El Buda Católico ¿En qué se parece, la explicación de la verdad a las orejas del Gallo? ------ En cierto lugar existía una mujer que iba todos los días a la iglesia acompañada de su hijo de 3 años de edad. Era una mujer muy dedicada a su vida religiosa, y rezaba largas horas en su hogar. En la puerta de su casa tenía un gran letrero que decía; - “No moleste, esta familia es católica.” En una ocasión cuando estaba con la biblia en sus piernas y el rosario en sus manos se detuvo a observar a su hijo que estaba a su lado mientras ella rezaba, el pequeño sentado en el piso unía sus manos moviendo sus deditos como si estuviera contando o simplemente acariciando la yema de sus dedos, él acostumbraba a jugar en silencio de esa manera. Ella lo observó y luego se incorporó a su rezo. En otra ocasión la señora con su hijo estando en Misa escuchaba atentamente las palabras del cura que leyendo la biblia decía; “Si queréis entrar al reino de los cielos deberéis ser como niños...” En ese preciso instante se volteó a ver a su niño, y lo encontró nuevamente sentado en el piso, con sus dos manitas unidas, el niño jugaba con sus deditos mientras su madre escuchaba, más ella ya lo empezaba a ver con preocupación... Terminando la misa la distinguida señora le pidió al cura que fuera a su casa, para que rezaran por una persona que estaba enferma, a lo cual el cura accedió amablemente. Cuando el Cura estuvo en la casa de la señora iniciaron con otras personas su actividad religiosa y mientras ésta se desarrollaba la señora echándole un vistazo al niño lo volvió curiosamente a encontrar en la misma posición de siempre, sentado en el piso en silencio con sus manos juntas tocando delicadamente sus dedos unos con otros a través de sus yemas... Esto le preocupó profundamente a la señora y disimuló su inquietud para no perturbar lo que estaban haciendo. Al otro día, la señora salió con el niño al mercado a comprar lo indispensable para su hogar, pasando por una tienda de antigüedades se detuvo a observar una pieza muy curiosa que había entre las cerámicas, se trataba de la figura de un hombre sentado con las manos unidas al nivel de su pecho, su rostro limpio de impurezas con una sonrisa iluminada de ternura, la señora sintió un escalofrió en su cuerpo y entró inmediatamente a la tienda con su niño, sólo a preguntar por dicha pieza de cerámica. Disimulando querer saber el precio de la pieza preguntó al encargado: “Disculpe señor, esa figura de cerámica que está allá en la vitrina, este... mmm... ¿Quién és?” A lo cual el encargado de la tienda le dijo: “Ah... El Buda.” La señora al escuchar esto volteó súbitamente a ver a su hijo el cual estaba en el piso en la misma posición, entonces llena de una desesperación incontrolable... salió gritando desorbitada por toda la calle: “Estoy perdida...auxilio...mi hijo es un Buda.” ----- “El Hombre que ora y no trabaja, se acerca a Dios, pero no lo comprende...”
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 07:31:02 +0000
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