halagos y por sobretodo el amor, que perduró a pesar de los años. Una sonrisa se deslizó suavemente en su rostro y sus ojos se cerraron, en ese instante su palpitar cesó y su alma hacia el lugar de donde vino se marchó.
Posted on: Mon, 15 Jul 2013 01:46:21 +0000
Trending Topics
© 2015