EL GOBIERNO EFEMELENISTA DE FUNES AGREDE A LOS ESTADOS UNIDOS. “Gordinflona” Esa fue la palabra despectiva que usó Mauricio Funes, en alusión a la embajadora EUA en El Salvador, Maricarmen Aponte, cuando, airado y bajo una fuerte reprensión, el mandatario abandonara la oficina de John Kerry en Washington, hace unos meses. El presidente salvadoreño, desde antes de este hecho, ya estaba en el ojo de la Casa Blanca y parte de la diplomacia estadounidense. ¿Los motivos? Información e investigaciones precisas de los movimientos de estructuras delictivas afines a la argolla militar cercana a Capres. Desde la reuniones del coronel Simón Alberto Molina Montoya, ex director del organismo de inteligencia del Estado en el hotel Florencia en San Miguel, con miembros de Los Perrones, más las negociaciones oscuras entre gobierno y pandillas con la farsa de la “Tregua” y los movimientos de las jerarquías policiales de la PNC para favorecer cárteles como el de “Texis”, el gobierno del FMLN se ganó una vez más la desconfianza de los Estados Unidos. Nadie se va a creer que el partido oficial es ajeno a esto, cuando estuvo su alto dirigente Manuel Melgar al frente del ministerio de seguridad; además Eduardo Linares y Carlos Ascencio, que provenían de su militancia, formarían parte de la triangulación que comenzaría a reclutar información de todo el mover delictivo a nivel nacional. A la oficina del senador Leahy y otros legisladores llega información veraz de la prosperidad del crimen organizado en El Salvador; el estrecho vínculo de Munguía Payés con la tregua, y cuyo producto final daría los acercamientos entre pandillas y narcotráfico. Harto el gobierno de EUA de recibir informes desde diferentes sectores, acerca del libre paso de droga y su consentimiento desde Capres, la diplomacia en el Norte condiciona el Fomilenio 2, solicitando que el general Munguía Payés salga de cualquier participación en el tema de la Tregua y que deje de imponer a Raúl Mijango como único mediador. Dos: que cesen los ataques contra la Sala de lo Constitucional; Tres: que se investigue la clara participación de mandos de la PNC en el cártel de Texis y la banda los Perrones, y cuatro: que se enfrente como debe de ser el lavado de dinero y el crimen organizado. Importante mencionar que las iniciativas de crear investigaciones profundas contra el Cártel de Texis, jamás ha sido una iniciativa de este gobierno, por el contrario, con la venia del actual ministro de Defensa, el ex director y ahora cabeza del organismo de inteligencia (OIE) Ramón Salinas y parte de su tandona, las estructuras delictivas se han fortalecido. Las recientes capturas han sido un trabajo meritorio de la FGR con apoyo externo del ministro de seguridad Ricardo Perdomo y contados elementos de la PNC, muy alejado de la contaminación que la organización policial adolece. La presión de la Casa Blanca ha desatado múltiples murmullos de todas estas argollas, que por años se han dedicado a mantener estrechos vínculos con pandilleros, narcotráfico, lavado y crimen organizado. Es así como un gobierno FMLN-Funes-militares, negociaron la vida de miles de familias salvadoreñas, aprovechándose de su prepotencia, impunidad y alianzas con sectores de jueces, abogados, fiscales, políticos, diputados, entre muchos otros. El partido oficial, FMLN pretende desmarcarse del accionar de casa presidencial, aduciendo que ellos nada tienen que ver en las decisiones presidenciales, pero el gobernar a sus anchas le ha valido a El Salvador acaparar la atención internacional como un país. Por la alta desconfianza en los índices de corrupción gubernamental, también el senador Leahy ha solicitado fiscalizar minuciosamente todos los fondos provenientes, en el segundo desembolso del Fomilenio 2. En un discurso abusivo y confrontativo en donde compromete a todos los salvadoreños, la arrogancia que destila el mandatario lo lleva a usar constantemente “NO PODEMOS PERMITIR” en alusión y respuesta a los señalamientos del senador Patrick Leahy. Las palabras finales en esta penosa discusión con fundamento, las describe el diplomático estadounidense de esta forma: “Y en los últimos años he visto cómo los salvadoreños son víctimas de la violencia, de una policía corrupta, de individuos en posiciones de autoridad que se preocuparon más por enriquecerse que en mejorar las condiciones de su gente”.¡¡¡Y en esto si todos los salvadoreños estamos de acuerdo!!! El que tiene oídos que oiga y el entendido a señas dicen los sabios refranes.
Posted on: Tue, 01 Oct 2013 15:18:59 +0000
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