EN LAS REGIONES ONÍRICAS ALETEA UNA MARIPOSA En las regiones oníricas también aletea en el aire una mariposa; que sueña con posarse sobre una flor encendida de rojo y degustar el almíbar que destila luz. Su sueño se cumplirá porque no cesa de trazar su camino en el aire; pronto cruzará la frontera invisible y todos veremos los destellos de sus colores emergiendo en el parpadeo del horizonte. Ella habrá cumplido su sueño palpitando sobre la flor de rojo encendida y nosotros, reiniciaremos nuestro camino hacia la eternidad con esperanzas renovadas; pues, tú y yo sabemos que nos esperan las cumbres pobladas de silencios en los ojos de quienes siempre nos han amado. Hemos visto ya cómo resplandecen - en la oscuridad de milenarias ciudades de piedra - las huellas indelebles de antiguos Maestros. Aprendimos con el canto de las aves que cada amanecer es una gota de luz, destilada de las manos de quien todo lo sabe desde antes de la fundación del mundo. En nuestros sueños, descubrimos que ni siquiera Las tormentas de arena logran borrar los paisajes interiores de nuestra alma, ni la bruma de la incertidumbre puede desdibujar el fulgor de nuestros íntimos anhelos. Aquellos que amamos siempre nos han acompañado como gaviotas en medio del oleaje de los días. Han sido el sustento de nuestro espíritu aventurero y su presencia frágil, quizás, como el tenue aleteo de las mariposas ha sido nuestra fortaleza; por eso, viajamos tras las voces de sus corazones ardientes más allá del vuelo de las evanescentes palabras golondrinas. Nuestro destino está forjado en la fragua del amor por la vida que se estremece en el universo de una gota de rocío, en el balbuceo de los pétalos de las rosas, en la fidelidad de los girasoles, en los relatos de las páginas del agua, en la burbuja de la maternidad de las mujeres que tejen ilusiones al atardecer, en la sonrisa ingenua de los niños cuando construyen sus castillos de arena junto al mar, en el fuego de las promesas de unos labios apasionados, en las grafías del tiempo en las manos arrugadas de los abuelos. En las regiones oníricas también aletea en el aire una mariposa; ella nos sueña en su mundo hecho de luz y sombras. © Alirio Quimbayo Durán Maestro y Poeta Ibagué, Colombia. Noviembre 29 de 2013
Posted on: Fri, 29 Nov 2013 06:03:19 +0000
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