DEJO ESTA CARTA ANTES DE SALIR DEL MUNDO Día dos de noviembre, del dos mil dos, luego de Cristo… Llevando en cuenta la teoría de Brian Weiss, la brujería y millones de cosas más… Creo ciegamente que nos iremos a otras dimensiones. El cielo quizá para entonces será rosado o no existirá, y vea a Dios y no tendré que estudiar computación. Aunque les parezca que estoy redactando tonterías, no lo interpreten así, que lo que les digo es una posdata, algo que ya vi y lo he vivido en otros momentos. Por eso es que esta noche he tomado mi pluma para despedirme, ponerme en pie antes de salir de este mundo, antes que amanezca y la alborada borre mis sueños. He vagado mucho con mi cuerpo sobre las hierbas de este planeta. He admirado la simpatía del pobre y la apatía del rico. Nadie puede cavar mi tumba como yo. El mundo me parece exactamente como esta esferita que poseo en frente, plástica, representándolo a él. Hemos echado basura aquí sobre el edén de Dios. Vivi-mos apaciguando unas ganas de ser invulnerables, pero imposible será siempre el objetivo de los imbéciles. Como poeta me juzgan de irracional, de loco fuera de aquí, pero qué alguien me diga: ¿dónde es que están los cuerdos? Dejo con estas letras toda mi fortuna, mi testamento; el hecho de haber escrito mi vida y el haber sido uno más. Ya también me iré a otras galaxias en la exploración de nove-dosos y nuevos territorios para habitar, ya que aquí en la guerra de la tierra, soy proyectil. Aquí busqué amor y lo eché en mi zurrón y lo tapé bien. Concluí con mi misión para llegar a mi agujero alegre. Que todos lean esta posdata que me hago amontonando versos, este testimonio antes de salir de este mundo cruel, antes de que me lleve el diablo o los Ángeles celestiales. La cuenta siempre me da: O somos los que estamos o tal vez faltan los que no están, o jamás llegarán. Aquí siempre se ha bebido ahora ya es pecado. Aquí jamás se blasfemó sino que siempre se dijo mentiras… y es todo esto que no permite precisamente, dejarme ir de este mundo sin antes contar los sucesos vistos. Mis cuentas ya están saldadas. Avanzo hacia otra utopía. Despierto en rosas que desvelan la muerte del astro. Soy un pentágono lleno de curvas básicas de imágenes; cosa inconclusa que jamás logró madurar. Esta noche estoy verde bajo el mes de noviembre, en esta carta dejo un reclamo de algo subjetivo, que aunque parez-ca así, no lo es, y lo llamo así para confundir a los sentidos, no hacer que se llore aquello que salte aunque sea sin lá-grimas… He muerto aquí, en cada letra que he escrito.
Posted on: Sat, 14 Sep 2013 22:13:56 +0000
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