ESTAMOS VIVOS POR SU MISERICORDIA Y POR SU GRAN AMOR CON QUE NOS AMO “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó” (Efesios 2:4) Aquí se comprueba una vez más que fue de Dios la iniciativa de la salvación. Nosotros nunca le buscamos, nunca le pedimos que enviara a su Hijo para salvarnos. No podíamos hacerlo porque estábamos muertos. “Rico en misericordia” Significa que Dios se apiadó de todas nuestras miserias. Por eso aquél que dice: “Sé que Dios me escogió porque no era tan malo como otros” No sabe lo que dice, Dios sí nos escogió porque estábamos muertos y no podíamos hacer nada bueno, éramos tan malos que solo merecíamos el infierno. Aunque entre todos los muertos hay algunos buenos, otros malos y otros muy malos, todos están muertos. Alguien puede decir “Yo no robo, no soy adúltero, amo a mi familia”, pero aún así sigue muerto. Y todos los muertos espirituales, los buenos, los malos y los muy malos, si no reciben la vida de Cristo terminarán un día en el infierno, porque “…Dios no es Dios de muertos, sino de vivos” (Mateo 22:32). Tú y yo éramos muertos, pero ahora somos vivos en Cristo porque no rechazamos su misericordia. Solo los que rechazan su amor continuarán muertos en sus delitos y pecados (Efesios 2:5) Ahora tu vida es completamente diferente, tanto que los que están muertos no pueden entender cómo es que ya no vives como ellos, cómo es que cambiaste tanto, cómo puedes estar tanto tiempo en la iglesia y dicen que estás desperdiciando tu vida. No pueden entender que ahora estás vivo en Cristo. “Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija del faraón, prefiriendo ser maltratado con el pueblo de Dios, antes que gozar de los deleites temporales del pecado” (Hebreos 11:24-25) Como Moisés nosotros los cristianos nos abstenemos de disfrutar los deleites temporales del pecado, porque no deseamos perder el deleite eterno que nos espera en el cielo. Somos diferentes porque ya no estamos muertos como el mundo, que no tiene esperanza más que en esta vida. La vida que ahora tenemos trasciende la existencia terrenal y nos lleva a la eternidad con Dios. “Por gracia sois salvos” La salvación es un regalo inmerecido de Dios para nosotros. Como el padre que perdona al asesino de su hijo, sabiendo que ninguna condena o castigo al criminal le pagaría su pérdida. Dios sabía que éramos un caso perdido, por eso sacrificó a su propio Hijo por nosotros, para darnos salvación gratuita.
Posted on: Tue, 06 Aug 2013 19:24:35 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015