Diálogos, monólogos, soliloquios o Dante y sus flashes filsóficos capítulo XXVIII Un cartel que se puede ver, por ejemplo, en estaciones de subte, reza En octubre podés convertir el monólogo en un diálogo. Vamos a sobre-analizar la frase para darle un sentido mucho más profundo que el que realmente tiene, o el que la corporación rural que lo publicó podría darle. Qué es un diálogo? Es la forma oral y/o escrita en la que se comunican dos o más personajes en un intercambio de información entre sí. Qué es un monólogo? Un discurso dicho por una sola persona, que puede dirigirse a sí mismo o a otra persona, personaje o lector. Hablamos de monólogo cuando, habiendo en escena más de un personaje, uno de ellos dice su parlamento a otra persona o a sí mismo. Pero, ¿qué es un soliloquio y en que se diferencia de un monólogo? Una rápida búsqueda en Google nos responde que el soliloquio difiere básicamente del monólogo en que, aunque se trata de un solo hablante, supone la existencia de un público convencional e inmediato. Es decir, que no hay más personajes en escena que quien habla, y este emisor imagina o presupone un remitente. ¿Qué debemos temer entonces? ¿Un monólogo, es decir un personaje hablando a los demás, que se quedan callados? ¿O un soliloquio, un personaje hablando solo, sin nadie a quien dirigirse más que su propia imaginación? ¿Un partido que propone leyes y medidas mientras los demás eligen callar o un grupo de poder repitiendo información sin nadie que lo pueda contradecir? Obviamente esto es un tecnicismo, no intenta ser un análisis serio. Un análisis serio hablaría de los peligros de que la corpo rural haga campaña cuando no tiene candidatos, campaña que sólo se basa en atacar a un partido, campaña en contra de, sin propuestas, sin ideas. Un análisis serio hablaría del carácter proscriptivo y antidemocrático de atacar a un partido de esa manera. Un análisis serio preguntaría qué fueron los debates que se dieron sobre ley de Medios, sobre Voto joven, en todo el país; qué fueron todos los debates que pidió el oficialismo y que los candidatos de la oposición negaron hasta que Boneli y Alfano les abrieron sus puertas; qué fue lo que hizo Cinthia García en los cacerolazos. ¿No fueron diálogo? ¿La cadena nacional, los discursos al inaugurar escuelas, hospitales, fábricas, no son monólogos, en su sentido positivo, de una Presidenta hablando a la nación que preside? ¿Los stand up de todos los domingos, no son soliloquios de un cómico que hace oídos sordos a la realidad y a todos quienes quieren hablarle, responde simplemente Gvirtz es un chorro? ¿El Dr. en Neurología A Distancia Nelson Castro no pronuncia soliloquios literales en los que finge hablar a la Presidenta? Y si diálogo es Massa saludando a Macri, Pino riéndose con Lilita, Altamira y su segmento en TN, ¿serán tan buenos los diálogos per se? ¿O serán buenos los diálogos cuando tenemos a grupos comprometidos con su propia ideología que tienen distintas opiniones y en verdad quieren comprender una posición que no comparten? Los diálogos los tiene el senado y la cámara de diputados. Pero cuando los opositores no quieren votar una ley y se retiran intentando que no haya quórum, quedan hablando solos los oficialistas. Y entonces nos acusan de monologar, cuando ellos mismos lo causaron. Y, además, suponiendo que todo el movimiento es un ente homogéneo, y que el diálogo interno es imposible. Probablemente porque dentro de sus partidos, de sus editoriales, de sus corporaciones, no hay lugar para el diálogo interno.
Posted on: Sat, 19 Oct 2013 01:36:10 +0000