El diario de leon s. Kennedy Arkleys Segunda parte Mi - TopicsExpress



          

El diario de leon s. Kennedy Arkleys Segunda parte Mi celda se encontraba en un corredor sucio y húmedo. No estaba totalmente aislada, tenía barrotes en vez de puerta de acero, lo único que nos separaba de la celda de junto era una pared de concreto. Me tocó “compartir cuarto” con un hombre de edad avanzada llamado Razkiel, era delgado y sus cabellos estaban parcialmente cubiertos de canas, muy poco le gustaba hablar, la mayor parte del tiempo solía orar hincado sobre una manta roja y tres velas azules encendidas frente a él. Luego me enteré que correspondía a un ritual pagano propio del pueblo donde nació, o al menos eso recuerdo que me dijo. Mi misión en aquel recinto penal consistía en ubicar al asesino en serie Matt Marshal, cumplía condena en el ala de máxima seguridad que era donde se encontraban los criminales más peligrosos, lamentablemente el gobierno norteamericano no tiene mucho peso sobre las autoridades de Arkleys por lo que solo lograron infiltrarme en los barrancones de criminales primerizos. Matt Marshal era un ser repugnante, había matado a 27 personas, 14 de ellos niños (dicen que hay el doble sin confirmar), esos crímenes los cometió durante su estadía al norte de Eslovaquia mientras operaba una red de negocios concerniente al temido virus-g, mas específicamente a su derivado en gas, propiedad que una vez tuve la desagradable oportunidad de conocer y la cual describí aquí en mi diario. Irónicamente, y a pesar de todo el desprecio que pude llegar a sentir por Marshal, mi misión consistía en liberarle de aquel lugar,… así es, tal cual he dicho. Era del común interés de los federales de mi país que Marshal saliera lo antes posible de Arkleys, pues descubrieron una conspiración para asesinarle al interior de la cárcel, esto involucraba también a ciertas autoridades del recinto, pero como no había evidencia empírica suficiente decidieron no contar la ayuda de ellos aún. ¿Porqué Marshal era tan vital para los federales de mi país, y a la vez la mafia bacteriológica conspiraba en su contra?, pues bien, Marshal conocía el lugar exacto en donde se encontraba la mayor reserva de virus-g transformado en gas del continente. Apenas yo pusiera un pie en Arkleys, un contacto dentro de la población penal me llevaría hasta Marshal, sin embargo, me es imposible describir la angustia y las cosas que pasaban por mi mente al ver que este encuentro no se concretaba. Yo no tenía fotografía alguna, ni siquiera un nombre, me advirtieron que sería él quien se acercaría a mí, muchas veces me iba al patio y me paraba en medio de este para hacerme notar entre los presos, pero nadie se acercaba a mí aún. No fue sino hasta el tercer día en el cual comenzaba ya a soportar ciertas miradas incisivas de rostros heridos, con ojos enrojecidos, cicatrices atemorizantes, en el que una infame idea se forjó en mi mente… …¿no sería yo también una víctima de la conspiración? Otra vez me quedé corto, haré una tercera parte. Leon S. Kennedy, 01:20 A.M. by:dayana
Posted on: Tue, 03 Dec 2013 02:19:40 +0000

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