El caballero del abrigo de sobrio color Alguna vez en un atardecer vi aparecer a un hombre serio, caballeroso y gentil, quien despertó mi interés debido a que lucía un abrigo de oscuro color. Era el mes de Agosto con un sol que podía sentirse en su esplendor, se mostraba galante, fuerte y a la vez tan sencillo y frágil. Su cabello lucía dorado como el trigo y su rostro triste y sobrio como su atuendo. Caminaba callado, erguido, mirando hacia abajo, como si hubiese perdido algo en el camino, o como si solo estuviese viviendo. Su abrigo no parecía ser ostentoso o con alguna característica singular, lo que despertaba aun más el interés de quienes lo veíamos pasar. Al ver que siempre vestía ese abrigo a pesar del clima, fuese de noche o de día, la curiosidad hacia ese tan atractivo caballero incrementada día con día, sin embargo, aun así, me abstuve muchas veces de preguntarle sobre aquella duda, aquella pregunta que rondaba mi cabeza y que me aquejaba cada vez que le miraba. Hasta que una tarde, sentada en el portón junto a la casa, vi caminar a aquél hombre y sin poder evitar la curiosidad que me invadía decidí cuestionarle sobre aquél saco que siempre vestía. Primeramente decidí ser sutil, por lo que le cuestione sobre si sentía calor, a lo que el me respondió susurrando y moviendo su cabeza, con una negación. Nunca había escuchado una sola palabra de su boca, hasta esa fecha. Al ver la reacción de aquél hombre ante mi pregunta decidí callar, y no volverle a cuestionar. Al transcurrir del mes llegó una mujer al pueblo, quien hacía muchas preguntas desde luego, todas... eran sobre aquél caballero. mmm lo terminaré, no lo terminare.... ???
Posted on: Mon, 02 Sep 2013 01:36:18 +0000
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