Crisis de pánico Quien presencia un ataque que le ocurre a otra persona y desee prestarle ayuda, debe actuar calmadamente “Siento como si un tren se viene acercando con la sensación de que me va a llevar por delante, hasta que no puedo más. Me provoca gritar o salir corriendo”, así describía una paciente el ataque de ansiedad que se le producía de vez en cuando y sin ningún motivo aparente. Ella sufría de lo que se conoce como “Crisis de pánico”, un trastorno que parece estar afectando a un número mayor de personas, en casi todo el mundo. Aun cuando se han encontrado ciertos correlatos fisiológicos para explicar su aparición, lo cierto es que la causa real, así como su tratamiento, siguen siendo todavía objeto de estudio y experimentación. Algunos especialistas señalan una correlación entre estos eventos ansiosos y añadidos tales como el uso de drogas, elevado estrés laboral y un consumo exagerado de café o cualquiera de los preparados energizantes que hoy en día se han puesto de moda. Lo más recomendable para quienes padecen la crisis de pánico es tratar de respirar profundamente, dejando salir el aire con fuerza. De ser posible, acostarse y solicitar ayuda a alguna persona cercana para que le acompañe mientras pasa el ataque, el cual debe desaparecer en unos minutos. Una vez concluido, debería pensar en asistir a una consulta psicológica que le ayude a entrenarse para controlar futuras apariciones de la ansiedad. Quien presencia un ataque que le ocurre a otra persona y desee prestarle ayuda, debe actuar calmadamente, pero sin tomar a la ligera la reacción que tiene ante sus ojos. Lo mejor es hablar con serenidad sin hacer preguntas, tomarle de la mano o abrazarle y llevarle a un lugar donde pueda descansar, mientras se va calmando. Un posterior trabajo terapéutico y de ser necesaria, una medicación administrada por un especialista, pueden contribuir al control de este trastorno que, sin duda, es preocupante tanto como para quien lo sufre como para quienes están en el entorno. Importante: No descuidar o desestimar la ansiedad. Es un signo de que algo no anda bien en su estructura emocional. DIVAN Una mujer soltera, que lleva cerca de diez años de relación amorosa con un hombre casado, desea terminarla debido a que no ve futuro en ella; pero duda, debido a que dice seguirlo amando. Ya ha cumplido 37 años y siente que la vida se le ha pasado en una espera que nunca concluye, porque el señor no deja a su esposa y ella, quien anhela tener al menos un hijo, no quiere hacerlo si no puede vivir con quien será su padre. Respuesta Este es un planteamiento frecuente entre muchas mujeres que han establecido relaciones con hombres casados. Muy pocas veces llegan a cumplir su deseo de tenerlo en exclusiva, esencialmente porque la esperanza las mantiene soportando una situación secundaria que tal vez no se merezcan. El problema no es si lo amas a él o no, sino más bien si te amas a ti misma lo suficiente como para buscar tu verdadera felicidad. No puedo decirte que lo dejes o que continúes en la relación (nadie tiene ese derecho a decidir por ti). Lo que sí puedo es recomendarte es que evalúes tus deseos y necesidades y las compares con las suyas. Si son iguales, se concretará una solución exitosa para ambos. Si no lo son, la separación será inevitable. Ojalá haya sensatez en todo ese proceso de análisis. CONSULTESUMEDICO.COM La Página de Venezuela que le ayuda a cuidar su SALUD...
Posted on: Sat, 24 Aug 2013 15:12:59 +0000
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