Desde la mente de un funcionario. ¿A qué hemos estado - TopicsExpress



          

Desde la mente de un funcionario. ¿A qué hemos estado gobernando? Siempre se imaginó en aquella posición pudiendo implementar las técnicas para la integración de políticas públicas que había aprendido en su juventud y que lo habían vuelto un hombre respetable y respetado. Claro que cumplir la ley implicaba no permitir que nadie cometiera alguna irresponsabilidad. Así tenía que ser, pero él de sobra sabía que la ley no sólo permitía que la alcaldesa ordenara sanciones contra sus colaboradores aunque finalmente enemigos. Él sabe que también la ley dice que es responsabilidad de los municipios el dar seguridad a sus ciudadanos. Primero el robo a quién sabe quién que no nos importa, luego a la amiga de una vecina, a una empresa, al vecino de al lado, a mi pariente, al hijo de un regidor, hasta el a.m. se había volteado y sacaba una foto de una arma apuntando en primera plana. Parecía tan fácil criticarle todo a esos panistas. Su insensibilidad con los que menos tienen, su interés sólo por las grandes obras, la voracidad al robar como lo investigó a.m., como lo analizó a.m., como lo culpó a.m., como lo difundió a.m., cómo lo condenó a.m., como le conviene a a.m. estaba clara, al menos para una mente tan profunda como la del Chachis. Nueve meses y nada estaba funcionando. Había pasado horas hasta en las madrugadas arreglando y moviendo entramados legales que era lo que entendía de mejor forma, pero no era un hombre tonto y una vergüenza personal le invadía cuando veía a la alcaldesa preguntarle una y otra vez las mismas cuestiones no como quien olvida lo que se le dice, sino como quien no es capaz de comprender lo que se le explica. Al principio él no quería hablar. Ahora sabía que era su deber hacerlo. Mafias de delincuentes llegaban desde Michoacán y Jalisco y la capacidad de reacción era casi nula. ¡La culpa era en primera instancia de quienes nos dejaron así las cosas! Era político y sabía que el gran examen a la administración del PRI en León sería en las siguientes elecciones, justo en dos años. Lo que se hiciera después ya no contaría. Ese es el tiempo que le quedaba, aunque frente de sí tenía una misión imposible. ¿Cómo convencer a la alcaldesa de que un asta, una convención de alcaldes y pedir paciencia no eran cuentas alegres? Sólo era un secretario.
Posted on: Fri, 05 Jul 2013 23:03:18 +0000

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