El actual Gobierno de Rajoy vive una deriva polÃtica caracterizada por una trayectoria minada por graves escándalos de corrupción y por la situación de la crisis económica generalizada que dura ya siete años. Este gobierno inestable coexiste con la deslegitimación cada dÃa más evidente de la monarquÃa, también acosada por escándalos propios. La crisis de credibilidad de las instituciones se extiende además a toda la clase polÃtica, que hoy en dÃa es considerada el tercer problema de los españoles, según el CIS. No queda esto aquÃ, sino que el Estado tiene que hacer frente a nuevos problemas polÃticos cuando se van dando procesos constituyentes en Catalunya o en Madrid, o que el soberanismo catalán tiene por primera vez posibilidades de vencer en una consulta, o que se habla en ciertos ámbitos del inicio de una segunda Transición. Todos estos problemas polÃticos y económicos derivados de la crisis, están poniendo contra las cuerdas a un Estado, incapaz de dar respuesta a los nuevos retos de nuestro tiempo. Aunque siempre haya estado presente, la represión hacia quien lucha está muy latente hoy en dÃa. En las últimas semanas se ha hablado sobre la futura reforma del código penal que endurecerá las condenas, instaurando incluso una especie de cadena perpetua llamada prisión permanente revisable, y que además incluirá como delitos castigados con cárcel a las formas de protesta utilizadas en la actualidad por los movimientos sociales (escraches, sentadas, rodeos del Congreso o del Parlamento, piraterÃa electrónica, etc.). Esta deriva represiva es una huÃda hacia delante por parte del Gobierno ante la incapacidad de resolver los problemas del paÃs. En lugar de resolver la situación de las familias deshauciadas, ayuda a la banca. En lugar de detener la oleada de EREs, pacta una reforma laboral abusiva y anti-obrera. En lugar de detener la erosión de los servicios públicos, los pone en manos de empresarios amigos... Y ante la inevitable protesta social, reprime; y dentro de unos meses, además encarcelará, llenándose las prisiones de presos de conciencia, como en los viejos tiempos. En las últimas huelgas generales se ha visto claramente cuál es la respuesta: el 14N hubo 155 detenciones y 77 heridos, entre otros, Ester Quintana, que perdió un ojo. También el 29M hubo más de 150 detenciones, algunas tan arbitraria como la de Laura Gómez, detenida y presa durante 3 meses por quemar una caja de cartón, o los del piquete del Clot (Barcelona), también encarcelados por tirar al suelo un contenedor. La ley se aplica con toda la dureza al activimo polÃtico y social, mientras se deja en libertad a los causantes del desastre del Prestige, mientras se mira para otro lado ante los evasores de capitales, que están sacando su dinero del paÃs a manos llenas, mientras se está comenzando a poner el parque de vivienda (3 millones de viviendas invendibles) en manos de los fondos buitre que en unos años monopolizarán la vivienda... mientras destruyen el paÃs se piden nueve años de cárcel para los que le pegan un tartazo a Yolanda Barcina en Nafarroa, y como ésta, una y mil afrentas más, auténticos insultos hacia las clases populares que somos quienes sufrimos de verdad esta crisis económica. Ahora todos los medios de masas nos hablan del resurgimiento del terrorismo anarquista. De lo peligrosos que son los ácratas que están causando el caos por medio mundo. Algunos llegan más lejos y lo comparan con AlQaeda; al fin y al cabo AlQaeda funciona en forma de red, y las redes son anarquistas (?) - gran razonamiento. El movimiento libertario comienza a levantar cabeza en medio mundo, y de alguna manera habrá que acabar con él. Incluso los movimientos sociales y populares de nuevo cuño están organizándose como propone el anarquismo, e incluso comienzan a adoptar nuestro lenguaje polÃtico. Los ataques histéricos de los medios de comunicación no son nuevos. Cada cierto tiempo sale una noticia relacionada con el famoso triángulo anarquista (Italia, Grecia y España), que debe de ser la Meca del anarquismo. TeorÃas de la conspiración hay para todos los gustos. El ABC habla de lo peligrosos que son los antisistema de Lavapiés que se han infiltrado en el 15M y que intentan radicalizar la huelga de basuras de Madrid. Esto, en verdad no deja de ser una muestra más de la debilidad organizativa de la izquierda, que permite que incluso los supuestos medios que se sitúan a la izquierda (por ejemplo el diario Público y otros medios digitales; El PaÃs ya lo damos por caso perdido) caigan en este tipo de simplificaciones y criminalización absurda sin constrastar las notas enviadas por la policÃa o Interior. Ni la izquierda ni los movimientos sociales tienen influencia alguna en estos medios para que la lÃnea editorial cambie de sentido. Al contrario, en su mayorÃa se trata de medios en manos de las grandes empresas, al servicio de la ideologÃa dominante. Da igual si son de derechas o de izquierdas, son capitalistas. Siguen echándose en falta medios de comunicación de masas en manos, o al servicio, de los movimientos antagonistas. En el caso actual de las detenciones del miércoles pasado y de la posterior oleada mediática, sacan a l@s compas abiertamente con fotos, nombres y hasta la dirección de su casa incluida, sin ningún tipo de respeto por su cacareadÃsmo estado de derecho que garantiza la presunción de inocencia. Es otra muestra de hasta dónde llega la alianza entre el poder polÃtico, el poder judicial, la policÃa y los medios. Todos actúan al unÃsono, sin dudar un solo momento de la versión oficial creada por el Ministerio del Interior. Al contrario, caen en el paroxismo y preparan un clima de linchamiento del enemigo. Ahora se presenta a los dos chilenos como inequÃvocos responsables del destrozo de cuatro bancos de madera de una iglesia de Zaragoza, y sacan un vÃdeo en el que solo se los ve utilizando los transportes públicos y llevando mochilas, pero nada más. Cualquiera podrÃa parecer un terrorista en ese vÃdeo. Si van a la iglesia de Montserrat será para volarla, son anarquistas, ¿no? Para los medios, la judicatura, el gobierno o la policÃa no son terrorismo los más de 80 asesinatos de los fascistas desde 1990 en el estado español. No es terrorismo los alrededor de 900 muertos producidos bajo custodia policial desde 2001. No es terrorismo los 200 muertos que nuestras queridas tropas hispánicas dejaron en Irak. Ni tampoco los 20.000 muertos en el Estrecho de Gibraltar intentando llegar a nuestras costas en busca de un futuro mejor. Terrorismo es lo que dicen los de arriba que es... Lo que les asusta en verdad es el resurgimiento de un movimiento anarquista fuerte y sólido que lidere los movimientos populares de este paÃs. ... Contra esta represión debemos levantar un movimiento que aglutine luchas, que las conecte, que las dé coherencia y objetivos, que las dé un método y ponga en pié un movimiento de resistencia de escala global. Debemos prepararnos reforzando la unidad de los movimientos sociales y la unidad en la defensa de una sociedad donde todos los proyectos puedan ser defendidos sin sufrir persecución polÃtica.
Posted on: Wed, 20 Nov 2013 07:34:01 +0000
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