Del principio de la autobiografía de Antoni Claret i Clarà, a - TopicsExpress



          

Del principio de la autobiografía de Antoni Claret i Clarà, a quien Barcelona le dedicó una larga calle (en la cual me alegro de no vivir -aunque por poco...): "5. Me pusieron por nombre Antonio, Adjutorio, Juan. Mi padrino fue un hermano de mi madre que se llamaba Antonio Clará y quiso que me llamara por su nombre de Antonio. Mi madrina fue una hermana de mi padre que se llamaba María Claret, casada con Adjutorio Canudas, y me puso por nombre el de su marido. El tercer nombre es Juan, que es el nombre de mi padre; y yo después por devoción a María Santísima, añadí el dulcísimo nombre de María, porque María Santísima es mi Madre, mi Madrina, mi Maestra, mi Directora y mi todo después de Jesús. Y así, mi nombre es:Antonio María Adjutorio Juan Claret y Clará. 7. La Divina Providencia siempre ha velado sobre mí de un modo particular, como se verá en éste y en otros casos que referiré. Mi madre siempre crió por sí misma a sus hijos, pero a mí no fue posible por falta de salud; me dio a una ama de leche en la misma población, en donde permanecía día y noche. El dueño de la casa hizo una excavación demasiado profunda para formar una bodega más espaciosa; pero una noche en que yo no estaba en la casa, resentidos los cimientos por motivo de la excavación se hincaron las paredes y se hundió la casa, quedando muertos y sepultados en las ruinas el ama de leche, que era la dueña de la casa, y cuatro hijos que tenía; y si yo me hubiese hallado en la casa por aquella noche, habría seguido la suerte de los demás. ¡Bendita sea la Providencia de Dios! Y ¡cuántas gracias debo dar a María Santísima, que desde niño me preservó de la muerte, como después me ha librado de otros apuros! ¡Oh cuán ingrato soy!... 8. Las primeras ideas de que tengo memoria son que cuando tenía unos cinco años, estando en la cama, en lugar de dormir, yo siempre he sido muy poco dormilón, pensaba en la eternidad, pensaba siempre, siempre, siempre; me figuraba unas distancias enormes, a éstas añadía otras y otras, y al ver que no alcanzaba al fin, me estremecía, y pensaba: los que tengan la desgracia de ir a la eternidad de penas, ¿jamás acabarán el penar, siempre tendrán que sufrir? ¡Sí, siempre, siempre tendrán que penar...! 9. Esto me daba mucha lástima, porque yo, naturalmente, soy muy compasivo;..."
Posted on: Tue, 24 Sep 2013 17:07:21 +0000

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