DEJEN A LOS NIÑOS QUE VAENGAN A MI (JESUS) A principios del mes de julio, las escuelas primarias y Jardines de niños cerraron el ciclo escolar correspondiente a este año; y prácticamente de forma simultanea surgieron por doquier los anuncios de los cursos y escuelas de verano, donde se llama a los niños a participar y a ejercitarse en esta o aquella disciplina o a aprender un arte determinado; de la misma manera las iglesias dependientes del Centro Evangelístico Vid Abundante de México, organizamos las Escuelas Bíblicas de Verano donde enseñamos a los niños los principios bíblicos para la vida cotidiana, realizamos manualidades acordes a lo aprendido y tuvimos actividades físicas. La enseñanza y disciplina Bíblica a los niños no debe ser durante la Escuela Dominical, ni una vez al mes, mucho menos cada año, sino los siete días de la semana, y las 24 horas del día; la Biblia ordena que debemos enseñar a nuestros hijos los testimonios que hemos tenido con Dios (Deuteronomio 4:10) e instruirlos en su camino, para cuando tengan edad razonable no se aparten de él (Proverbios 22:6), además debemos escribir las palabras de la Escritura que hemos aprendido en los lugares visibles de nuestra casa y repetirlas estando en ella, yendo de viaje, cuando nos acostemos y cuando nos levantemos (Deuteronomio 6:6-8). Hubo un momento en que el Señor Jesús estaba enseñando al pueblo su doctrina, cuando unos padres de familia le presentaron a sus pequeñuelos para que los tocase y los bendijera, sin embargo sus discípulos se enojaron y los reprendieron para que no molestaran al Maestro, al verlo Jesús les dijo: “dejad a los niños venid a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos” (Mateo 19:13-14). De manera que cuando enseñamos a nuestros hijos los principios bíblicos mediante el testimonio, la forma oral y escrita es elemental para que reciban a Jesucristo como Señor y Salvador de sus vidas y aprendan a conducirse apropiadamente ante propios y extraños, teniendo en cuanta que la primer escuela es el hogar y los primeros maestros son sus padres. Estimado lector, si usted es padre de familia, le motivo para que conduzca a su hijo a Jesucristo desde su temprana edad, orientándolo para que tenga actitudes sanas y de calidad, llegando a ser en un futuro inmediato una persona íntegra que marque la diferencia en la sociedad en que se desarrolla, llevándolo a la iglesia infantil para completar su educación. Pastor Hazael Ramírez Montiel
Posted on: Sat, 27 Jul 2013 18:24:10 +0000
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