El silencio es fundamental para el equilibrio emocional y la salud - TopicsExpress



          

El silencio es fundamental para el equilibrio emocional y la salud mental. Por eso es importante recuperar nuestra capacidad de estar solos y en silencio, para ordenar mejor las ideas, sosegar las emociones y relajar el sistema nervioso. El silencio nos pone en contacto con los sentimientos y pensamientos más profundos. Siempre podemos tener un momento para aquietar la mente y permanecer tranquilos si realmente lo queremos. A lo largo del día puede hacer un alto y apartarse del ruido –estamos sobrecargados de éste–, respirar profundamente, relajarse y disfrutar de unos instantes de silencio. Hacerlo especialmente al final de la labor diaria, para ordenarse interiormente, especialmente antes de llegar a casa o de reencontrarse con familiares o amigos. Si puede tomarse unos momentos de quietud, verá surgir de su interior imágenes y recuerdos de aquellas cosas que más le han impactado durante el día, lo que le disgustó o lastimó. Entonces podrá procesar sus emociones y darle a cada una su lugar. De esta manera no llegará ofuscado(a) o enojado(a) a descargar el fastidio propio con los que le rodean. Cuando hay tensión o preocupación, lo mejor es hacer unos minutos de caminata en silencio, o sentarse frente a un parque o en la banca de una iglesia, para que la calma y la serenidad vuelvan y se pueda pensar con claridad. El silencio es también el mejor aliado de la creatividad. Cuando se necesitan ideas nuevas, soluciones prácticas, inspiración para una tarea, lo mejor son unos momentos de soledad y quietud. Igualmente si quiere escribirle a alguien o va a tener una conversación importante, en el silencio podrá escoger las palabras adecuadas que mejor reflejen su sentir. Cuanto más nos habituemos al silencio, nos conectamos más con nuestro yo interior, nos volvemos personas más prudentes, más reflexivas y controladas. En el silencio aprendemos a observar los propios pensamientos, a descubrir cuán propenso es a pensar negativamente, a quejarse, a autocriticarse o a juzgar a los demás. De esta manera crecerá en el autoconocimiento y tendrá la posibilidad de cambiar aquello que no le hace bien. Proponemos un silencio sereno y reflexivo, totalmente distinto del silencio egoísta, indiferente u hostil. Su silencio ha de procurar ser siempre constructivo y pacificador. Un refugio para encontrar la serenidad y recuperar las fuerzas desgastadas y así entregar lo mejor de nosotros. El silencio nos conecta con Dios y nos permite recibir su real presencia en el fondo de nuestro corazón y nos predispone a recibir sus inspiraciones y mensajes. Casi nunca nos arrepentiremos del silencio guardado, en cambio sí de las palabras dichas sin haberlas madurado en la quietud y la soledad. leee todo te espero cuando acabes lo comentamos
Posted on: Tue, 09 Jul 2013 03:36:51 +0000

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