El asunto transgénico. Hoy se debate en el mundo acerca de la - TopicsExpress



          

El asunto transgénico. Hoy se debate en el mundo acerca de la conveniencia y riesgos del uso de semillas tratadas geneticamente para soportar el uso del glifosato y los potenciales efectos patogénicos o dañosos al medio ambiente de esos usos. Tanto de la digestión de esas plantas y sus frutos por hombres y animales, como así también del efecto de su cultivo para el biosistema global y, fundamentalmente, los alcances efectivos del agrotóxico más potente en uso sobre los suelos y la totalidad de la biósfera. El glifosato (molécula desarrollada por la corporación Monsanto bajo la marca Roundup aunque ya también producida por otras empresas), es el veneno vegetal más potente en uso comercial en la actualidad. Lo mata todo. Bueno, todo menos aquellas plantas cuyo ADN ha sido inoculado con los genes de la bacteria adecuada que le permiten tolerarlo. Plantas mutantes, en términos precisos, cuya mutación no se ha debido al azar evolutivo, la adaptación y la selección natural, sino al deseo y desarrollo de una gran empresa anónima basado en el lucro. Tal lucro proviene directamente del negocio de otras empresas y particulares, tambien apoyado en el concepto del maximizing profits característico del capitalismo degenerado: la agricultura hiperindustrializada. Tales formas de negocio, de producción y de comercio constituyen, como dije, una forma degenerada de capitalismo, dado que apoyan su amplificación de ganancias en el sistema de ocultamiento y mediatización de costos específicos, retirándolos de su matriz y logrando que sean pagados por la sociedad humana en general. Algo así como si usted tuviese un local de ventas y lograse que el Estado le pague el alquiler mensual y la luz, con lo cual usted aumenta notablemente su ganancia neta transfiriendo el pago de esos costos a toda la sociedad. Una degeneración de los principios elementales del capitalismo teórico, tanto como la introducción de un factor suicida del sistema. No hay modo de que el sistema se sostenga en el tiempo con la aplicación de ese modo de producción. En el caso de la gran industria corporativa, en el rubro que fuese, el mecanismo de transferencia de costos ocultos se produce fundamentalmente en tres rubros: -Costo ambiental. -Costo laboral. -Costo fiscal. Una empresa que produce generando desechos dañosos al medio ambiente, o produciendo daño directo a tierras, aguas o atmósfera, debería incluír en sus costos el afrontamiento de la neutralización de esos daños. Es decir, producir dejando todo como estaba. Y luego de eso, lo que quede sería la ganancia neta genuina de esa producción. Si no hiciera eso, entonces el costo de limpiar o neutralizar la toxicidad producida lo deberá afrontar el Estado, es decir la sociedad humana, los cuales no participan del negocio. Lo mismo sucede cuando una empresa paga a sus trabajadores salarios que están por debajo del estandar mínimo para su supervivencia confortable. Los pueblos explotados no consumen, no aportan al ciclo económico capitalista, requieren de aportes del Estado para su manutención, generan trastornos sociales y alteran en general toda la estructura económica capitalista. Mas, cuando una empresa puede producir aquí para vender allá, entonces, los daños sociales emergentes de los bajos salarios no se notan en su balance. Bueno, no inmediatamente. Cuando vemos masas humanas de países pobres intentando cruzar la frontera hacia países ricos, y a otrora trabajadores bien pagos en países ricos cayendo en la desocupación, entonces comprendemos que el sistema de producir aquí y vender allá de las grandes corporaciones, produce daños efectivos luego de un tiempo en todo sitio. Y en referencia al costo fiscal, pues, cuando una empresa logra eludir pagos impositivos, o tasas, o cuando puede producir daños sanitarios a sus consumidores libremente sin deber hacerse cargo de solucionarlos luego o compensarlos, entonces el Estado debe aportar para compensar esa falta. Es el caso de empresas que venden productos dañinos a la salud pública o aquellas que consiguen exenciones indebidas, sea por regímenes de promoción o simplemente por corrupción. Estas maniobras son conocidas en la jerga de los mercenarios corporativos como externalización de costos. En definitiva, hacerle pagar a otros los costos de la propia ganancia. El uso entonces del glifosato como método para aumentar los rendimientos agrícolas, sin considerar ni responsabilizarse por los efectos sanitarios, económicos y ambientales emergentes, es una externalización clarísima. Si luego de ese uso, pasado el período ventana basado en la duda, extendido al máximo por inversión en publicidad, coimas y campañas contracíclicas de la empresa, ese modo de producción origina daños sanitarios como aumento de la incidencia de cánceres y daños genéticos, deterioro del acervo biológico, intoxicación de suelos y aguas, o costos sociales por desequilibrio de producción, la corporación simplemente dejará de usarlo e invertirá parte de esas enormes ganancias conseguidas en equipos jurídicos que minimicen sus responsabilidades patrimoniales. Y pasará a otro negocio. Así ha sucedido siempre desde que se instaló esa clase de sistema productivo en el mundo. Y los costos serán afrontados por todos nosotros, como sea, para bien o mal. No vamos a resolver este problema esta noche, no tengo dudas acerca de eso. Mas sí podemos empezar hoy a reflexionar acerca de ello. Sin mitos, sin teorías alocadas, sin fanatismos en cualquier sentido. Simple razón pura e interés en conocer. Los deberes del nuevo hombre que forme una humanidad mejor. noticiasdeabajo.wordpress/2013/03/17/el-dr-seralini-y-su-equipo-solicitan-ayuda-para-continuar-sus-investigaciones-de-interes-publico/
Posted on: Sun, 03 Nov 2013 12:56:02 +0000

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